Las peras, junto a las manzanas y los plátanos, son las
frutas más consumidas en el mundo. Y si bien son reconocidas por usarse en
platillos a lo largo del mundo, han sido estudiadas desde la antigüedad para
tratar o prevenir enfermedades y lesiones muy diversas. En China, una de sus
regiones de origen, se asocia a la pera con la longevidad, debido a que crecen
en el peral o Pyrus, un árbol caracterizado por su fuerza y resistencia a las
sequías.
Las peras son reconocidas por ser más angostas a partir del tallo,
ensanchándose hacia su parte inferior. Su color puede variar entre diferentes
tonalidades de amarillo, rojo y verde. Actualmente, se registran casi 4.000
especies de perales, aunque solo 30 ofrecen frutos carnosos. Entre ellas,
podemos encontrar las peras Beurré d'Anjou, Red Bartlett, Beurré Bosc, Clapp's
Favorite, Red Clapp's o Doyenne du Comice. Sin embargo, las que se producen en
mayor cantidad son las de tipo Bartlett.
Puedes comer las peras crudas, en ensaladas, tartas o
postres. También la puedes conseguir en dulces y mermeladas, compotas (peras al
vino) e incluso en bebidas, como jugos, refrescos o sidra, también llamada
perada. Los nutricionistas aconsejan comer una pera por día, pero si lo deseas
puedes extender su consumo hasta tres.
Beneficios saludables
Debido a que es la fruta menos alergénica y más fácil de digerir,
diferentes investigaciones se concentraron en estudiar sus propiedades y sus
usos en la medicina. La evidencia disponible señala que las vitaminas y
minerales que ofrece la pera la vuelve una excelente opción para equilibrar
nuestra dieta y obtener distintos beneficios:
Contra la diabetes: En más de una ocasión se asoció el consumo de una sustancia llamada
antocianina con un menor riesgo de diabetes tipo 2. Este compuesto puede
hallarse en las peras rojas. Además, la fibra de esta fruta ralentiza la
digestión, lo que ayuda al cuerpo a absorber mejor los nutrientes y regular los
niveles de azúcar en sangre.
Ayuda al corazón: Gracias a su alto contenido de fibra, potasio y antioxidantes, como la
quercetina, las peras ayudan a combatir diferentes factores de riesgo de los
problemas cardiovasculares, como presión arterial, niveles de colesterol,
inflamación y rigidez del tejido cardíaco. Además, el consumo de frutas con
pulpa blanca se asocia a un menor riesgo de ACV.
Para bajar de peso: Generalmente las frutas tienen la imagen de alimento saludable por
excelencia, sin embargo, algunas de ellas son altas en calorías. Este no es el
caso de las peras, que solo contienen 100 calorías por unidad, es decir, el 5%
del consumo diario recomendado. Además, su gran cantidad de fibra aumenta la
sensación de saciedad.
Desintoxicantes: Las peras están conformadas en un 80% por agua, la cual resulta útil
para hidratarnos y ayudar a los riñones a eliminar las toxinas del cuerpo.
Además de esta acción diurética, su rico contenido de fibra otorga consistencia
a las heces y facilita su transporte por los intestinos, previniendo los
problemas gastrointestinales.
Anticancerígenas: Distintas investigaciones encontraron que las peras pueden ofrecer
propiedades anticancerígenas gracias a su contenido de vitamina A y C, y
compuestos flavonoides como el betacaroteno, zeaxantina y luteína. Estos son
esenciales para mejorar las defensas y combatir el daños que los radicales
libres, moléculas inestables, causan en las células sanas.
Fortalecen las defensas: Por su rico contenido de antioxidantes y vitamina C, el consumo de pera
se alza como una atractiva opción para estimular la producción de glóbulos
blancos. Esto favorece el funcionamiento del sistema inmunitario, y aumenta las
defensas contra distintas afecciones, como el resfriado común o la gripe.
Antiinflamatorias: Varias revisiones hallaron que gracias a la presencia de minerales, como
el cobre, y vitaminas, como la C y K, las peras poseen propiedades
antiinflamatorias. Si bien la inflamación es una respuesta inmune normal, puede
convertirse en un peligro cuando se vuelve crónica, aumentando el riesgo de
enfermedades cardíacas y diabetes.
Precauciones
Los expertos siempre recomiendan incorporar una dieta variada en contraposición
a una concentrada en alimentos individuales, incluso si estos son saludables.
En el caso de las peras, el consumo excesivo se asoció al aumento de gases,
dolor abdominal, hinchazón y diarrea. Los nutricionistas creen que esto se debe
a su rico contenido de fructosa. TV
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