jueves, 16 de enero de 2020

El día en que mi vida se detuvo

«La vida está llena de posibilidades pero tú nunca obtienes la tuya» Charlie Brown.
¿Te has sentido alguna vez como que tu vida se detuvo? ¿Has pensado que la vida está llena de posibilidades pero que no es para ti?
Hay muchas personas que se encuentran detenidas en la vida, diariamente recibo correos solicitando ayuda, personas que no saben qué hacer, que han sido abandonados por su pareja, que perdieron el trabajo, que están endeudados, que todo le sale mal, lo único que alcanzan a ver son problemas y más problemas.
El destacado líder y escritor John C. Maxwell dice: «La gente no necesita cambiar sus problemas, sino sus perspectivas».
Creo particularmente que necesitamos cambiar nuestra manera de pensar de la vida, los problemas fueron hechos para resolverse, hasta la muerte tiene solución porque si estas en Cristo debes saber que tienes vida eterna, entonces te pregunto: ¿Por qué haces que tu vida se detenga? ¿Por qué caer en un negativismo? Si tú piensas que algo va a salir mal de seguro va a salir mal.
La Biblia dice: «Lo que el impío teme, eso le vendrá; pero a los justos les será dado lo que desean» Proverbios 10:24.
Mi pregunta ahora: ¿Qué es lo que usted desea en la vida? ¿Desea seguir detenido o desea seguir avanzando sin importar las crisis, los problemas y los fracasos?
Le tengo una mala y una buena noticia, la mala es que los problemas siempre van a existir mientras vivas en esta tierra y la buena es que tú tienes la capacidad de salir adelante.
Tu puedes elegir quedarte desplomado pensando que el mundo se acabó, llorando desconsoladamente, esperando a ver si tus amigos te ayudan en ese momento difícil o también puedes elegir buscar a Dios, buscar su sabiduría y buscar las oportunidades para mostrar las virtudes y los talentos que Él te ha dado.
Alguien dijo: «La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad hubiesen permanecido durmiendo».
Te daré algunas ideas que pueden ayudarte a que tu vida continúe:
1. Piensa en el fracaso como una enfermedad para la cual existe una vacuna. El hecho de fracasar no significa que eres un fracasado. Si fracasaste en un negocio no significa que no sirves para los negocios, igual se aplica a una relación. Podemos aprender de los fracasos. Cuando aprendemos de ellos somos fuertes. «Porque siete veces cae el justo y se vuelve a levantar; pero los impíos se hunden en la desgracia» Proverbios 24:16.
2. Considera la posibilidad de que aunque tarde en cumplirse el sueño un día va a cumplirse. No te desesperes, llénate de paciencia pero no te quedes quieto, persevera en tu misión de vida. La vida es un proceso y nunca nada grande se logró de inmediato, se requiere trabajo, tiempo, talento y tesoro. La mayoría de las personas quieren que las cosas se les solucionen de inmediato cuando el problema lleva tiempo arraigado en su vida, hay que trabajar en nuestra vida primeramente y luego con la gente que me rodea. Considera ser una persona de fe, nunca es tarde para alcanzar tus sueños. Nunca es tarde para salvar tu matrimonio, nunca es tarde para llegar a un acuerdo con tus acreedores y cancelar tus deudas, nunca es tarde para comenzar e intentarlo de nuevo.
3. Quita la etiqueta de perdedor o perdedora, evita caer en la autocompasión. La realidad es que todos fallamos, caemos, tropezamos y cometemos errores. Lo importante no es la caída sino cuantas veces te levantes. Las caídas son parte de nuestro aprendizaje a caminar, por supuesto que duelen pero no caigas en «pobrecito o pobrecita yo» «¡Soy un fracaso!» «Nadie me quiere». «No me vuelvo a enamorar». Practica el juego. Que tal… mi matrimonio es una bendición, mi negocio está creciendo, tengo excelentes amigos, soy un ganador, soy libre de deudas, colócate la etiqueta de ganador.
4. Evita ser una persona reactiva, conviértete en una persona proactiva. La mayoría de las personas en los momentos de crisis su tendencia natural es a reaccionar, desarrollando sentimientos de frustración y contrariedad, luego pasan a la duda y pánico, quedando paralizados. La vida es 90% de cómo reacciono ante las circunstancias. Antes que reacciones con temor y ansiedad, actúa dando pasos alentadores y audaces  hacia adelante.
«No podemos dirigir al viento, ni nadie puede hacer que amanezca, pero si podemos ajustar las velas y disfrutar cada despertar» Stephen Covey.
Para ajustar las velas y disfrutar cada despertar haz lo siguiente:
Ámate a ti mismo y suelta tu pasado (fracaso). Nada puedes hacer para cambiarlo, el pasado no vuelve. Lo que si puedes hacer es vivir el presente y anticipar el futuro. No vivas pensando en lo que pudo haber sido, valora la vida que tienes.
Fortalécete en las promesas de Dios. No te quejes de la situación, deja de enfocarte en los problemas y busca las bendiciones que Dios te ha dejado en su Palabra. Aduéñate de las promesas de Dios.
Hazte preguntas que te lleven a mejores elecciones. En vez de sentirte preocupado por los problemas, atemorizado por la situación que está viviendo, tómate el tiempo para estudiar y analizar lo que estás viviendo. Hazte preguntas tantas veces como quieras hasta que encuentres las respuestas que te ayude a elegir el futuro que deseas. ¿Qué haría Jesús en esta situación? ¿Qué puedo aprender de todo esto?
Busca las oportunidades y diseña un plan de acción de cinco pasos. Cada día sale el sol, así que hoy es el mejor día para comenzar de nuevo. La fe sin obras es muerta.
5. Recuerda, tú puedes convertir el fracaso en un triunfo. El fracaso no es una condición permanente. Es posible re-inventarse, aplicar la resiliencia. No importa lo que haya pasado, todo eso queda atrás tiene opciones y el poder de elegir. La clave es cultivar el arte de ver los problemas. Deja de vivir con la creencia de que estás ‘desamparado’, ‘arruinado’, que eres ‘un fracaso’. Cambia todo eso por la idea de que estás listo para el trabajo, sus finanzas están sanas, su familia es la mejor. Piensa en actividad, movimiento; visualiza: trabajo y servicio. Confía en que Dios está contigo y verás que todo llega a realizarse.
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Romanos 8:28 (NVI)
Finalmente, recuerda que la vida continua, la vida no se detiene, tu corazón sigue latiendo, si quieres mejorar tu vida debes avanzar, aun arriesgarte al fracaso, deja de pensar como Charlie Brown y obtén la vida que deseas. «La vida es una aventura osada o es nada» Helen Keller. ¡Viva la vida completamente, sin reservas, con entusiasmo! PS

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