Según la Asociación
Americana de Endocrinología, al menos 30 millones de americanos tienen
problemas de desorden tiroideo, aunque la mitad de ellos sufren los
síntomas en silencio. Las mujeres tienen 10 veces más probabilidad de tener un
problema de tiroides que el hombre, particularmente aquellas que estén sobre
los 35 años. Estudios muestran que el mayor riesgo de desorden tiroideo es
precisamente en las personas que ronden entre esas edad (Más de 30 años).
Pero, ¿cómo afecta la tiroides a mi cuerpo?
Localizada en el cuello, justo abajo de la manzana de Adán, la tiroides es una
glándula en forma de mariposa, que tiene un impacto dramático en muchas de las
funciones del cuerpo. La tiroides produce la hormona tiroidea (TH) que regula
la temperatura de tu cuerpo, el metabolismo y el ritmo cardíaco.
Las cosas empiezan a ir mal cuando la tiroides está
fuera de control. Si está lenta, produce muy pocas hormonas tiroideas, y si
está muy alta producirá mucho más de lo necesario. Los síntomas van desde el
cerebro hasta los intestinos, y el diagnóstico de este trastorno puede
llegar a ser todo un reto. Así que si notas que tu tiroides está un poco
desequilibrada, revisa los siguientes síntomas.
- Sensación de agotamiento y cansancio frecuente
- Colesterol alto
- Bajo interés sexual
- Piel seca
- Subida de peso
- Pérdida de apetito
- El cerebro se siente difuso
- Intestino impredecible
El Hipotiroidismo (cuando al cuerpo le faltan
hormonas tiroideas) es especialmente común debido a las dietas y al estilo de
vida. Cuando queremos corregir los temas de la tiroides es importante calmar el
sistema inmune, reduciendo las fuentes de inflamación. La inflamación es el
resultado de una dieta pobre y del estrés diario, lo que altera dramáticamente
la conversión de TH.
8 hábitos que pueden contribuir en el Hipotiroidismo
1. Dieta libre de grasas:
Una cierta cantidad de grasa es importante para
regular las hormonas y la función cerebral, pero se deben evitar los excesos.
2. Consumir mucha soya:
La soya debería ser la comida perfecta debido a su
poco contenido calórico y de carbohidratos, pero esto también puede interferir
con las hormonas y la digestión. El yodo juega un papel importante para
mantener la función tiroidea normal, pero ten cuidado porque mucha leche de
soya o tofú puede bloquear la absorción del yodo en la comida.
3. Tratar de encajar muchos planes en tu vida:
Decir que sí a todos los planes y eventos a los que
nos invitan es restarle tiempo de calidad a nuestro propio cuidado. Antes de
decir que sí a algo, debes toma una pausa, mirar tu calendario y pensar si realmente
el plan te viene bien. Es importante sacar tiempo para ti, para meditar,
relajarte y practicar lo que más te guste y te haga feliz.
4. Tomar bebidas dietéticas:
Las bebidas dietéticas son vendidas como ese
complemento extra que cuidará de nuestro peso mientras nos ayuda a tener
energía, pero lo que no somos conscientes, es que esas bebidas están hechas con
tantos químicos que crean un ambiente tóxico en nuestro cuerpo. Las bebidas de
dieta contienen fluoruro que bloquea los receptores de la hormona
tiroidea.
5. Consumir alcohol regularmente:
Consumir alcohol puede producir fluctuaciones
de azúcar, causando tensión en la tiroides suprarrenal-pituitaria (hormonas que
controlan los sistemas vitales en el cuerpo). Este proceso repetido puede
afectar negativamente el sistema endocrino, lo que conduce a la disfunción y
hace que el sistema de señalización falle. En consecuencia, aumentará
la formación de grasa y con ella la sensación de cansancio, fatiga y
depresión.
6. Consumir aceites vegetales y grasas:
La glándula tiroides se basa en las grasas
saludables y el colesterol para liberar la cantidad adecuada de hormonas para todo
el cuerpo, pero el consumo de aceites vegetales como la margarina o
mantequilla pueden contribuir al síndrome de intestino permeable, lo que hace
que las partículas de alimentos no digeridos entren en el torrente sanguíneo.
Este alimento no digerido puede sobre-activar el sistema inmune. Como
resultado, el cuerpo comenzará a atacar los órganos pequeños sin tener un buen
sistema de defensa, tal como la glándula tiroides.
7. Consumir mucho gluten:
Muchas de las personas que sufren de problemas de
tiroides son probablemente intolerantes al gluten. Para probar tu intolerancia,
prueba una dieta de eliminación de gluten por 30 días. Si te sientes mejor sin
el gluten, seguramente tu tiroides está trabajando mucho mejor.
8. Consumir mucho azúcar:
El azúcar refinado agota las vitaminas y los
minerales y bloquea la construcción de una tiroides saludable y suprarrenales
fuertes. La dieta americana puede ser un factor que contribuye en los problemas
de tiroides, pues debido a las altas fluctuaciones de azúcar en la
sangre, se ponen mucha tensión adicional en la tiroides y en las glándulas
suprarrenales.
*Nota: Estas sugerencias pretenden incentivar
nuevos hábitos saludables que mejoren el estilo de vida y contribuyan a una
mejor salud, más no necesariamente hacia la prohibición o mejoramiento del
hipotiroidismo. AG
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