Una de las cosas más
vergonzosas que un individuo puede sufrir es un mal olor corporal. Si bien
nuestro primer instinto suele ser eliminar el olor haciendo gárgaras, limpiando
o rociando para enmascarar el hedor, podría haber un problema subyacente mayor.
Aquí tienes cinco olores que definitivamente debes tener en cuenta:
1. Mal aliento por
la mañana
Si tu aliento por la
mañana es lo suficientemente malo como para que tu pareja te envíe a lavarte
los dientes tan pronto como te despiertas, podría estar sufriendo con la apnea
del sueño. Esto es especialmente cierto si te cepillas y usas el hilo dental
religiosamente antes de acostarte cada noche.
La apnea del sueño
es un trastorno crónico que hace que te detengas y comiences a respirar
periódicamente durante la noche. Esto hace que tu boca se seque y permite que
las bacterias se reproduzcan más fácilmente en tu garganta. Algunas de estas
bacterias incluso producen un gas sulfuroso que hace que tu aliento huela a
huevos podridos. Si sospechas que podrías tener apnea del sueño, asegúrate de
hacerte una prueba de sueño.
2. Heces
extra-malolientes
Todo el mundo sabe
que las heces huelen mal, sin embargo, si el olor es especialmente desagradable
cuando vas al baño, entonces podría ser un indicio de un problema. Si has
comido lácteos, podrías ser intolerante a la lactosa.
La intolerancia a la
lactosa surge del cuerpo que no produce suficiente lactasa, que es una enzima
que descompone la lactosa en el intestino delgado. Cuando no hay suficiente
lactasa presente, el intestino delgado envía la lactosa a los alimentos que
comió directamente al colon, donde fermenta y crea un mal olor. Alrededor del
65% de todas las personas tienen problemas para digerir los productos lácteos,
así que consulta con tu médico para ver si necesitas hacer cambios en la dieta.
3. Orina de olor
fuerte.
Si acabas de comer
espárragos o has estado fuera tomando algunas bebidas alcohólicas, es
perfectamente normal que la orina huela un poco. Sin embargo, si no has hecho
ninguna de esas cosas y tu orina tiene un olor fuerte y desagradable, entonces
podría significar que tienes una infección del tracto urinario.
Si el olor se
combina con una sensación de ardor, un color oscuro y turbio y una necesidad
frecuente de orinar, definitivamente debes consultar a un médico.
Afortunadamente, una infección del tracto urinario es muy fácil de tratar, por
lo que no deberías preocuparte si resulta que tienes una.
4. Aliento afrutado.
Este problema de
olor no implica realmente un mal olor, sin embargo, podría ser indicativo de
algo más grave. Si tiene un aliento afrutado o de olor dulce, entonces podría
ser un signo de cetoacidosis diabética.
La cetoacidosis
diabética ocurre cuando el cuerpo se queda sin insulina, lo que provoca un
aumento en el azúcar en la sangre. Esto es más común en las personas con
diabetes tipo 1 que en las personas que tienen diabetes tipo 2. Cuando el
cuerpo no tiene suficiente energía, descompone los ácidos grasos como
combustible. Uno de esos ácidos se llama acetona, que le da a tu aliento un
olor afrutado.
5. Pies apestosos
Es comprensible
tener los pies malolientes después de una larga caminata sin calcetines durante
una calurosa tarde de verano, pero es un asunto totalmente diferente si tus
pies apestan constantemente, independientemente del desodorante que uses. El
olor constante de los pies es un signo del pie de atleta.
El pie de atleta es
causado por una combinación de hongos y bacterias que se comen la piel entre
los dedos de los pies. Lo que es peor es que el pie de atleta se puede propagar
a otras partes del cuerpo. El pie de atleta se puede limpiar fácilmente con
medicamentos como Lotrimin o Tinactin. Si lo tiene, solo asegúrate de tratarlo
tan pronto como sea posible, ya que podría conducir a enfermedades de la piel
más complicadas, como la celulitis.
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