La tiroides, con su producción de hormonas, es una glándula que influye
en muchos procesos que se desarrollan en el cuerpo. Y, cuando hay problemas,
estos pueden manifestarse de muy diversas formas. Es que se trata de una de las
glándulas más importantes del sistema endócrino, que se encuentra situada en la
región anterior del cuello y es la responsable de producir y liberar las
hormonas tiroideas (T4 y T3) que, a través del torrente sanguíneo, llegan a
todos los tejidos del organismo.
Las hormonas tiroideas intervienen en el consumo de energía, el
mantenimiento de la temperatura corporal y otras funciones corporales conocidas
como el metabolismo, permitiendo el funcionamiento normal de los distintos órganos.
Al exceso de hormonas tiroideas en sangre se lo denomina hipertiroidismo. Las
causas del mismo pueden deberse a factores endógenos o exógenos. Dentro de
estos se identifican dos situaciones:
·
Producción y
liberación en mayor cantidad a lo normal de hormonas tiroideas por
hiperactividad de la glándula.
·
Liberación de
las hormonas tiroideas almacenadas sin aumento de la producción y sin
hiperactividad glandular.
Los factores exógenos están relacionados con la ingesta de hormonas
tiroideas mayor a la necesaria. Suele observarse en pacientes hipotiroideos
bajo tratamiento con levotiroxina u otros casos relacionados con el consumo de
preparados que contengan hormona tiroidea.
Los
síntomas del hipertiroidismo
Algunos de los principales síntomas del hipertiroidismo son: cansancio o
nerviosismo, apatía o arritmia cardíaca. A esos se le suma uno nuevo, según la
Asociación Profesional de Medicina Nuclear Alemana: la falta de sueño o
insomnio. Además, quienes lo padecen, puede sufrir fatiga, aumento del apetito,
pérdida de peso, depresión y apatía, así como una disminución del rendimiento
intelectual.
«Cabe destacar que las pérdidas inexplicables de peso, el nerviosismo,
las perturbaciones en el sueño y en el ritmo cardíaco pueden ser posibles
señales de hipertiroidismo. La dificultad para tragar, la ronquera persistente
o el engrosamiento de la garganta también puede estar relacionado con la
glándula tiroidea. El consejo es consultar siempre con un médico para
determinar si el pequeño órgano puede ser el causante de este tipo de
síntomas», advirtieron en la DPA (Deutsche Presse-Agentur GmbH), especialistas de la
Asociación Profesional de Medicina Nuclear Alemana.
Las enfermedades tiroideas se incrementan con el aumento de la edad,
según indicó la asociación, a la vez que detalló que las mujeres se ven más
frecuentemente afectadas que los hombres. La presentación de hipertiroidismo
clínico y subclínico en la población general es de 5 a 15 casos por cada
100.000 habitantes, siendo más frecuente en aquellos que tienen antecedentes
familiares de enfermedad tiroidea.
Cómo
distinguir el hipertiroidismo
Las hormonas tiroideas intervienen en el metabolismo. Su exceso lo acelera.
Los síntomas comienzan lentamente, al inicio pueden confundirse con
nerviosismo, estrés, problemas cardíacos o incluso trastornos psiquiátricos.
·
Nerviosismo,
irritabilidad, ansiedad, insomnio, labilidad emocional.
·
Aumento de
calor y sudoración.
·
Palpitaciones
o arritmias.
·
Temblor y
debilidad muscular.
·
Pérdida de
peso.
·
Piel fina,
pelo fino y quebradizo.
·
Aumento del
tránsito intestinal y en algunos casos diarrea.
·
Alteración
del ciclo menstrual.
·
Otros
síntomas o signos pueden ser específicos de la causa del hipertiroidismo como
el aumento de la apertura palpebral o protrusión ocular.
Causas
del hipertiroidismo
La causa más frecuente de hipertiroidismo es la Enfermedad de Graves,
aproximadamente 70% de los casos. Se debe a la presencia en sangre de anticuerpos
que estimulan la glándula tiroidea llevando a una mayor producción de hormonas
tiroideas y aumento de tamaño de la glándula (conocido como bocio difuso).
En el 50% de los pacientes estos anticuerpos provocan que se depositen
sustancias retro-oculares con el consecuente exoftalmos (protrusión ocular).
Esta causa es más frecuente en mujeres, en personas jóvenes y en aquellos con
antecedentes familiares de afectación tiroidea. Se cree que el estrés es un
factor desencadenante importante en pacientes predispuestos a esta patología. BP
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