Diferencias entre colesterol y triglicéridos
Muchas veces se confunde o usa como sinónimo colesterol y triglicéridos. Sin embargo, son diferentes tipos de lípidos que circulan en sangre.
El colesterol es una sustancia que se parece a la grasa y se encuentra en todas las células del cuerpo. Se utiliza para producir vitamina D, hormonas y compuestos que facilitan la digestión. Aunque el organismo puede generarlo por su cuenta, también lo obtiene de diferentes alimentos, principalmente de origen animal, como quesos o carnes. La sangre transporta el colesterol a las células a través de partículas llamadas lipoproteínas. Dos de las más importantes son la de baja densidad (LDL) también conocidas como colesterol ‘malo’, y las de alta densidad (HDL) o colesterol ‘bueno’.
Los triglicéridos son un tipo de grasa, el más común en el organismo. Cuando comemos, el cuerpo convierte las calorías no utiliza en triglicéridos, los cuales se almacenan en los adipocitos (un tipo de células grasas), y eventualmente se utilizan para proporcionar energía.
Cómo controlarlos
Los niveles altos de colesterol LDL o triglicéridos en sangre son un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Afortunadamente, incorporando hábitos saludables se los pueden mantener bajo control:
Aunque el ajo (Allium sativum L.) es ampliamente reconocido como un alimento y condimento que se utiliza a lo largo del mundo, cuenta con una larga tradición medicinal, que se remonta a la Antigua Grecia. Esto se debe a que es rico en agua, carbohidratos, vitaminas, especialmente B y C, y minerales, como calcio, fosforo, magnesio o potasio, además de otros compuestos como la alicina. Entre sus principales bondades se destacan sus propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias, y antioxidantes. Sin embargo, un reciente beneficio que se sumó a la lista es la posibilidad de proteger la salud cardiovascular. Esto se conoció tras que diferentes estudios, como los publicados en Journal of the Science of Food and Agriculture, o Chinese Journal of Natural Medicines, hallaran tras analizar distintos ensayos clínicos, que la ingesta regular de ajo, especialmente en polvo o extracto, se vinculó a una mejor salud cardiovascular. Específicamente, una reducción de los niveles de colesterol LDL y triglicéridos en sangre.
También se asoció a una disminución del endurecimiento de las arterias, afección denominada aterosclerosis. Según la evidencia científica disponible, esto puede deberse a distintos motivos:
Sin embargo, aún son necesarios más estudios para comprender los mecanismos detrás de esta asociación.
Cuáles son los niveles normales
Incluir ajo en la dieta, junto a la incorporación de otros hábitos saludables, puede ser de ayuda para mantener bajo control los niveles de colesterol o triglicéridos en sangre, pero ¿sabes cuáles son las medidas que se consideran normales? Estas se miden en miligramos (mg) por decilitro (dl) de sangre y varían según los triglicéridos o el tipo de colesterol:
Los valores para el colesterol total son los siguientes:
Los valores para el colesterol LDL o ‘malo’ son los siguientes:
Los valores para el colesterol HDL o ‘bueno’ son los siguientes:
Los valores para los triglicéridos son los siguientes:
Es muy importante que el ajo se consuma crudo, ya que la cocción destruye su capacidad de producir alicina, sustancia a la que se le atribuyen la mayoría de sus bondades. Si esto te resulta difícil por el olor puedes picarlo y dejarlo reposar por 15 minutos antes de usarlo en alimentos o con fines medicinales. De esta forma, podrás aprovecharlo al máximo para controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, así como el resto de sus propiedades. TV
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