lunes, 30 de julio de 2018

Alergia a la penicilina: Síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento

La alergia a la penicilina es una reacción anormal del sistema inmunitario al medicamento antibiótico penicilina. La penicilina es recetada para tratar varias infecciones bacterianas.
Los signos y síntomas frecuentes de la alergia a la penicilina son entre otros urticaria, sarpullido y picazón. Una de las reacciones graves es la anafilaxia, una afección que puede poner en riesgo la vida y que afecta múltiples sistemas del cuerpo. La investigación ha demostrado que se han diagnosticado alergias a la penicilina de manera excesiva -un problema que puede derivar en el uso de tratamientos antibióticos menos adecuados y más costosos-. Por lo tanto, es necesario un diagnóstico preciso cuando se sospecha alergia a la penicilina para asegurar las mejores opciones de tratamiento.
Otros antibióticos, en particular aquellos con propiedades químicas similares a la penicilina, también pueden provocar reacciones alérgicas.

Síntomas
Los signos y síntomas de una alergia a la penicilina a menudo aparecen dentro de una hora después de haber tomado el medicamento. Con menor frecuencia, las reacciones pueden ocurrir horas, días o semanas más tarde.
Estos son algunos de los signos y síntomas de la alergia a la penicilina:
§  Erupción cutánea
§  Urticaria
§  Picazón
§  Fiebre
§  Hinchazón
§  Falta de aire
§  Sibilancia
§  Catarro
§  Ojos llorosos y con picazón
§  Anafilaxia

Anafilaxia
La anafilaxia es una reacción alérgica poco frecuente que pone en riesgo la vida y causa una disfunción generalizada de los sistemas del cuerpo. Los signos y síntomas de la anafilaxia son los siguientes:
§  Estrechamiento de las vías respiratorias y de la garganta, lo que genera dificultad para respirar
§  Náuseas y cólicos
§  Vómitos o diarrea
§  Mareos o aturdimiento
§  Pulso débil y acelerado
§  Caída de la presión arterial
§  Convulsiones
§  Pérdida del conocimiento

Otras afecciones causadas por la alergia a la penicilina
Las reacciones alérgicas a la penicilina menos frecuentes ocurren días o semanas después de la exposición al medicamento y pueden persistir durante un tiempo tras haber dejado de consumirla. Estas son algunas de ellas:
§  Enfermedad del suero, que puede causar fiebre, dolor en las articulaciones, erupciones, hinchazón y náuseas.
§  Anemia inducida por los medicamentos, reducción de los glóbulos rojos, lo que puede causar fatiga, latidos irregulares del corazón, falta de aire, y otros signos y síntomas.
§  Reacción a medicamentos con eosinofilia y con síntomas sistémicos, que ocasiona erupciones, recuento alto de glóbulos blancos, hinchazón generalizada, inflamación de los ganglios linfáticos y recurrencia de la infección por hepatitis latente.
§  Inflamación de los riñones (nefritis), que puede provocar fiebre, sangre en la orina, hinchazón generalizada, desorientación, y otros signos y síntomas.
§  Eventos adversos que no son reacciones alérgicas.
§  Puedes tener efectos secundarios de la penicilina (como sucede con otros medicamentos) que no sean una reacción alérgica al medicamento. Según el tipo de penicilina, los efectos secundarios más frecuentes son dolor de cabeza, picazón vaginal, náuseas o diarrea leves. Los signos o síntomas de una infección por la que te están tratando (o los síntomas no relacionados) también pueden confundirse con una reacción alérgica al medicamento.

Cuándo consultar al médico
Consulta con el médico lo antes posible si tienes signos o síntomas de alergia a la penicilina. Es importante comprender y conversar sobre qué es una reacción alérgica, qué es un efecto secundario típico y qué puedes tolerar al tomar un medicamento.
Llama al 911 o a un servicio de atención médica de urgencia si tienes signos de una reacción grave o una supuesta anafilaxia después de tomar penicilina.

Causas
La alergia a la penicilina ocurre cuando el sistema inmunitario se vuelve hipersensible al medicamento y reacciona por error como si el medicamento fuese una sustancia nociva, como si fuese una infección viral o bacteriana. Antes de que el sistema inmunitario pueda volverse sensible a la penicilina, debes exponerte al medicamento al menos una vez. Si el sistema inmunitario identifica por error a la penicilina como una sustancia perjudicial, crea un anticuerpo específico contra ese medicamento.
La próxima vez que tomes el medicamento, estos anticuerpos específicos lo detectarán y le indicarán al sistema inmunitario que ataque la sustancia. Las sustancias químicas que se liberan en esa actividad causan los signos y síntomas asociados a una reacción alérgica.
La exposición previa a la penicilina puede no ser evidente. Existe evidencia que indica que las cantidades mínimas de penicilina en los alimentos pueden ser suficientes para que el sistema inmunitario de una persona cree un anticuerpo para combatirla.

