Los argumentos de mayor interés entre los jóvenes activos en las redes
sociales son el entretenimiento (series de
televisión, videojuegos, música, deporte…) y los bienes de consumo (marcas). Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio que
analiza a nivel mundial datos estadísticos de 540 millones de
usuarios, entre 18 y 25 años, registrados en Facebook e Instagram.
El análisis, que profundiza en los valores de la así llamada Generación
Z, constata que el 4% de los jóvenes comparte contenidos sobre la fe
católica en las redes sociales y que estos muchachos tienen un mayor
nivel académico y una preocupación más aguda por asuntos sociales.
El caso de Norteamérica
La primera entrega de este estudio analiza, en particular el caso de los
Estados Unidos y Canadá, países donde los jóvenes
católicos se muestran más tímidos a la hora de compartir su fe (el 2,5%).
Estos jóvenes activos estadounidenses a la hora de compartir su fe, casi
un millón (900 mil), son en su gran mayoría de origen hispano. El bajo
porcentaje en comparación con otros países confirma una
cierta pérdida por la manifestación pública de la fe católica
entre la Generación Z en los Estados
Unidos, un dato ya mencionado por otros estudios sociológicos.
Interés en Europa, Asia
y Oceanía
Este porcentaje de interés por la religión, idéntico al de Canadá, es inferior
con respecto a otros países de habla inglesa: por ejemplo, en
el Reino Unido los muchachos activos compartiendo su fe cristiana son el 2,8%,
en Australia el 3%, en Nueva Zelanda el 3,3% y en Irlanda el 7%.
Los jóvenes africanos de habla inglesa son mucho más activos
compartiendo su fe. En Ghana, comparten su
fe el 7,5%, en Nigeria el 5%, el mismo porcentaje que en Kenia. También
los países latinoamericanos y Filipinas (10%) tienen elevados
índices de compromiso público con la fe en las redes sociales.
El Papa Francisco,
“influencer” número 1
Entre los jóvenes que manifiestan interés por cuestiones de interés
católico, el Papa Francisco es el influencer
más seguido.
La primera edición de este estudio, que analiza los datos estadísticos
que Facebook e Instagram ponen a disposición de las agencias de comunicación y
marketing, ha sido presentada en la “Media Conference” que organiza la Asociación Católica de Prensa de Estados Unidos y
Canadá en Green Bay,
Wisconsin.
Estos primeros datos, así como otras oleadas de análisis, serán
entregados a los participantes en el Sínodo de los Obispos que el Papa Francisco
ha convocado para octubre en el Vaticano sobre los jóvenes y la fe.
El análisis de “escucha de la red” (social listening) ha sido realizado
por Aleteia.org, red católica activa en los medios sociales en
ocho idiomas, con once millones de visitantes al mes, y un alcance de 40
millones de usuarios en las redes sociales.
“El estudio presenta datos sin manipulación ni alteración:
los elementos en los que se basan para sus campañas de comunicación las
empresas e instituciones que quieren conectar con los jóvenes de estas dos
redes sociales”, explica el profesor Josep Lluís Micó, catedrático de
periodismo en la Facultad de Comunicación
y Relaciones Internacionales de la Universidad Ramón Llull, quien
ha concebido el estudio.
“Estos datos son sumamente importantes no sólo para la Iglesia, sino
también para otras instituciones educativas y sociales, pues sirven para analizar
la realidad objetiva de los jóvenes, sin filtros ni
interpretaciones ideológicas”, añade el catedrático.
El estudio presenta, además, varias clasificaciones a nivel mundial de
los influencers más seguidos por los jóvenes en general y
por los jóvenes interesados en la fe cristiana en particular, según varias
categorías: valores en general, cultura y espectáculo, deporte, tecnología.
Intereses de los
jóvenes
El estudio constata cómo, en general, los intereses de los jóvenes en
las redes sociales superan las fronteras geográficas y se concentran en
el entretenimiento (series, videojuegos, música…), marcas y bienes de
consumo.
Este materialismo, combinado con la fragilidad de sus relaciones,
muestra cómo la Generación Z, a
diferencia de generaciones precedentes, no tiene puntos de referencia en el camino de la
vida.
En el caso de los muchachos de las redes sociales su vida parece más
bien la de una barca a vela, que tiene que encontrar los vientos
que le permitirán avanzar, sin saber exactamente cuál será su
punto de llegada.
Una realidad que explica el motivo por el que el Papa
Francisco ha querido poner en el centro de la reflexión de la
Iglesia los desafíos que hoy afrontan estos jóvenes. IFG
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