Seguro que ya hace años que escuchas términos como “orgánico”, “sin
gluten”, “ecológico”, “huevos de corral” y otras muchas más expresiones.
Si bien parece que están en todas partes, también hay mucha confusión
sobre lo que realmente significan estos términos, y si los productos que llevan
estas etiquetas son diferentes a los que no. Hablando de los huevos de corral,
como ejemplo, hay personas que se muestran inflexibles con respecto a los
huevos regulares debido temas de salud y crueldad con los animales.
Las razones para esto son numerosas. El primer argumento es que los
huevos de corral son más humanos que los huevos normales producidos
industrialmente. Además, las gallinas que ponen estos huevos no pueden ser
mantenidas en jaulas y son libres de caminar, anidar y vivir de manera natural.
Las gallinas de corral también se alimentan de cereales orgánicos
certificados, que están legalmente obligados a contener ingredientes libres de
pesticidas, fertilizantes o colorantes.
Al observar simplemente estas condiciones que se establecen para que un huevo se considere de corral, inmediatamente se hace evidente que las gallinas que se mantienen de esta manera tienen una vida mucho mejor que las gallinas que se mantienen en condiciones industriales.
Al observar simplemente estas condiciones que se establecen para que un huevo se considere de corral, inmediatamente se hace evidente que las gallinas que se mantienen de esta manera tienen una vida mucho mejor que las gallinas que se mantienen en condiciones industriales.
Si bien el aspecto humano con respecto al bienestar de las gallinas
no es realmente discutible, el efecto que tiene la crianza en libertad sobre el
valor nutricional de los huevos producidos sí que lo es. Los estudios han
demostrado que hay una menor incidencia de concentración de salmonella en los
huevos de corral. Tales huevos también tienden a estar libres de trazas de
pesticidas, fertilizantes y colorantes.
Dicho esto, no hay pruebas científicas que permitan concluir que los
huevos de corral son de alguna manera más beneficiosos para la salud humana que
los producidos a escala industrial. La única diferencia considerable fue que se
observó que los huevos de corral contenían más grasa que los producidos
industrialmente.
Sin embargo, los defensores de los huevos de corral citarán de
inmediato el rico color de la yema como la razón principal para realizar su
compra. Mientras que los huevos de corral tienden a ser de color naranja
intenso, los huevos cultivados industrialmente tienden a ser de color amarillo
brillante
Teniendo
en cuenta todo lo anterior, parece que el argumento para buscar huevos de
corral es humano, a diferencia de uno nutricional. Es cierto que los huevos de
corral tienen mejor aspecto que los normales, pero la única razón válida para
elegirlos sería el bienestar de las gallinas que los producen.
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