Penicilinas y medicamentos relacionados
Las penicilinas pertenecen a una clase de medicamentos antibacterianos llamados «antibióticos betalactámicos». Aunque los mecanismos de los medicamentos varían, generalmente, combaten las infecciones atacando las paredes de las células bacterianas. Además de las penicilinas, otros betalactámicos más frecuentemente asociados con reacciones alérgicas conforman un grupo llamado «cefalosporinas».
Si tuviste una reacción alérgica a un tipo de penicilina, es posible (pero no seguro) que tengas alergia a otros tipos de penicilinas o a algunas cefalosporinas.
Algunas penicilinas son las siguientes:
§  Amoxicilina
§  Ampicilina
§  Dicloxacilina
§  Nafcilina
§  Oxacilina
§  Penicilina G
§  Penicilina V
§  Piperacilina
§  Ticarcilina
Algunas cefalosporinas son:
§  Cefaclor
§  Cefadroxilo
§  Cefazolina
§  Cefdinir
§  Cefotetán
§  Cefprozil
§  Cefuroxima
§  Cefalexina
§  Cefepima

Factores de riesgo
Si bien cualquiera puede tener una reacción alérgica a la penicilina, algunos factores pueden aumentar el riesgo. Algunos de ellos son los siguientes:
§  Antecedentes de otras alergias, como la alergia alimentaria o la rinitis alérgica (fiebre del heno)
§  Reacción alérgica a otros medicamentos
§  Antecedentes familiares de alergia a medicamentos
§  La exposición continua a la penicilina debida a dosis altas o el uso reiterado o prolongado
§  Ciertas enfermedades comúnmente asociadas a las reacciones alérgicas a los medicamentos, como la infección por el VIH o el virus Epstein-Barr

Prevención
Si tienes alergia a la penicilina, la mejor prevención es evitar ese medicamento. Algunas medidas que puedes tomar para protegerte son las siguientes:
§  Informa a los trabajadores del cuidado de la salud. Asegúrate de que tu alergia a la penicilina o a otros antibióticos se identifique con claridad en tu expediente médico. Informa a otros proveedores de atención médica, como tu dentista u otro especialista médico.
§  Usa un brazalete. Usa un brazalete de alerta médica que identifique tu alergia a los medicamentos. Esta información puede garantizar el tratamiento adecuado en caso de emergencia.
§  Lleva epinefrina de emergencia. Si tu alergia causó anafilaxis o alguna otra reacción grave, es probable que el médico te recete una jeringa autoinyectable y un dispositivo de aguja (autoinyector de epinefrina). El médico u otro miembro del personal de la clínica te capacitarán en el uso del autoinyector.

Diagnóstico
Una exploración exhaustiva y pruebas de diagnóstico adecuadas son fundamentales para hacer diagnósticos precisos. Diagnosticar de manera incorrecta la alergia a la penicilina puede tener como resultado el uso de antibióticos menos adecuados y más costosos.
El médico te hará una exploración física, te hará preguntas sobre los síntomas e indicará pruebas adicionales. Es posible que te deriven a un especialista en alergias (alergólogo) para que te haga estas pruebas. Algunas de ellas pueden ser las siguientes.
Pruebas cutáneas
En una prueba cutánea, el alergólogo o el personal de enfermería, administra una pequeña cantidad de penicilina en la piel con una aguja diminuta. Una reacción positiva en la prueba provoca un bulto elevado rojo que pica.
Un resultado positivo indica una probabilidad alta de que tengas alergia a la penicilina. Un resultado negativo de la prueba generalmente significa que no tienes alergia a la penicilina, pero es más difícil de interpretar debido a que las reacciones a algunos tipos de medicamentos no pueden detectarse con pruebas cutáneas.
Prueba de provocación escalonada
Si el diagnóstico de alergia a la penicilina es incierto, se puede recomendar una prueba de provocación escalonada de medicamentos. En este procedimiento, se administran hasta cinco dosis de penicilina; se comienza con una dosis pequeña hasta llegar a la dosis deseada. Si alcanzas la dosis terapéutica sin que se produzca una reacción, el médico concluirá en que no eres alérgico a ese tipo de penicilina. Podrás tomar los medicamentos según las indicaciones médicas.
Durante una prueba de provocación, el médico hace una supervisión cuidadosa y se prestan servicios de atención complementaria para tratar una reacción adversa.

Tratamiento
Las intervenciones para tratar una alergia a la penicilina pueden dividirse en dos estrategias generales:
§  El tratamiento de los síntomas de alergia existentes
§  Insensibilización con penicilina
§  Tratar los síntomas existentes
Para tratar los síntomas de una reacción alérgica a la penicilina es posible realizar las siguientes intervenciones:
§  Suspender el medicamento. Si el médico determina que sufres de una alergia a la penicilina, o una posible alergia, el primer paso del tratamiento es suspender el medicamento.
§  Antihistamínicos. El médico te puede recetar un antihistamínico o recomendarte uno de venta libre, como la difenhidramina (Benadryl), que bloquea las sustancias químicas del sistema inmunitario que se activan durante una reacción alérgica.
§  Corticoesteroides. Pueden utilizarse corticoesteroides orales o inyectables para tratar la inflamación asociada con las reacciones más graves.
§  Tratamiento de la anafilaxia. La anafilaxia requiere una inyección de epinefrina y atención hospitalaria de inmediato para mantener la presión arterial y para asistir la respiración.

Insensibilización con fármacos
Si no hay otras opciones de tratamiento con antibióticos, el médico podría recomendar un tratamiento llamado «insensibilización con fármacos», que te permitiría tomar un ciclo de penicilina para tratar una infección. Este tratamiento supone administrar en forma progresiva una dosis muy pequeña y luego dosis mayores cada 15 a 30 minutos durante un ciclo de varias horas o unos días. Si puedes alcanzar la dosis deseada sin que se produzca una reacción, puedes continuar con el tratamiento.
Es importante tomar el medicamento según las indicaciones para que sigas tolerándolo durante todo el tratamiento. Si necesitas penicilina en el futuro, deberás repetir el tratamiento de insensibilización.
Durante la intervención, te supervisarán cuidadosamente con atención complementaria para tratar las reacciones. La insensibilización no es frecuente si la penicilina ha provocado en el pasado una reacción grave potencialmente mortal. NIH

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