Las
uñas están formadas principalmente por células muertas endurecidas. Al igual
que otras partes del cuerpo, pueden verse afectadas por distintas afecciones.
Una de ellas son las famosas líneas o estrías, que, aunque suelen ser
inofensivas, generan preocupación e incomodidad. Se conoce como líneas o
estrías a los pequeños surcos que atraviesan a las uñas. Estas pueden ser:
Verticales: También
llamadas líneas de Muehrcke, los surcos son prácticamente nulos, van de arriba
hacia abajo y presentan un color pálido o blanquecino. Suelen ser un signo de
bajos niveles de proteína en sangre, como resultado de una enfermedad hepática
o mala nutrición. Por ejemplo, la anemia por
deficiencia de hierro no solo provoca los surcos en las uñas, sino también
cambios en su forma, haciéndolas cóncavas o con forma de cuchara. Cuando
las líneas no presentan un color, pero los surcos son más profundos, pueden
deberse a la desaceleración en el recambio celular de la uña que ocurre
naturalmente a medida que envejecemos.
Horizontales: Aunque menos común, puede ocurrir que las líneas se
presenten de lado a lado en las uñas. Esto se conoce como líneas de Beau y a
menudo son síntomas de una afección grave, como:
·
Desnutrición: déficits de
minerales, como calcio o zinc, vitaminas, como A o B, y proteínas.
·
Deshidratación.
·
Diabetes.
·
Enfermedades cutáneas: como
eccema o psoriasis.
·
Enfermedad de tiroides.
·
Enfermedades renales.
·
Lesiones.
·
Sífilis.
Algunos
tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, también pueden causar
líneas de Beau.
Cómo eliminar las líneas en las uñas
Es
importante recurrir a un dermatólogo cuando se presenten modificaciones en las
uñas. Este realizará un diagnóstico y determinará el mejor tratamiento, que,
generalmente, suele estar destinado a controlar la afección que provoca los
surcos. Puedes complementar las recomendaciones del profesional de la salud con
las siguientes medidas:
Mantener una alimentación saludable: Las líneas o surcos en las uñas pueden deberse a una
mala nutrición. Frente a esta situación, los expertos coinciden en que lo mejor
es incorporar una dieta rica en carbohidratos saludables, como
frutas, vegetales y cereales, grasas mono y poliinsaturadas, como
aguacate, frutos secos o aceite de oliva, y proteínas, como frijoles y
carnes magras. También se aconseja prestar
especial atención a los quesos, lácteos, yogures, pescado, champiñones,
espinacas, huevos, pepinos, cebolla y ajo. ¿El motivo? Son alimentos que se
asocian a que las uñas crezcan sanas y fuertes.
Hidratarte correctamente: Hidratarse correctamente no solo significa beber entre
2 y 2 ½ litros de agua mineral al día. Usar cremas o aceites
humectantes ayuda a fortalecer la piel y, por consiguiente, proteger la
queratina de las uñas. Los expertos suelen recomendar
humectantes que contengan ceramidas o alfa hidroxiácidos, y aplicarlos,
preferentemente, antes de dormir. Sin embargo, lo mejor será consultar a un
dermatólogo para saber cuál es la mejor opción para tu caso.
Higiene y hábitos saludables: Mantener una buen higiene y cuidado de las uñas es
fundamental para prevenir la aparición de las líneas o surcos. Procura
mantenerlas relativamente cortas (no mucho) para evitar lesiones durante tu rutina.
Comienza haciendo un corte recto y luego redondea las puntas en una curva suave
con una lima fina.
Evita
morderte las uñas, ya que esto causa irregularidades en la superficie y las
debilita, favoreciendo las lesiones o surcos, o pellizcar y empujar la cutícula
hacia atrás.
Otros cuidados: En casos de debilidad o fragilidad se puede recurrir a
los endurecedores de uñas. Es importante que estos productos solo se usen bajo
recomendación y supervisión de un profesional, ya que los endurecedores de
venta libre pueden proporcionar fortaleza en primera instancia, pero a la larga
terminar por debilitar a la uña.
Otro producto que los dermatólogos recomiendan tras
evaluar las líneas, son los rellenos de uñas.
Con respecto al uso de esmaltes o quitaesmaltes, los
expertos señalan que, ante la aparición de líneas o surcos, muchas veces darles
un respiro a las uñas es la mejor opción. Intenta evitar el uso de estos
productos durante un par de meses para que las uñas crezcan y recuperen su
fuerza.
Otra
opción que puede resultar efectiva (solamente cuando la recomiende un
profesional) es el uso de suplementos, específicamente de biotina o vitamina
B7. Esta es una sustancia que cumple una función clave en el metabolismo de los
carbohidratos y grasas, y regula la expresión genética. Existen diferentes
estudios que hallaron que la biotina puede ser de ayuda para el crecimiento del
cabello y las uñas, así como fortalecer la placa ungueal. TV
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