Todos sentimos ansiedad de vez en cuando. Hay
situaciones que suelen despertarla, desde tener obligaciones sociales
importantes hasta conducir con mucho tránsito. Cuando es leve ayuda a
mantenerse alerta y concentrado para enfrentarse a situaciones difíciles
Sin embargo, es importante reconocer cuándo es un
trastorno y cómo diferenciarla de la preocupación normal. Aquí lo explicamos.
¿Cuándo es
un problema?
Preocuparse ante situaciones cotidianas complicadas
es una respuesta común del organismo, pero, si ese estado de alerta o temor se
extiende durante mucho tiempo se puede tratar de un Trastorno de Ansiedad
Generalizada (TAG). La frecuencia e intensidad de este problema es a menudo
debilitante e interfiere con las actividades diarias.
Muy
frecuente
Los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental
más común en Estado Unidos, afectando alrededor de 40 millones de adultos por
año, es decir, al 18% de la población. Y aunque estos problemas son altamente
tratables, las autoridades informan que solo el 37% de las personas que los
sufren, reciben tratamiento.
No es
preocupación
La ansiedad no es lo mismo que la preocupación, un
miedo o breve pánico que la mayoría de las personas siente al enfrentarse a una
amenaza. Por ejemplo, cuando alguien desvía su automóvil hacia su carril o se
da vuelta en una tienda y su niño pequeño se pierde de vista. En esas
situaciones, los latidos pueden acelerarse, aumentar la transpiración y
producirse un nudo en el estómago.
Cómo se
siente en el cuerpo
La ansiedad es similar a la preocupación, pero
proviene de una amenaza percibida en lugar de una amenaza inmediata. Los
síntomas varían de persona a persona y con la causa del estrés. Con respecto a
los síntomas, cambian según el tipo de trastorno de ansiedad.
A continuación, presentamos los más comunes:
A continuación, presentamos los más comunes:
Trastorno de pánico
En este caso, las personas sufren ataques
inesperados, que pueden generar palpitaciones o latidos acelerados, dificultad
para respirar o asfixia, y un gran temor a la aparición de ataques futuros.
Este trastorno afecta a 6 millones de adultos, o al 2.7% de la población de
EEUU, y las mujeres tienen el doble de probabilidades de verse afectadas.
Fobias
Suelen surgir en la infancia y se caracterizan por
el temor irracional a ciertas situaciones, lugares u objetos, llegando a
producir náuseas, sudoración o temblores. Las fobias afectan a 19 millones de
adultos, es decir, el 8.7% de la población de EEUU. Nuevamente las mujeres
tienen el doble de probabilidades de verse afectadas.
Desorden obsesivo compulsivo
Se experimentan obsesiones, pensamientos, imágenes o
deseos intrusivos y no deseados que causan angustia o ansiedad, y compulsiones,
conductas que la persona se siente obligada a realizar para aliviar su angustia
o suprimir esos pensamientos. Afecta a 2.2 millones de adultos, o al 1% de la
población, y es igualmente común entre hombre y mujeres. Generalmente aparecen
durante la adolescencia.
Estrés post traumático
Es una condición potencialmente debilitante que
puede ocurrir en personas que experimentaron o presenciaron situaciones
angustiantes o amenazantes. Esto puede generar problemas para dormir, tensión
muscular o preocupación y temor constante. Este trastorno afecta a 7.7 millones
de adultos, o al 3.5% de la población de EEUU, siendo la violación el principal
desencadenante.
Ansiedad generalizada
Este caso se caracteriza por una preocupación
persistente y excesiva por diferentes factores, sociales, culturales,
económicos, entre otros. Las personas con este trastorno encuentran difícil
controlar su preocupación excesiva. Actualmente afecta a 6.8 millones de
adultos, o al 3.1% de la población de los EEUU, siendo más común en las
mujeres.
Cuando
consultar al médico
Existen factores clave: Duración: ¿Tus síntomas persisten más allá de la experiencia que
provoca la ansiedad? Interferencia:
¿Tu ansiedad reduce tu capacidad de trabajar o realizar otras tareas? Disparadores: ¿Tienes tantos factores
desencadenantes que dejas de hacer cosas como salir de tu casa? Si las
respuestas son ‘si’ debes consultar a un profesional.
Tratamientos
La mayoría de los médicos pueden ayudarte a tener
una buena idea de qué tan grave es tu ansiedad. Luego pueden recomendar
medicamentos, terapia o ambas. El tratamiento con un psicólogo ayuda a aprender
cómo prevenir la ansiedad. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario