Los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomendaron el
viernes 19 de noviembre que todos los adultos de 18 años y más completamente
vacunados en los Estados Unidos reciban una dosis de refuerzo de la vacuna
contra COVID, ya sea de Pfizer o de Moderna. El mismo viernes más temprano, la
Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) había hecho la misma
recomendación. Las recomendaciones se aceleran mientras una nueva ola de casos
está registrándose en distintas partes del país.
En
los Estados Unidos todavía hay 47 millones de adultos que no han recibido
ninguna dosis de la vacuna contra COVID. Las autoridades de salud están
implorando a las personas que se vacunen, ya que una mayor inmunización lleva a
una mayor inmunidad colectiva, que debilita la transmisión viral. Científicos
ya han comprobado que la inmunidad que ofrecen las vacunas contra COVID baja
con el tiempo, y los refuerzos (boosters, en inglés) logran mejorar la
inmunidad.
Las
siguientes preguntas y respuestas clarifican dudas sobre los refuerzos de las
vacunas contra COVID.
¿Por qué necesitaría un refuerzo de la vacuna contra COVID-19?
Todo depende
de tu estado de salud, si trabajas en un entorno de riesgo como un hospital o
un hogar de vida asistida, o si tienes una condición preexistente o una
enfermedad que afecta tu sistema inmune, o vives con alguien en esta situación
médica. Si no estás seguro de si el trastorno que padeces afecta el sistema de
defensas de tu organismo, habla con tu médico, quien te aconsejará sobre el
mejor paso a seguir, y si te beneficiaría una dosis de refuerzo.
¿Por qué hace falta un refuerzo? ¿No es suficiente ya haberse vacunado?
El
coronavirus que causa COVID-19 es un virus nuevo, al que los científicos están
siguiendo de cerca, investigando sus variantes y desarrollando respuestas
terapéuticas y de inmunización. Una de las grandes preguntas es los cambios en
la genética del virus hará que la vacuna contra COVID-19 sea estacional, como
la de la gripe. Como estas son investigaciones en curso, a medida que va
surgiendo nueva información se va decidiendo el curso de acción. Hasta
ahora, los estudios muestran que después de vacunarse contra COVID-19, la
protección contra el virus puede disminuir con el tiempo y ser menos
efectiva para proteger contra la variante delta. La evidencia también
muestra que entre los trabajadores de salud y otros trabajadores de primera
línea, la efectividad de la vacuna va disminuyendo con el tiempo. Esta baja en
la efectividad probablemente tiene que ver con la aparición de nuevas
variantes, como delta y mu. Por eso, justamente, es importante el refuerzo de
la vacuna: para ‘recordarle’ al sistema inmune que hay un enemigo ante el cual
tiene que reaccionar.
Según las autoridades de salud, ¿quiénes deberían tener la dosis de
refuerzo?
Los
Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración
de Drogas y Alimentos (FDA) acaban de emitir una recomendación de que todos los
adultos de 18 años y más ya vacunados reciban la tercera dosis de refuerzo.
Ponen énfasis en las personas que:
·
Viven en instalaciones de
cuidado de largo plazo
·
Tienen afecciones subyacentes
·
Trabajan en entornos de alto
riesgo
·
Viven en entornos de alto
riesgo
A
lo largo de los más de 18 meses de pandemia, la investigación científica ha
comprobado que muchas personas con sistemas inmunes débiles no tienen la
capacidad de crear una protección completa al ser vacunadas contra COVID. A diferencia
de lo que ocurre con la gente saludable, en personas enfermas, las vacunas no
producen suficientes anticuerpos protectores luego de recibir las dos
dosis. Esto los deja particularmente vulnerables a contraer la infección,
especialmente con variantes más contagiosas circulando, como delta y mu.
¿Qué significa que una persona puede “mezclar y combinar" (mix and
match) a la hora de ponerse el refuerzo de la vacuna contra COVID?
Esto
significa que la dosis de refuerzo puede no ser de la misma marca que se usó
para la inmunización original. Esta recomendación generó algo de confusión ya
que cuando se comenzaron a aplicar las vacunas contra COVID-19 se había dicho
que era mejor no mezclar. Sin embargo, la investigación científica demostró que
la combinación incluso podía generar una mejor respuesta inmune. De hecho,
por ejemplo en Canadá, Alemania, España y Francia, se utilizaron diferentes
marcas para las primeras dos dosis. Básicamente, las vacunas actúan igual:
educando al sistema inmune para que reconozca al coronavirus y lo destruya. Darle dos dosis
diferentes, con dos formulaciones distintas, es como mostrarle dos fotos del
mismo virus, pero de distinto ángulo, aseguran expertos. Es como ayudarle al
sistema inmune a reconocer un agente patógeno de diferentes maneras.
¿Hay
algún riesgo? Los científicos concuerdan en que no. Un estudio de los
Institutos Nacionales de Salud de los estados Unidos mostró que si las
personas que se habían aplicado la vacuna de dosis única de Johnson &
Johnson, obtenían una respuesta inmune más potente si el refuerzo era de Pfizer
o Moderna.
¿Cuál es la diferencia entre refuerzo y tercera dosis?
Las
vacunas son básicamente las mismas, pero el término es diferente dependiendo de
quién la reciba.
La
tercera dosis se aplica a las personas de los grupos mencionados arriba, que
están completamente vacunadas pero tienen una inmunidad ya comprometida. La
recomendación es que reciban la tercera dosis de la vacuna contra COVID al
menos 28 días después de la segunda dosis.
El
refuerzo de la vacuna es para las personas saludables y no necesita
administrarse tan cerca de la segunda dosis, de hecho se han mencionado hasta
ocho meses después de que la persona esté completamente vacunada.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la vacuna de refuerzo?
Los
estudios indican que son similares a los de las primeras dosis, e incluyen:
posible dolor en el lugar de la inyección, y eventualmente molestia general y
algo de fiebre en pocos casos. HD
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