El
sudor es un mecanismo corporal mediante el cual nuestro organismo libera calor
y regula la temperatura. Por ello, cuando afuera hace mayor temperatura, el
cuerpo intensifica la sudoración.
El
exceso de sudor o hiperhidrosis se debe a unas glándulas hiperactivas, que
pueden enmascarar alguna enfermedad como la gota o ser resultado de la ingesta
de algunos medicamentos, pero no es malo por sí mismo.
En la
mayoría de ocasiones no se conocen las causas que provocan el exceso de
sudor, pero sí puede afectar a las relaciones sociales, laborales y al estado
emocional de quien lo padece, por lo que puede afectar considerablemente a la
calidad de vida de las personas. Si no se toman algunas medidas, la
hiperhidrosis puede conllevar la aparición de infecciones bacterianas,
hongos y eccemas irritativos en la piel.
Para
ello, el dermatólogo Dr. José Luis López nos ofrece unos consejos con los que
lograrás en general disminuir la sudoración excesiva que puede acarrearte la
temporada de verano.
Cómo
disminuir la sudoración
1. La vestimenta
Se
recomienda utilizar tejidos que transpiren y permitan eliminar el sudor. Las
prendas de algodón y otras fibras naturales han sido tradicionalmente
aconsejadas para este objetivo, sin embargo a pesar de ser frescas lo cierto es
que retienen la humedad, llegando a incomodar, por lo cual se están viendo
desplazadas por nuevos tejidos técnicos que han surgido en la
investigación para prendas deportivas y que son altamente eficaces eliminando
el sudor.
El
doctor López también recomienda asegurarse de llevar ropa para cambiarse una o
más veces si es necesario durante el día en función de la sudoración.
2. Alimentos y bebidas
La
forma de alimentarse es otro de los factores importantes si estás tratando de
controlar la sudoración. Existen algunas bebidas y comidas que aumentan la
temperatura corporal y que debes evitar, principalmente las comidas
muy condimentadas, con picantes, y las bebidas con cafeína, teína o
alcohol.
Por
otra parte, el exceso de sudoración o hiperhidrosis aumenta la pérdida de
líquidos y electrolitos que el cuerpo necesita para mantener su salud óptima,
por lo que debes reponer la eliminación bebiendo agua a menudo y consumiendo
alimentos con electrolitos como sodio o potasio.
3. El entorno
Las
condiciones ambientales del lugar en el que trabajas o convives con otras
personas también son determinantes en la cantidad de sudor que producirás. El
objetivo es siempre conseguir un lugar fresco y bien ventilado. Cuando no sea
fácil refrescar el ambiente, pon un énfasis especial en la higiene corporal.
Según el doctor López “de esta manera puede que haya exceso de sudoración, pero
se evitará el mal olor corporal”.
4. El estado de ánimo
También los factores emocionales influyen en la dinámica corporal y
por lo tanto en la sudoración. Los más perjudiciales, como en tantas ocasiones:
vivir momentos de estrés y ansiedad, que te provocarán una mayor agitación y
una serie de factores fisiológicos con mayor sudoración.
Si has intentado estas 4 medidas “naturales” pero no obtienes los
resultados que buscas, puedes probar otras nuevas opciones que están
apareciendo. Por ejemplo, los antiperspirantes o antitranspirantes,
una nueva línea de desodorantes que contienen sales de aluminio y son bastante
eficaces para reducir la humedad en las axilas.
A nivel de tratamiento médico existe la iontoforesis,
una técnica incluida entre las consideradas de electroterapia, que requiere un
tiempo de sesiones diarias en las que se aplica una corriente continua sobre
las zonas más productivas en sudor, ya sean las axilas, plantas de los pies o
las palmas de las manos.
Por último, si estos tratamientos tópicos también fracasan, queda la
inyección intradérmica de toxina botulínica, un procedimiento muy eficaz que
inhibe la aparición de sudor en la zona durante un periodo de entre 5 y 12
meses. LDG
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