El insomnio podría ser el culpable del síndrome de piernas inquietas

No hay peor pesadilla que acostarte y dar mil vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, y esto se agrava si además no puedes mantener las piernas quietas. Pero ¿hubieras imaginado que detrás del insomnio podría estar el llamado síndrome de las piernas inquietas?

El síndrome de las piernas inquietas -sensación desesperante de mover las extremidades- es una de las causas que con mayor frecuencia dificultan conciliar el sueño, afirmó el neurofisiólogo clínico Reyes Haro Valencia.

Explicó que las personas con este padecimiento experimentan una sensación de adormecimiento, picazón o dolor en las piernas cuando están en reposo. Esto puede suceder en cualquier momento del día, pero se intensifica durante la noche.

“Cuando tienen esa sensación las personas tienen que incorporarse, ponen las piernas sobre la pared o caminan hasta que pasa”, dijo en entrevista con Notimex.

El también director del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño (IMMIS) indicó que al haber una intensificación de los malestares en la noche el inicio del sueño se ve interrumpido, lo que puede ocasionar insomnio, fatiga, tensión muscular y somnolencia en el día.

“En la noche despertamos varias veces después de que se cubre un sueño de cuatro etapas. Es normal despertar en promedio cada hora y media, son despertares leves y con frecuencia esa sensación se vuelve a presentar”, explicó.

Señaló que este síndrome se presenta debido a una deficiencia de hierro en el organismo. Además, agregó, las personas con alguna enfermedad renal, atletas de alto rendimiento y los adultos mayores son quienes tienen mayor riesgo de desarrollarlo.

Haro Valencia destacó entre el 5-10% de la población mundial tiene síndrome de piernas inquietas. Y aunque en México la cifra exacta se desconoce, se estima que es similar a la estadística mundial.

Finalmente, dijo que las personas con este padecimiento requieren atención médica y poner en práctica medidas de higiene del sueño, realizar actividad física moderada durante el día y reducir el ejercicio intenso ya que puede aumentar el riesgo a desarrollarlo.