El “Síndrome de la abuela esclava” es una enfermedad reciente pero
muy grave, que afecta a mujeres maduras sometidas a una sobrecarga física y
emocional y que origina graves y progresivos desequilibrios, tanto somáticos
como psíquicos.
El Dr. Antonio Guijarro Morales, Licenciado en Medicina y Cirugía de
la Facultad de Medicina de Granada, España, ha descrito a esta enfermedad como
muy común en las mujeres adultas del Siglo XXI, pues el Síndrome de la Abuela
Esclava es una entidad grave que puede conducir a la muerte, a veces por
suicidio.
El Dr. Guijardo expresa que el origen de una “abuela esclava” se
observa en una mujer adulta con responsabilidades directas de ama de casa,
voluntariamente asumidas con agrado que, por razones educacionales y
psicológicas, tiene un extraordinario sentido del orden, la responsabilidad, la
dignidad y el pudor.
Al pasar el tiempo las redes familiares se multiplican, llegan las
nueras, los yernos y diversas formas de emparejamiento de los hijos. Las cargas
y el estrés familiar se multiplican, los nietos también, estos últimos crecen y
así también sus necesidades y las responsabilidades de quien los tutela en la
práctica diaria.
La OMS reconoce el abuso del rol de abuela como otro tipo del
maltrato hacia la mujer. En el 2003, la psicóloga Encarni Liñan, realizó un
estudio para saber más de este síndrome y aplicó el “Cuestionario del
Síndrome de la Abuela esclava” partiendo por plantearse las siguientes preguntas:
·
¿Por qué esta abuela se siente tan
comprometida?
·
¿Por qué no se liberan de esta carga?
·
¿Por qué asumen estas situaciones como suyas?
·
¿Por qué la abuela y no el abuelo?
Algunas respuestas que se planteó la psicóloga Liñan ante el
Síndrome de la Abuela Esclava son: por la educación y valores aprendidos,
porque se sienten responsables del permanente cuidado de la familia y porque es
una forma de seguir sintiéndose útiles. Y ¿Por qué es la abuela y no el abuelo?
Porque nuestra cultura androcéntrica nos ha enseñado que la mujer es la
cuidadora natural, los hombres asumen el rol de cuidador sólo cuando no existe
o no está disponible un miembro femenino de la familia. El abuelo tiene otras
funciones más ociosas con los nietos (juegos, paseos, cuentos etc.)
Cómo Identificar a una Abuela Esclava
Entre los principales resultados a los que llegó el estudio de la
psicóloga Liñan fue caracterizar a la abuela esclava como:
·
Mujeres que cuidan a sus nietos de forma
sistemática.
·
Mujeres que cuidan a familiares enfermos de
forma sistemática.
·
Mujeres que tienen excesivas responsabilidades
familiares en función de sus capacidades.
·
Mujeres que no tienen libertad para tomar
decisiones.
·
Mujeres que no disfrutan de su tiempo libre
como ellas quisieran.
·
Mujeres que apenas tienen relaciones sociales.
·
Mujeres que por cuestiones culturales y
familiares se sienten obligadas a asumir demasiadas responsabilidades.
·
Mujeres que tienen miedo a quejarse por
represalias familiares (retirada del cariño, chantaje emocional).
·
Mujeres que consciente o inconscientemente
saben que se está abusando de ellas, pero no tienen ni los recursos, ni los
medios necesarios para hacer frente a estas situaciones.
·
Mujeres que posiblemente se sientan
maltratadas.
Si cumples con la mayoría de las características, ¡ten cuidado!
Acude a tu médico y habla con tu familia para evitar problemas de salud.
¿Cuál es la solución?
Antes que nada, se debe reconocer que existen abuelas esclavas y
desarrollar una conciencia familiar y social que genere acciones preventivas.
La alerta es fundamental para prevenir futuros problemas mentales y de salud de
estas mujeres. Se debe apostar por una abuela feliz, comprometida pero sin
poner en riesgo su salud
La psicóloga Liñan, también mostró las características de una abuela
feliz que aporta a la familia desde su rol de una manera positiva para ella y
quienes la rodean:
·
Aporta bienestar a la familia.
·
Ayuda a sus hijos y familiares en función de
sus capacidades físicas y emocionales.
·
No tiene responsabilidades directas con sus
nietos de forma sistemática.
·
Tiene libertad para decidir qué hacer con su
tiempo.
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