Las primeras estimaciones mundiales revisadas por expertos sobre el
exceso de mortalidad calculan que 18,2 millones de personas pueden haber muerto
a causa de la pandemia de COVID-19 hasta el 31 de diciembre de 2021, lo que
indica que el número de víctimas podría ser más de tres veces superior al que
recogen los registros oficiales.
Se estima que las tasas de exceso de muertes han variado mucho entre los
países y dentro de las regiones, aunque la verdadera cifra de muertes de la
pandemia ha sido mucho mayor en algunos lugares -en particular en el sur de
Asia y África subsahariana- de lo que sugieren los registros oficiales de
muertes por COVID-19. Según
este análisis, publicado en The Lancet, es posible que hayan fallecido en todo el mundo el
triple de personas como consecuencia de la pandemia de lo que sugieren los
registros oficiales.
Mientras que la cifra oficial de muertes por COVID-19 fue de 5,9
millones entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021, el nuevo
estudio estima que se produjeron 18,2 millones de muertes en exceso durante el
mismo periodo, lo que sugiere que el impacto total de la pandemia puede haber
sido mucho mayor.
El exceso de muertes -la diferencia entre el número de muertes
registradas por todas las causas y el número esperado según las tendencias
anteriores- es una medida clave del verdadero número de muertes de la pandemia.
Aunque ha habido varios intentos de estimar el exceso de mortalidad del
COVID-19, la mayoría han tenido un alcance geográfico limitado por la
disponibilidad de datos.
El nuevo estudio proporciona las primeras estimaciones revisadas por
pares del exceso de muertes debido a la pandemia a nivel mundial y para 191 países
y territorios (y 252 lugares subnacionales como estados y provincias) entre el
1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021.
Se obtuvieron datos semanales o mensuales sobre las muertes por todas
las causas en 2021, 2020 y hasta 11 años anteriores para 74 países y 266
estados y provincias a través de búsquedas en sitios web gubernamentales, la
Base de Datos de Mortalidad Mundial, la Base de Datos de Mortalidad Humana y la
Oficina Europea de Estadística. Los datos se utilizaron en modelos para estimar
el exceso de mortalidad debido a la pandemia de COVID-19, incluso para los
lugares que no informan semanal o mensualmente de los datos de mortalidad.
La tasa de exceso de muertes se estima en 120 muertes por cada 100.000
habitantes a nivel mundial, y se calcula que 21 países tienen tasas de más de
300 muertes en exceso por cada 100.000 habitantes. Se calcula que las tasas de
exceso de muertes han variado drásticamente según el país y la región.
Las tasas de exceso de muertes más altas se estimaron en la América
Latina andina (512 muertes por cada 100.000 habitantes), Europa del Este (345
muertes por cada 100.000), Europa Central (316 muertes por cada 100.000),
África subsahariana meridional (309 muertes por cada 100.000) y América Latina
central (274 muertes por cada 100.000).
Se estima que varios lugares fuera de estas regiones tuvieron tasas
igualmente elevadas, como Líbano, Armenia, Túnez, Libia, varias regiones de
Italia y varios estados del sur de Estados Unidos. En marcado contraste, se
estima que algunos países tuvieron menos muertes de las esperadas según las
tendencias de mortalidad de años anteriores, como Islandia (48 muertes menos
por cada 100.000), Australia (38 muertes menos por cada 100.000) y Singapur (16
muertes menos por cada 100.000).
Con 5,3 millones de muertes en exceso, Asia meridional tuvo el mayor
número de muertes en exceso estimadas por COVID-19, seguida de África del Norte
y Oriente Medio (1,7 millones) y Europa del Este (1,4 millones).
Por países, el mayor número de muertes excesivas estimadas se produjo en
India (4,1 millones), Estados Unidos (1,1 millones), Rusia (1,1 millones),
México (798.000), Brasil (792.000), Indonesia (736.000) y Pakistán (664.000).
Estos siete países pueden haber representado más de la mitad del exceso
de muertes causadas por la pandemia en el periodo de 24 meses. Entre estos
países, las tasas de exceso de muertes fueron más altas en Rusia (375 muertes
por 100.000) y México (325 muertes por 100.000), y fueron similares en Brasil
(187 muertes por 100.000) y Estados Unidos (179 muertes por 100.000). Debido a
su gran población, se calcula que la India por sí sola representa el 22% del
total de muertes en el mundo.
El cálculo de la diferencia entre las estimaciones de exceso de muertes
y las muertes oficiales notificadas proporciona una medida de la
infravaloración del verdadero número de muertes de la pandemia. La relación
entre el exceso de muertes y las notificadas es mucho mayor en el sur de Asia
(el exceso de muertes es 9,5 veces mayor que las notificadas) y en el África
subsahariana (el exceso de muertes es 14,2 veces mayor que las notificadas) que
en otras regiones.
Las grandes diferencias entre el exceso de muertes y los registros
oficiales pueden ser el resultado de un infradiagnóstico debido a la falta de pruebas
y a problemas con la notificación de los datos de las muertes.
Según los autores, es crucial distinguir entre las muertes causadas
directamente por COVID-19 y las que se produjeron como resultado indirecto de
la pandemia. Los datos de los estudios iniciales sugieren que una proporción
significativa del exceso de muertes es resultado directo de COVID-19.
Sin embargo, también pueden haberse producido muertes indirectas por
causas como el suicidio o el consumo de drogas, debido a cambios de comportamiento
o a la falta de acceso a la asistencia sanitaria y otros servicios esenciales
durante la pandemia. El impacto de estos diversos factores variará según el
país y la región.
Hasta la fecha, sólo 36 países han publicado los datos sobre las causas
de muerte para 2020. A medida que se disponga de los datos de más países, será
posible determinar mejor cuántas muertes excesivas se debieron directamente al
COVID-19 y cuántas se produjeron como resultado indirecto de la pandemia o de
las respuestas a la misma.
El autor principal, Haidong Wang, del Instituto de Métricas y Evaluación
de Salud (Estados Unidos), explica que “entender el verdadero número de muertes
de la pandemia es vital para la toma de decisiones eficaces en materia de salud
pública. Los
estudios realizados en varios países, entre ellos Suecia y los Países Bajos,
sugieren que la COVID-19 fue la causa directa de la mayoría de las muertes
excesivas, pero en la actualidad no disponemos de pruebas suficientes para la
mayoría de los lugares -reconoce-. Más investigaciones ayudarán a revelar
cuántas muertes fueron causadas directamente por COVID-19, y cuántas ocurrieron
como resultado indirecto de la pandemia”. BP
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