Las
proteínas son macronutrientes que mejoran la función del metabolismo, y ayudan
a reducir el apetito y la grasa corporal. Una sencilla y efectiva forma de
obtenerlas es mediante batidos, que en los últimos años se han promocionados
como opciones ideales para perder peso, pero ¿qué tan efectivos son? Aquí
repasamos la evidencia disponible.
Los
batidos de proteínas son bebidas que se preparan al mezclar proteínas en polvo
con agua u otro líquido, como leche. Esta combinación dependerá del objetivo
que se persiga, ya que, al mezclarse con agua se obtiene una absorción más
rápida y una menor cantidad de calorías, mientras que con leche aumenta el
valor calórico y el período de absorción.
Normalmente,
la mayoría de las personas no necesitan estos batidos para satisfacer el
consumo diario recomendado de proteínas, aunque estos productos pueden ser
útiles para quienes tienen deficiencias o problemas para obtener suficientes
proteínas en sus comidas.
Es
importante entender que los batidos de proteínas son complementos dietéticos,
por lo que nunca deben utilizarse como sustitos de las comidas para obtener
proteínas.
Existen
distintos polvos para preparar batidos de proteínas que puedes conseguir en
tiendas naturistas o portales de compra online, aunque se recomienda consultar
a un profesional de la salud antes de incluir estos productos en tu dieta. Este
determinará, en primer lugar, si los batidos de proteínas son necesarios en tu
alimentación. También cuáles debes consumir, cómo hacerlo y qué dieta y rutina
de ejercicios debes incorporar para aprovecharlos.
Batidos de proteínas
Existen
distintos tipos de polvos para preparar batidos de proteínas, entre los que se
destacan:
De origen animal
·
Proteína de suero: a base de lácteos, contiene todos los aminoácidos
esenciales y es de absorción rápida.
·
Proteína de caseína: a base de lácteos, contiene todos los aminoácidos
esenciales y es de absorción lenta.
·
Proteína de carne: contiene todos los aminoácidos esenciales, y suele
ser una opción muy elegida entre quienes tienen intolerancia a la lactosa.
·
Proteína de huevo: se caracteriza por un buen valor nutricional y
absorción media.
De origen vegetal
·
Proteína de soja: contiene todos los aminoácidos esenciales, y también
se destaca su contenido en compuestos beneficiosos llamados isoflavonas de
soja.
·
Proteína de guisante: contiene todos los aminoácidos esenciales. Suele ser
una opción muy elegida entre quienes son alérgicos a la soya o trigo.
·
Proteína de cáñamo: contiene todos los aminoácidos esenciales, también es
rica en ácidos grasos Omega 3 y 6, y se destaca su riqueza en arginina.
·
Proteína de arroz: tiene un menor contenido del aminoácido esencial
lisina que las otras opciones.
La
elección de cada tipo de proteína para preparar los batidos dependerá de las
condiciones de cada persona: alergias, intolerancias, o preferencias
alimenticias (libre o no de productos de origen animal). Un profesional de la
salud determinará cuál es la mejor opción.
Muchas
veces se destaca que algunas de estas opciones son más ‘completas’ que otras.
Por ejemplo, las proteínas de arroz y cáñamo a menudo se consideran menos
alergénicas, aunque tienden a ser bajas en el aminoácido esencial lisina. Sin
embargo, los expertos afirman que siempre que estos batidos funcionen como
complementos de una dieta rica y variada en fuentes de proteínas, esas
deficiencias no deberían representar ningún problema.
¿Ayudan a perder peso?
En
los últimos años distintas celebridades o figuras del ámbito de la salud
comenzaron a resaltar los beneficios de consumir batidos de proteínas. Una de
las principales bondades señaladas era un mejor control (o incluso pérdida) del
peso corporal. Distintas investigaciones han corroborado estas afirmaciones,
señalando que las proteínas suelen ayudar a incrementar la sensación de
saciedad y mantenerla por más tiempo en comparación con otros macronutrientes. En
parte, esto se debe a que estimula la liberación de las hormonas de la saciedad
GLP-1 y PYY. La evidencia que respalda este proceso proviene de distintos
trabajos que analizaron como la ingesta de desayunos o almuerzos ricos en
proteínas significó una menor ingesta calórica durante en día, en comparación
con otras alimentaciones. Sin embargo, no son muchos los estudios que se
centraron en los batidos de proteínas. Un ejemplo es el trabajo publicado
en Nutrients, que encontró que mujeres jóvenes con obesidad que
bebieron batidos de proteína de suero, redujeron su apetito. Sin embargo, la
muestra fue demasiado pequeña, ya que solo eran 9 participantes.
Otro
trabajo, publicado en Nutrition Journal, halló tras estudiar a 32
hombres, que beber 20 g de caseína y proteína de guisante 30 minutos antes de
una comida aumentaba la saciedad y reducía la cantidad de alimentos ingeridos. Por
este motivo, los expertos señalan que, si bien los batidos se muestran útiles
para ayudar a controlar y perder peso debido a que aumentan la saciedad, deben
complementarse con dietas nutritivas, ejercicio regular y hábitos saludables.
Precauciones
Dependiendo
su peso y salud general, un adulto promedio necesita entre 46 y 56 g de
proteínas por día. Por ello, se aconseja controlar la información de los
productos que se compren para preparar los batidos de proteínas y conocer la
dosis adecuada.
Debido
a que los polvos para batidos de proteínas no se someten a los mismos controles
que reciben, por ejemplo, los medicamentos, es imposible conocer con certeza
que contiene. Los expertos también resaltan que se debe tener cuidado con:
·
Presencia de ingredientes
activos en los suplementos con fuertes efectos biológicos sobre el cuerpo.
·
Consumo excesivo de los
suplementos, para obtener mejores y más rápidos resultados.
·
Combinación inadecuada entre
suplementos.
·
Combinación de suplementos con
medicamentos.
·
Sustituir medicamentos por
suplementos.
Para
no correr peligro cuando uses suplementos debes tener en cuenta distintas
medidas de seguridad. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de
EEUU, comparte estos consejos para que el usuario conozca los suplementos y no
caiga en el uso inadecuado de los mismos:
·
Si buscas suplementos en
Internet, usa sitios no comerciales, como Instituto Nacional de Salud, FDA, o
Departamento Federal de Agricultura. De esta forma, no dependerás de la
información ofrecida por vendedores.
·
Permítete dudar cuando las
declaraciones son demasiado buenas para ser ciertas, como: “funciona mejor que
un medicamento recetado”, “totalmente seguro” o “carece de efectos secundarios”.
·
Recuerda, natural no siempre
significa seguro.
Para recordar:
Hasta
contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en
humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y
suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus
medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales
efectos de las terapias alternativas o complementarias. Recuerda, las
propiedades medicinales de las hierbas y suplementos también pueden interactuar
con los fármacos recetados, con otras hierbas y suplementos, e incluso alterar
tu dieta. TV
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