Viajar siempre
es un placer, pero cuando hay algún problema de salud que lo impide, se vuelve
tedioso. En esta época, los cambios de temperatura y el uso del aire
acondicionado son algunos de los factores que provocan resfriados.
Una persona
que está resfriada suele sufrir de oídos tapados y tener dificultades auditivas
durante los días previos, el día del vuelo y los días posteriores. Es por eso
que los días que se hospeda en el destino elegido, se recomienda hacerse
algunas duchas con agua caliente para que el vapor descongestione y calme las
membranas de las mucosas inflamadas.
Pero, ¿qué ocurre durante el vuelo?
Estar en un avión durante horas significa
permanecer encerrados en un mismo lugar con personas que probablemente estén
propensas a contagiar. Si parte de la molestia del resfrío es la tos, no se
debe tapar la boca con las manos, ya que esto puede contagiar a otros
pasajeros.
¿Cómo? Por ejemplo, una persona tose cubriéndose la
boca con la mano y luego le da esa mano a otra persona o abre una puerta con
esa mano. Lo correcto es toser tapándose con el brazo. “Si uno nota que se tapó
la boca con las manos al toser, es aconsejable lavarse o utilizar un
desinfectante de manos para evitar la propagación de gérmenes”, sugirió Kenneth
Steier, decano de Educación Clínica y
profesor de Medicina en la Touro College
of Osteopathic Medicine de Middletown de Nueva York.
Algunos estudios muestran que aquellos viajeros que
se sientan cerca de alguien resfriado con síntomas similares a la gripe tienen
un riesgo 3,6 por ciento mayor de contraerlo ellos mismos.
“Si estás con un síndrome viral respiratorio
(mocos, catarro, congestión nasal) y tienes que volar, lo ideal es que no
vueles, ya que las diferentes presiones que se generan en despegue y aterrizaje
con una inflamación presente, dificultan que el cuerpo equilibre las mismas y
genere molestias de leves a moderadas”, sugirió el médico clínico Marcelo
Suárez.
Sin embargo el médico recomienda algunas medidas
que calmarán las molestias ante los síntomas de resfrío durante un vuelo:
·
Empieza a tomar 48 horas antes un descongestivo.
·
Dormí bien (si vuelas de noche, dormir en el avión,
y si vuelas de día, dormir en casa, no en el avión); el descanso es fundamental
para enfrentar situaciones infecciosas.
·
Hidrátate bien con agua.
·
No tomes alcohol (deshidrata).
·
Colócate gotas nasales descongestivas, que permitan
mantener destapada la nariz.
·
Cuando despega y aterriza el avión, bosteza o
tapate la nariz, toma aire por la boca y trata de sacarlo por la nariz tapada,
generando una presión interna para destapar la trompa de Eustaquio, que es un
orificio que comunica el oído medio con la boca.
·
Una buena meditación para apagar la cabeza de los
numerosos pensamientos que la enloquecen es una gran herramienta.
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