¿Qué tal si vivieras en un lugar donde todo lo que necesitas está a
tan solo unos minutos de distancia caminando o en bicicleta? Un sitio donde
tengas un mercado cerca, restaurantes, la escuela de los niños, tu trabajo… Entonces
vivirías en una ‘ciudad de 15 minutos’.
Este concepto de ciudad va en dirección opuesta a la planificación
urbana de los últimos 100 años que separaba el espacio residencial del trabajo,
el comercio minorista, la industria y el entretenimiento.
Es también lo que está implementando París desde este año y como
parte del plan de la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, incluso antes de que
se desatara la pandemia del coronavirus, para reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de sus
habitantes.
“Las calles las estamos transformando para bicicletas y peatones,
con más vegetación y fuentes, porque para combatir el cambio climático se
necesita fresco y verde”, le dice a BBC Mundo, el urbanista francocolombiano
Carlos Moreno, asesor de Hidalgo en París.
Pero también hay otro tipo de transformación, como la reutilización de mobiliario urbano para otros usos y la mezcla de barrios habitacionales con comercios, entre otras
modificaciones.
¿Cómo es exactamente una ‘ciudad de 15 minutos’? ¿Podría replicarse
en América Latina? ¿Y cómo podría ayudar a la recuperación económica tras la
pandemia?
Respuesta al cambio climático
El concepto ‘ciudad
de 15 minutos’ o ‘ciudad del cuarto de hora’ fue acuñado por Carlos Moreno, director científico y
catedrático de Emprendimiento, Territorio e Innovación (ETI) de la Universidad
Sorbona, de París. Él a su vez se inspiró en otras investigaciones y aportes,
como el de la periodista y activista Jane Jacobs, quien argumentaba que la
proximidad es la clave para hacer que las ciudades tengan más vida.
“Más de la mitad del planeta son sitios urbanos. Estamos
confrontados al cambio climático que nos obliga a disminuir radicalmente
nuestras emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y las ciudades son las que lo
producen principalmente, por el transporte y la vivienda”, afirma Moreno. “La 'ciudad de los 15 minutos' es una respuesta original
al problema del cambio climático, ofreciendo
una disminución de los desplazamientos forzados que se producen en las ciudades
actuales hacia los lugares de frecuentación para crear una accesibilidad a los
servicios necesarios y vivir en la ciudad de corta distancia a pie o en
bicicleta”, describe el experto.
“¿Qué es el #VilleDuQuartDHeure (ciudad
del cuarto de hora)? Es una ciudad con barrios donde
puedes encontrar todo lo que necesitas a 15 minutos de tu hogar.
Esta es la condición para la transformación ecológica de la ciudad, al tiempo
que mejora la vida cotidiana de los parisinos", escribió la alcaldesa de
París, Anne Hidalgo en enero en su Twitter.
Según Moreno, este modelo de ciudad permite romper con el círculo vicioso de la gran metrópolis en la que se producen desplazamientos obligados de millones de
personas muy temprano a la mañana y al final de la tarde, y que van ‘apiñados’
en el transporte público, lo que se desaconseja en periodo de pandemia. Para
ello es fundamental la descentralización, es decir que la ciudad debe tener
múltiples centros para satisfacer las funciones básicas: habitar, trabajar, hacer las compras, cuidarse física y
mentalmente, educarse y disfrutar.
¿Y por qué no una ciudad de 30 minutos? “Hay una diferencia entre
15 y 30 minutos y otra entre de 30 y 45 minutos”, describe Moreno a BBC Mundo.
“15 significa que no estoy en mi casa pero no estoy tan lejos; 30
ya es otra cosa porque es un tiempo que estás perdiendo y que podrías aprovechar
de otra manera”, añade.
No “aceptar lo inaceptable"
C40, una coalición internacional de ciudades para luchar contra el
cambio climático, cree que el único camino a seguir para lograr una recuperación equitativa y sostenible de la pandemia de covid-19 es que los alcaldes financien planes de estímulo ecológico
centrados en la creación de empleo, según un informe del mes pasado. Entre las
acciones que C40 promueve están las ‘ciudades de 15 minutos’.
“Creo que por muchos años aceptamos lo que es
inaceptable y es que las personas viajen más de una
hora cada mañana de un lado a otro. Esto trae mucho estrés y no es positivo”,
opina Hélène Chartier, jefa de desarrollo del programa Carbono Cero de C40.
“En el contexto de covid-19 que vivimos, el sistema de transporte
colapsó. Entonces ir hacia un modelo de ciudad de 15 o 20 minutos es una visión
que tiene muchos factores positivos”, asegura a BBC Mundo.
“La idea es hacer la vida urbana más agradable, ágil y flexible creando servicios de proximidad para todos”, añade.
