La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por un incremento en el
porcentaje de grasa corporal cuya magnitud y distribución condiciona la salud
del individuo y determina, junto a otros factores de riesgo (presión alta,
colesterol elevado; tabaco, sedentarismo), mayor predisposición para contraer
enfermedad cardiovascular, diabetes y otras complicaciones a la salud.
«Las enfermedades crónicas no transmisibles constituyen la principal
amenaza para la salud y equivalen al 71% de las muertes que se producen en el
mundo por año. En Argentina estas enfermedades son responsables del 73% de las
muertes. Se estima que 1 de cada 5 muertes a nivel global son atribuibles a una
alimentación inadecuada. La obesidad en adultos es uno de los factores
determinantes que explican el crecimiento de las principales causas de
mortalidad y morbilidad en el mundo y se calcula que es causa de 4 millones de
muertes al año», señaló el Dr. Gustavo Frechtel, jefe de la División Nutrición
del Hospital de Clínicas.
¿Cómo
nos podemos dar cuenta cuando se padece de obesidad?
«A través del índice de masa corporal (IMC), que establece la relación
entre el peso de un individuo y el cuadrado de su talla. También la medición de
otros parámetros, como ser el perímetro de la cintura o el porcentaje de masa
grasa corporal, que son muy útiles al momento de evaluar nutricionalmente a un
individuo y establecer si presenta mayor riesgo de enfermedad cardiovascular u
otras enfermedades metabólicas como diabetes», resaltó el Dr. Frechtel.
En cuanto a las principales causas de esta enfermedad, el experto
explica que la mayoría son prevenibles e incluyen el exceso de calorías
aportadas por dietas con abundantes alimentos con alto grado de procesamiento
en su elaboración (ultraprocesados), el aumento de la ingesta de azúcares,
grasas, bebidas azucaradas, y la disminución del gasto de energía, como en el
caso de quienes tienen conductas sedentarias. A su vez, se deben añadir otros
factores como la predisposición genética y algunas enfermedades en particular.
«Sin duda que el confinamiento por cuarentena por la pandemia de
COVID-19 constituyó un factor importante en la alteración de hábitos
alimentarios saludables. Por otro lado, se redujo la actividad física y también
influyó la dificultad de accesibilidad al sistema de salud. Todas éstas causas
determinaron un aumento en la prevalencia del sobrepeso y la obesidad»,
advirtió el Dr. Frechtel.
De todas formas, la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo indica en
sus distintas ediciones que el consumo de frutas y vegetales permanece estable
y por debajo de las recomendaciones de al menos cinco porciones diarias. Sólo
el 6% consume las 5 porciones de frutas o verduras recomendadas. Respecto al
consumo de azúcar, nuestro país se encuentra en el cuarto lugar de mayor
consumo de azúcares en el mundo. Las bebidas azucaradas representan
aproximadamente el 40% de este consumo. En tanto, el consumo de sal en nuestro
país ronda los 11 gramos diarios, mientras que la recomendación de la OMS es de
hasta 5 gramos diarios.
La obesidad, precisa el especialista, puede llevar a complicaciones
metabólicas, como aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos, aumento
de la presión arterial, diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad
cerebrovascular, trastornos en el sueño, alteraciones osteoarticulares, etc. De
acuerdo a la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2018, la prevalencia
del exceso de peso por autoreporte fue mayor en hombres (68,5%), que en mujeres
(55%). El autoreporte de obesidad determinó que 1 de cada 4 argentinos tiene
obesidad.
Para prevenir la obesidad resultan fundamentales todas las
intervenciones tendientes a prevenir el exceso de peso, «ya sea en forma individual,
a través de controles clínicos periódicos, como a nivel poblacional. En 2016,
se creó el Programa Nacional de Alimentación Saludable, y se publicaron las
guías alimentarias para la población argentina que establecen estándares para
capacitación en educación alimentaria y para diseñar y poner en práctica,
políticas alimentarias», añadió el especialista.
Adquirir
nuevos hábitos
Los hábitos saludables que pueden ayudar a la prevención incluyen:
·
Realizar
cuatro ingestas por día, incluyendo alimentos variados: cereales, frutas,
vegetales, lácteos, huevos, carnes blancas y rojas, aceite de oliva.
·
Beber
abundante cantidad de líquidos, preferentemente agua.
·
Descanso
nocturno.
·
Realizar
caminatas diarias de 20/30 minutos en lugares abiertos y con fines recreativos.
Desde el 28 de marzo al 1 de abril de 9 a 12 hs en el Hospital de
Clínicas (Consultorios externos Sector A), se llevará adelante la Semana de la
Obesidad, una campaña gratuita y abierta al público en la que se propondrán
estudios de diagnóstico, talleres y charlas orientativas. BP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario