El ácido úrico es
un compuesto orgánico que se encarga de descomponer sustancias presentes en los
alimentos, llamadas purinas, para luego desintegrarse, y así, permitir un
correcto funcionamiento del metabolismo. Sin embargo, cuando se produce es
exceso aumenta el riesgo de problemas renales e inflamación. Aquí te
compartimos los mejores hábitos para controlarlo.
Qué es el
ácido úrico
Como señalamos, es un compuesto orgánico,
específicamente formado por oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y carbono. Su
aparición es más común cuando consumimos alimentos como anchoas, caballa,
cerveza, hígado, frijoles o arvejas. El ácido úrico se disuelve en la sangre y
viaja a los riñones para ser expulsado.
Cuáles son
sus efectos
Si nuestro cuerpo produce demasiado, lo que se
conoce como hiperuricemia, podemos correr el riesgo de enfermarnos, sufrir
inflamación crónica y daño renal. Este fenómeno puede deberse a otras
condiciones subyacentes, como alcoholismo, efectos secundarios de
quimioterapia, diabetes, ejercicio excesivo, gota, enfermedades renales o
dietas ricas en purina.
Incidencia
Los especialistas consideran que el crecimiento de
la hiperuricemia es cada vez mayor, afectando actualmente, solo en EEUU, entre
el 6-8% de los adultos sanos. Esta prevalencia aumenta a 1 de cada 3 cuando se
trata de personas mayores con hipertensión no controlada u otros factores de
riesgo cardiovascular.
Cómo
controlarlo
El exceso de ácido úrico puede formar ‘cristales’
en las articulaciones, causando una hinchazón dolorosa. Si bien algunas
personas necesitan medicamentos para tratar estos efectos, muchos expertos
coinciden en que llevar un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada
puede ser de gran ayuda. Aquí te contamos cuáles son las mejores opciones que
puedes incorporar:
1. Limitar
las purinas
Es más común la aparición del ácido úrico cuando se
consumen alimentos ricos en purinas, sustancias que se encuentran naturalmente
en ciertos alimentos. A saber, pescados, como sardinas, truchas, caballa,
arenque o anchoas, mejillones, bebidas alcohólicas, como cerveza o licor,
vísceras, como hígado o riñones, comidas y bebidas azucaradas, carnes rojas y
embutidos.
Cuestión de
elección
Puedes reforzar el consejo anterior no solo
limitando o eliminando el consumo de alimentos ricos en purina, sino,
consumiendo aquellos que contienen niveles bajos. Estos incluyen productos
lácteos bajos en grasa o sin ella, mantequilla de maní, frutos secos, como
almendras, avellanas o nueces, la mayoría de las frutas y verduras, arroz y pan
integral, o patatas.
2. El
secreto de las cerezas
Entre los alimentos beneficiosos para combatir la
hiperuricemia y la aparición de gota, una forma de la artritis, se encuentran
las cerezas. Diferentes estudios encontraron que consumir estos frutos durante
2 días ayudaría a aliviar estas afecciones. Incluso se podrían combinar con
medicamentos que combaten la gota, como el allopurinol, para obtener mejores
resultados.
3. Cuida tu
peso
Tener sobrepeso es un factor de riesgo conocido
para muchas afecciones, como hipertensión, diabetes, problemas cardiovasculares
y una mayor presencia de ácido úrico. Sin embargo, los expertos advierten que
la pérdida rápida de peso, especialmente por ayuno, también puede alterar sus
niveles. Por ello, lo ideal es llevar adelante una alimentación saludable,
junto a ejercicio regular.
4. Ten en
cuenta al café
Diferentes ensayos clínicos encontraron un vínculo
entre el consumo de café, normalmente entre 1 y 3 tazas por día, niveles más
bajos de ácido úrico y un menor riesgo de desarrollar gota. Sin embargo, los
expertos recomiendan moderación y consultar antes con un médico, ya que el
consumo excesivo de café puede aumentar el riesgo de enfermedades renales y
óseas.
5. Cuidado
con los medicamentos
Distintas investigaciones alertaron sobre los
posibles efectos de ciertos fármacos sobre los niveles de ácido úrico. Entre
ellos se encontraban diuréticos, como furosemida, medicamentos que inhiben el
sistema inmune, como ciclofosfamida o azatioprina, e incluso dosis bajas de
aspirinas. Sin embargo, no modifiques el consumo de tus medicamentos sin antes
consultarlo con un médico. HD
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