Los sofocos en las mujeres se consideran comúnmente
un síntoma benigno de la menopausia, por lo que los profesionales de la salud a
menudo los ignoran en el diagnóstico de otras afecciones. Un estudio reciente
encontró que este enfoque es incorrecto, ya que los sofocos frecuentes pueden
indicar un tipo de problema de salud muy diferente: los problemas
cardiovasculares. Los investigadores vinculan los sofocos y un mayor riesgo de
ataque cardíaco y ACV, lo que los convierte en una herramienta de diagnóstico importante.
¿Por qué solo ahora los investigadores comenzaron a considerar los
sofocos como una manifestación de otras condiciones además de la menopausia?
La razón parece ser que este síntoma se observa
exclusivamente en mujeres, y gran parte de lo que sabemos sobre la enfermedad
cardíaca se basa en pacientes masculinos, tanto que las mujeres tienen un 50% más de posibilidades de ser diagnosticadas
erróneamente después de un ataque cardíaco que los hombres, según la Fundación Británica del Corazón, y este es
un problema sistémico, ya que los profesionales médicos admiten que carecen de
las herramientas preventivas para problemas cardiovasculares en las mujeres.
Los sofocos podrían ser una de esas herramientas, con los investigadores que
realizaron el experimento señalando que la recurrencia de los sofocos en las
mujeres predijo su probabilidad de sufrir un ataque cardíaco y un derrame
cerebral en el futuro.
El estudio se realizó en la Universidad de Pittsburgh y se discutió por primera vez en la Sociedad Norteamericana de Menopausia, y
observó la salud de 3.300 participantes en el transcurso de 22 años. La
investigación es parte del Estudio de la
Salud de la Mujer en toda la nación, que inscribió a mujeres
afroamericanas, hispanas, asiáticas y blancas de 42 a 52 años en la década de
1990.
El estudio concluyó que los sofocos frecuentes y
persistentes durante la transición menopáusica aumentaron riesgo de sufrir
problemas cardiovasculares en un 50-80%.
Ciertamente, este es solo el primer paso para comprender cómo las enfermedades
cardiovasculares difieren entre hombres y mujeres y, con suerte, otros grandes
estudios longitudinales como este arrojarán más luz sobre el tema y ayudarán a
los médicos a desarrollar intervenciones preventivas efectivas para mujeres en
riesgo de enfermedad cardíaca. Mientras tanto, lo que nosotros como individuos
podemos hacer para cuidar mejor nuestra salud es mantenernos activos, comer
sano y someternos a controles de salud, como el monitoreo anual de los niveles
de colesterol, presión arterial y azúcar en la sangre. YTL
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