El duelo es el dolor o aflicción que se siente por
la muerte de alguien. El término se origina del latín “dolus” que significa
dolor. Las personas que viven la pérdida de un ser querido, experimentan una
serie de ideas, pensamientos y sentimientos que en su conjunto se conocen como
proceso del duelo.
Quien más ha aportado en cómo entender este proceso
ha sido la psiquiatra estadounidense Elizabeth Kubler-Ross, quien en la década
de los años 60 describió 5 fases o etapas del duelo.
Primera Fase
de Negación
Describió la Dra. Kubler-Ross una fase de negación
en donde como lo dice el término, la persona niega el suceso y se resiste a
creer que ha ocurrido.
Fase de Ira
Otra fase, nombrada etapa de ira, en que la rabia
es el sentimiento que predomina, y el momento en el que el individuo está
molesto e indignado por la muerte de su ser querido, en esta suelen culpar a
otros de lo sucedido.
Fase de
negociación
La etapa de negociación es aquella en el cual el
doliente trata de revertir o modificar lo ocurrido, negociando con el destino o
con Dios, alguna penitencia o cambio en su comportamiento, con el fin de
recuperar a la persona perdida.
Fase
depresiva
Una cuarta fase ocurre cuando la persona se sume en
un estado de tristeza ante la pérdida sufrida, denominada fase depresiva.
Fase de
aceptación
Por último la quinta fase denominada aceptación, en
la cual la persona acepta la falta de la persona, aprende a convivir con su
ausencia y retoma la vida, incluso con la capacidad de poder experimentar
interés, placer y alegría.
Como pueden haber escuchado, nunca se olvida al ser
amado que se perdió, pero la vida continúa con sus distintos eventos y
sucesos, por lo que la persona reconstruye su vida, acompañada de los recuerdos
y la ausencia física de su ser querido.
En ocasiones hay ‘recaídas’ del duelo y es
necesario contar con recursos internos, por ejemplo algunas personas los
necesitan para afrontar el duelo en la temporada de fiestas.
Hay otras situaciones en la vida que también provocan
este estado de duelo, entre ellas pérdida de una casa, de trabajo.
En un proceso de duelo, la persona puede tener
algunos síntomas que suelen aparecer en la depresión, como por ejemplo: estar
triste, tener ideas de culpa, falta de apetito o insomnio, pero estos no son de
la intensidad y cantidad como para significar un trastorno depresivo.
En algunas ocasiones esto puede empeorar hasta
transformarse en un episodio depresivo. Distintos factores pueden explicar que
el duelo progrese a una depresión, por ejemplo: edad, circunstancia de la
muerte, tipo e intensidad del vínculo, características y rasgos de la
personalidad, antecedentes de problemas o trastornos mentales.
De ser este el caso debe solicitar una consulta con
un especialista en salud mental. LR
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