Fumar
y vapear, ya sea por medio de cigarrillos de tabaco, cigarrillos electrónicos o
pipas de agua, endurece las arterias, causa inflamación y daña el ADN, lo que
provoca una serie de enfermedades. Lo advierte el primer estudio que ha
comparado por vez primera los 'peligros' de los cigarrillos, cigarrillos electrónicos
y pipas de agua.
Además,
avisa el informe que se publica en European
Heart Journal, fumar y vapear puede aumentar el riesgo de que las
personas se infecten con el coronavirus, sufran síntomas peores y, por ello,
fallezcan. El estudio es la primera comparación mundial de los efectos de las
tres formas de fumar y vapear sobre la salud humana y la función de las células
que recubren los vasos sanguíneos (el endotelio). Proporciona una visión general
de la evidencia disponible sobre los productos químicos nocivos producidos y
los mecanismos por los que fumar y vapear afectan al cuerpo.
Los
investigadores también observaron los efectos de cada uno de estos tres
dispositivos en enfermedades que van desde el ictus hasta el infarto y el
cáncer de pulmón.
Los
investigadores encontraron que, en general, el tabaco es más dañino que los
cigarrillos electrónicos. Y aunque reconocen que hay que analizar más a fondo
los efectos a largo plazo de las pipas de agua y los cigarrillos electrónicos,
afirman que, «fumar pipa de agua no es menos dañino que fumar tabaco y, por lo
tanto, no puede considerarse una alternativa saludable».
El
informe ha revisado una gran variedad de estudios que proporcionan niveles de
evidencia fuertes, buenos o medios sobre los riesgos de los 3 tipos de fumar y
vapear.
Así,
en comparación con los no fumadores, los cigarrillos de tabaco aumentaron el
riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en un 704%, las pipas
de agua en un 218% y los cigarrillos electrónicos en un 194%.
Y
en cuanto al cáncer de pulmón, los cigarrillos y pipas de agua incrementaron el
riesgo de cáncer de pulmón en un 1.210% y 122% (fuerte) respectivamente,
mientras que el nivel de evidencia de los cigarrillos electrónicos no fue
suficiente para sacar conclusiones fiables.
También
observaron que las tres técnicas de fumar endurecieron las arterias, un
indicador pronóstico importante para el riesgo de problemas cardíacos y
accidentes cerebrovasculares. En comparación con los no fumadores, el tabaco
elevó la rigidez arterial en un 10%, las pipas de agua en un 9% y los cigarrillos
electrónicos en un 7%.
«Nuestra
revisión se centra principalmente en los efectos adversos de estas tres
técnicas en la disfunción endotelial y la relación con el estrés oxidativo y,
en segundo lugar, con la enfermedad. Las tres provocan a una mayor producción
de radicales libres derivados del oxígeno en el tejido de los vasos sanguíneos,
como el superóxido. Esto descompone el óxido nítrico, que es liberado por el
endotelio, y es importante para ayudar a que los vasos sanguíneos se dilaten y
para proteger contra la inflamación y la obstrucción de las arterias», explicó
el Dr. Thomas Münzel, del Centro Médico
Universitario de Mainz (Alemania), autor del informe.
Los
investigadores dicen que los principales productos químicos tóxicos en el vapor
del cigarrillo electrónico incluyen formaldehído y acroleína, así como trazas
de productos químicos llamados metales de transición y compuestos orgánicos
volátiles (COV), que se sabe que dañan las células. BP
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