¿Alguna
vez tuviste sueño durante el día a pesar de haber dormido las 7 u 8 horas
recomendadas por la noche? Este es un problema muy común que puede deberse a
muchos factores, incluida la ansiedad o el estrés. Sin embargo, cuando los
episodios se vuelven recurrentes y se extienden durante al menos un mes, podría
tratarse de hipersomnia. Aquí te contamos todo sobre este trastorno y cómo
puedes tratarlo.
La
hipersomnia o hipersomnio es una afección en la que la persona siente
somnolencia excesiva durante el día, incluso después de largos períodos de
sueño. Este trastorno también se conoce como somnolencia diurna
excesiva, y se estima que entre 4 y 6% de la población lo padece. Si bien el
cansancio que provoca puede obligarte a querer dormir en lugares poco
frecuentes, como el trabajo o fuera de casa, no debe confundirse con
la narcolepsia, una afección neurológica que causa ataques repentinos de
sueño no prevenibles durante el día. Las personas con hipersomnia pueden permanecer
despiertas solas, aunque se sienten fatigadas.
Dependiendo
la relación con otras afecciones médicas, la hipersomnia puede ser primaria o
secundaria. La primaria se caracteriza por la fatiga excesiva sin la
intervención de otro factor médico. La secundaria, en cambio, suele deberse a
otros problemas, como insuficiencia renal, síndrome de fatiga crónica,
enfermedad de Alzheimer, apnea del sueño, enfermedades cardíacas, o una baja
función tiroidea.
Se
cree que esta afección surge como resultado de una serie de problemas en los
sistemas cerebrales encargados de controlar las funciones de vigilia y el
sueño. La American Sleep Association (ASA) informa que es más común en los
hombres que en las mujeres. También puede deberse al uso de ciertos medicamentos
que entre sus efectos secundarios se encuentre la somnolencia, el consumo
frecuente de drogas o alcohol, o sufrir lesiones en la cabeza. Sus
principales síntomas son: ansiedad, dificultad para recordar, inquietud,
irritabilidad, pensamiento o habla lenta, pérdida de apetito y poca o nula
energía.
Cómo tratarla
Los
investigadores advierten que no existe una forma precisa de prevenir la
hipersomnia, aunque adoptar ciertas medidas puede ayudar a reducir su
incidencia, como, por ejemplo, creando ambientes agradables para descansar o
evitando el uso de estupefacientes. Si tienes dudas sobre los efectos que un
medicamento puede estar causando, puedes consultarlo con tu doctor, pero nunca
dejes de tomarlo por decisión propia.
La
hipersomnia no es una afección potencialmente mortal, aunque si es capaz de
afectar la calidad de vida de una persona. Si interfiere en el desarrollo de tu
rutina, deberás consultar a un profesional. La Clínica Mayo señala
que probablemente el médico solicite varias pruebas para diagnosticar el
trastorno, determinar la causa y descartar otras enfermedades:
·
Diario del sueño: se usa para registrar los horarios en que duermes y
en los que estás despierto, a fin de que puedas indicar cuáles son tus patrones
de sueño.
·
Escala de somnolencia de Epworth: es una herramienta que sirve para clasificar el grado
de somnolencia, y así ayudar a determinar de qué manera el sueño afecta tu vida
cotidiana.
·
Polisomnografía: para realizar esta prueba debes permanecer en un
centro de sueño durante una noche. Se utiliza aparato llamado polisomnógrafo
para supervisar la actividad cerebral, los movimientos oculares y de las
piernas, la frecuencia cardíaca, las funciones respiratorias y los niveles de
oxígeno mientras duermes.
·
Prueba de latencia múltiple del sueño: esta prueba mide la somnolencia, así como los tipos y
las etapas del sueño que atraviesas durante las siestas diurnas. Generalmente
se realiza el día posterior a la polisomnografía.
Dado
que las causas específicas de este trastorno son desconocidas, el tratamiento
suele orientarse a aliviar los síntomas. Es posible que te receten
medicamentos estimulantes, como modafinilo, anfetaminas o metilfenidato,
para ayudarte a mantenerte despierto durante el día.
Los
cambios en el estilo de vida también son una parte fundamental en el proceso de
tratamiento. Los profesionales recomiendan:
·
Adoptar horarios de sueño
regulares.
·
No beber alcohol por la noche.
·
Evitar el consumo de drogas.
·
Alimentarte correctamente, es
decir, incluir una dieta rica en frutas, vegetales, cereales y semillas.
De
esta forma obtendrás energía de forma natural para lograr un óptimo
funcionamiento durante el día, tanto a nivel físico como mental. TV
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