Eremitas, 26 de Marzo
Elogio: En
el Monte Albano, en la Toscana, santos Baroncio y Desiderio, ermitaños.
País: Italia - †: s. VII
Después de
hacer una carrera en el mundo, Baroncio se retiró, con su joven hijo, alrededor
del año 675, a la Bahía de Lonray en Berry; pero aunque en un principio
manifestó haber distribuido todos sus bienes, conservó en secreto algunos de
ellos para su propio uso. Un día, después de maitines, fue repentinamente
atacado por violentos dolores, acompañados de gran dificultad para respirar y
cayó en un estado de coma que duró por muchas horas. Al recobrar el sentido,
describió una serie de extraordinarias visiones que había experimentado. Creyó
ver dos demonios que lo habían asido por la garganta y que lo habían
atormentado hasta la hora de tercia, pero que san Rafael acudió en su ayuda y
lo había librado de sus manos. En seguida fue llevado ante san Pedro y los
demonios lo habían acusado de pecados cometidos en su vida pasada, pero san
Pedro, que era también santo patrón del monasterio, lo había defendido y había
declarado que sus culpas ya habían sido expiadas, pero le impuso una penitencia
por su engaño en la distribución de sus propiedades. Después de haberlo enviado
a presenciar los tormentos del infierno, (donde Baroncio reconoció a ciertos
obispos que sufrían por su avaricia) y a esperar en el purgatorio, san Pedro le
había permitido regresar a su monasterio, dar el resto de sus propiedades a los
pobres y ser muy cuidadoso para no caer de nuevo en el pecado.
Profundamente impresionado por su experiencia, Baroncio hizo una peregrinación a la tumba del Apóstol en Roma y después se retiró a una ermita cerca de Pistoya, en compañía de otro monje llamado Desiderio. En 1018, se construyó un monasterio en el sitio donde los dos ermitaños habían vivido hasta su muerte, que fue dedicado a san Baroncio. Aunque es posible que este Baroncio eremita y el de la visión no fueran la misma persona.
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