Se trata de la prolactina, secretada por la
hipófisis, la glándula mamaria y la próstata. Científicas del CONICET creen que
podría ser un blanco para mejorar el pronóstico en pacientes con glioblastoma.
Investigadoras de Argentina realizaron un estudio
que sugiere que, en hombres, la hormona prolactina no solo favorece la
progresión del glioblastoma, el tumor cerebral más frecuente y agresivo en
adultos, sino también su resistencia a los tratamientos actuales.
La prolactina es principalmente secretada por la
hipófisis, y se produce localmente en la glándula mamaria y la próstata, entre
otros tejidos. Esta hormona participa en la regulación endocrina de la
reproducción y la lactancia, entre otras funciones.
«A la luz de los resultados de nuestro trabajo, proponemos
que la prolactina podría ser un biomarcador en esta enfermedad y un blanco
terapéutico para mejorar la respuesta del tumor al tratamiento convencional»,
explicó a la Agencia CyTA-Leloir la doctora de la UBA Marianela Candolfi,
investigadora del CONICET e integrante del Instituto de Investigaciones
Biomédicas (INBIOMED), que depende de la Facultad de Medicina de la UBA y del
CONICET.
El glioblastoma es un tumor que afecta a 5 de cada
100 mil adultos por año a nivel mundial, lo que en Argentina significaría entre
1500 y 1800 casos nuevos cada año. Su tratamiento consiste en la extracción
quirúrgica de la masa tumoral principal, seguido de quimioterapia y
radioterapia. Sin embargo, los pacientes tienen una sobrevida muy limitada,
porque no se logran extirpar todas las células malignas y es un tumor muy
resistente a los rayos y la quimioterapia.
En el estudio, cuya primera autora fue la genetista
del INBIOMED Antonela Asad, el grupo liderado por Candolfi comprobó que tanto
la prolactina como su receptor se expresan en líneas celulares de glioblastoma,
tanto de roedores como de humanos; y que esa hormona se expresa más en biopsias
de glioblastoma que en otros tumores cerebrales.
También observaron que los receptores de prolactina
son funcionales y que, cuando son activados, las células tumorales migran más y
se vuelven más resistentes a la quimioterapia, lo que sugiere que pueden
invadir mejor los tejidos.
El trabajo, publicado en la revista Scientific
Reports, también aporta evidencia respecto de diferencias sexuales en la
presentación del glioblastoma. Mientras que en los hombres la expresión del
receptor de prolactina en el tumor está asociada a menor sobrevida, en las
mujeres se observó el resultado opuesto.
«Bloquear el receptor de prolactina podría mejorar
la respuesta al tratamiento en los pacientes masculinos», afirmó Asad, quien
está haciendo su tesis como becaria doctoral de CONICET en el grupo de Candolfi
y recibió el Premio Gador para estudios sobre enfermedades médicas
insatisfechas en la Reunión Anual de la Sociedad Argentina de Investigación
Clínica en 2019.
De hecho, uno de los autores de la investigación,
el endocrinólogo molecular belga Vincent Goffin, de la Universidad René
Descartes de Paris, Francia, lideró el desarrollo de una molécula que puede
inhibir el receptor de la prolactina, por lo cual en una próxima etapa se va a
estudiar su efecto sobre la respuesta del glioblastoma a la quimioterapia.
«Esto abriría la puerta a la evaluación clínica de
esta estrategia en pacientes con glioblastoma», se esperanzó Candolfi. BP
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