Un nuevo estudio ha demostrado
que los alérgenos que se encuentran en la carne roja están relacionados con la
acumulación de placa dañina en las arterias del corazón humano. Se sabe desde
hace mucho tiempo que las grasas saturadas contenidas en la carne roja son
responsables de enfermedades cardíacas en personas de todo el mundo, pero el
nuevo estudio marca la primera vez que los alérgenos de la carne roja pueden
aumentar el riesgo de contraerla.
El estudio, que fue publicado
en la revista Arteriosclerosis,
Thrombosis, and Vascular Biology y realizado en el Sistema de Salud de la
Universidad de Virginia en Charlottesville, arrojó luz sobre cómo los alérgenos
de la carne roja, afectan la salud humana. El investigador principal, Coleen
McNamara, dijo: “Este nuevo hallazgo de un pequeño grupo de sujetos de Virginia
plantea la intrigante posibilidad de que la alergia a la carne roja puede ser
un factor poco reconocido en las enfermedades cardíacas. Estos hallazgos
preliminares subrayan la necesidad de más estudios clínicos en poblaciones más
grandes de diversas regiones geográficas y trabajo de laboratorio adicional”.
Se cree que alrededor del 1%
de todas las personas son alérgicas a la carne roja, y se cree que hasta el 20%
de todas las personas son alérgicas a la carne roja sin presentar ningún
síntoma de alergia. Se han realizado muchos estudios sobre alergias
alimentarias en el pasado, y todos ellos relacionan la causa de las alergias
alimentarias con una reacción alérgica letal llamada anafilaxia. Este último es
responsable de la constricción de las vías respiratorias, lo que a su vez hace
que la presión arterial baje peligrosamente.
Otro estudio relacionado con
alérgenos publicado en 2017 reveló que la alergia se produce debido a la
presencia de alfa-gal 3, que también se conoce como 3-galactosa o
galactosa-α-1. Es una molécula de azúcar que se encuentra más comúnmente en la
carne de cerdo, ternera, cordero y otros tipos de carnes rojas.
Un hallazgo bastante alarmante
de la investigación es que las alergias causadas por el consumo de carne roja
generalmente se manifiestan entre tres y seis horas después de comer, lo que
podría significar que es posible que no se dé cuenta de inmediato de los
efectos de la alergia y, por lo tanto, demore más de lo debido.
Se necesitan más estudios para
corroborar estos hallazgos iniciales, sin embargo, ya han proporcionado un
incentivo para desarrollar un nuevo enfoque para prevenir y tratar las
enfermedades cardíacas en un subgrupo de personas sensibilizadas a la carne roja.
La investigación deja claro que el consumo de carnes rojas puede considerarse
un factor fundamental para el riesgo dietético de enfermedades
cardiometabólicas. Las condiciones también pueden verse afectadas por el
alcance del procesamiento de la carne, el período de conservación y los tipos
de conservación necesarios. JQR
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