Martirologio Romano: En Antioquía, san Artemio, Procónsul, que habiendo desempeñado, en
tiempo de Constantino el Grande, muy honrosos cargos en la milicia, por orden
de Juliano el Apóstata a quien echó en cara su crueldad contra los Cristianos,
fue apaleado, diversamente atormentado, y por último degollado. (363)
San Artemio de Antioquía, conocido como ‘el gran
mártir’ o ‘megalomártir’, fue militar y prefecto del imperio romano en Egipto,
durante el siglo IV de nuestra era. Anteriormente había servido como oficial en
el imperio de Constantino I. Utilizó su elevada posición para difundir el
cristianismo.
Durante el reinado de Juliano el Apóstata fue un
hereje arriano, cazando y persiguiendo monjes, religiosas y obispos, incluido
San Atanasio de Alejandría. Sin embargo a través de la oración y debido al
horror de las persecuciones Artemio se convirtió a la ortodoxia cristiana,
apoyando la fe y volviéndose contra los paganos, incluido el emperador Juliano.
Artemio fue decapitado en la ciudad de Antioquía en
el año 363, a donde había sido llamado por el emperador Juliano por mala
administración de su provincia. Los cargos provenían de su persecución de los
paganos en Alejandría, y su uso de tropas en la captura y despojo del Templo de
Serapis promovida por el obispo arriano Jorge de Laodicea. En base a su
martirio es considerado santo.
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