Por su parte, Moreno opina que la ‘ciudad de 15 minutos’ es
necesaria porque existe “una especie de anonimato y angustia en las ciudades porque la gente se tiene que levantar temprano para tomar un medio
de transporte, que generalmente le toma una hora u hora y media”. “Las ciudades
modernas han sido segmentadas entre el lugar de vida, lugar de trabajo, donde
se hacen las compras... y se ha perdido una de las cosas más importantes de la
vida: la noción del tiempo útil”, destaca el urbanista que acaba de publicar el libro ‘Vida urbana
y proximidad’.
En América Latina
La capital francesa no es la única ciudad que está implementando
cambios en esta dirección. También lo están haciendo Melbourne, Ottawa, Detroit y Copenhague, por nombrar algunas.
Y hay voluntad de hacer lo propio en ciudades de América Latina
como Buenos Aires, Montevideo, Lima, Medellín,
Guayaquil, Bogotá y Río de Janeiro,
según los especialistas consultados. Pero implementar el modelo de ‘ciudad de
15 minutos’ en París es una cosa y hacerlo en urbes de la región
latinoamericana es otra muy diferente.
“París es fácil porque ya fue construida para ser así. Lo que se
está tratando de reforzar es el concepto de ‘ciudad de 15 minutos’. Pero el
desafío es si se puede hacer en los suburbios de la ciudad”, analiza Chartier.
“No creo que se pueda replicar el modelo de París a otras ciudades
pero hay algunas como Melbourne o Portland que están desarrollando su propia
versión, porque son muy diferentes en sus desarrollos urbanos”, destaca. Para Moreno ‘no hay una varita mágica’ para
la transformación: “No depende de la talla de la metrópoli, sino de la voluntad
política de hacerlo”. “Crear las 'ciudades de 15 minutos' no es una inversión
de dinero, sino de reutilización
de lo que ya existe, mucho más y
mejor”, sostiene el profesor de La Soborna.
¿Por dónde empezar?
Los expertos sostienen que la
clave está en el diálogo: “Los
alcaldes tienen que desarrollar una hoja de ruta para construir esa ‘ciudad de
15 minutos’ con los actores económicos, sociales y ambientales”, dice Moreno.
“Tenemos que cambiar la manera de trabajar", continúa.
"Las ciudades tienen que dejar de hacer obras de infraestructuras que solo
sirven a unos pocos, para darle paso a una ciudad con naturaleza, con agua y biodiversidad”. “Hay que hablar con los comerciantes para que cuenten con
capacidad de ofrecer sus servicios y que la gente los utilice, en vez de
preferir Amazon”, sugiere.
Chartier afirma que es complicado proponerse tan ambiciosa meta en
el lapso de un año, por ejemplo. Sin embargo, sostiene que se puede invertir en
esa dirección “desarrollando lugares mixtos e impulsando la
construcción de casas asequibles, para
que cualquier persona, sin importar el ingreso que tenga, pueda vivir en ese
barrio”. Para algunas cosas incluso no se necesita gastar, sino organizar el
proyecto urbanístico, dice.
También sugiere que “si cada empresa se propone que sus empleadores
puedan trabajar un día a la semana en casa, se le saca presión al transporte.
Estas personas estarán en su barrio y consumirán allí”. “Son pequeñas cosas que
se pueden hacer. Llevará
tiempo. No creo que sea complicado, pero se requiere acción”, advierte.
Recuperación económica tras la
pandemia
La pandemia hizo que gran parte del planeta tuviera que confinarse,
porque la propagación viral de la covid-19 está directamente relacionada a la
vida urbana.
“Estamos viviendo en la ciudad de un minuto, porque mucha gente sigue confinada”, analiza Moreno. “Hemos
tomado una conciencia brutal de la fuerza de la ciudad. Si la ciudad está
apagada y coartada no hay vida económica y todo se cae: hay crisis, desempleo,
pobreza...”, enumera.
Entre los cambios que trajo la pandemia está el aumento del
teletrabajo que acompaña la filosofía de ‘ciudad de 15 minutos’. “Esto es algo
que parecía imposible: hacer teletrabajo se convirtió casi en una
obligación. Lo que no se hizo en 20 años de revolución de
internet, la covid-19 lo hizo en 48 horas”, reflexiona Moreno.
Muchas empresas, como Google o Facebook, por nombrar algunas, están
en condiciones de volver a trabajar presencialmente y, sin embargo, prefieren
mantener el teletrabajo o lo combinan con lo presencial.
“Con esto estamos
rompiendo el circulo vicioso de casa-trabajo-casa", dice el especialista en urbanismo. Entonces "el
teletrabajo se convierte en un empleo mucho más productivo y eficaz, porque ya no
hay 3 horas diarias perdidas” en movilizarse.
Moreno asegura que, tras la pandemia, se pueden generar
oportunidades económicas creando modelos
de negocios de cercanía. “En
los próximos años va a haber una nueva economía de la proximidad, como cuando
tuvimos una nueva economía de internet”, pronostica. “No vamos a vivir de la misma manera, es el modo de vida el que se va a transformar. Va a tomar tiempo,
pero está en punto de partida”, concluye.
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