Mártir, 20 de Febrero
Elogio: En Alejandría
de Egipto, conmemoración de san Serapión, mártir, que en tiempo del emperador
Decio fue víctima de atroces tormentos y, después de descoyuntarle todos los
miembros, acabó siendo precipitado desde lo alto de su propia casa.
A Serapión lo
prendieron en su casa, y después de maltratarlo con duros tormentos y de
descoyuntarle todos sus miembros, lo arrojaron de cabeza desde el piso alto. Ni
por caminos, ni por senderos, ni por calles podíamos transitar, ni de noche ni
de día, sin que a todas horas y por todas partes chillaran todos que quien no
cantase las palabras blasfemas debía inmediatamente ser arrastrado y abrasado.
Este estado de cosas se mantuvo boyante por mucho tiempo, más después que la
revuelta se adueñó de los miserables y la guerra civil volvió contra ellos
mismos la crueldad que antes emplearan con nosotros, pudimos al fin respirar un
poco, aprovechando su falta de tiempo para irritarse con nosotros.
El párrafo
pertenece a la misma carta a Fabio de Antioquía que envía Dionisio de
Alejandría, para compartir con la Iglesia antioquena la narración de los
sufrimientos y ayudarla a mantenerse en la auténtica fe. Esta carta, que
Eusebio de Cesarea transcribe muy detalladamente en el libro VI de su Historia
Eclesiástica, es una fuente privilegiada y casi única de un testigo
contemporáneo y calificado de los hechos -ya que el propio Dionisio, aunque no
murió mártir, padeció en la persecución-, y nos ha permitido conocer la gesta
martirial de muchos cristianos, como san Metras o santa Apolonia, a quienes
hemos celebrado también en estos días. Con la alusión a la guerra civil se
refiere seguramente a la disputa por el poder entre Decio y Felipe, zanjada en
el año 249 a favor de Decio; por lo tanto los hechos que narra son anteriores a
ese año, de allí la fecha aproximada del 248 que le asigna el Martirologio. La
gran persecución de Decio, en cambio, fue dos años más tarde, en 250-251.
Hay en el
Martirologio Romano otro san Serapión de Alejandría, mártir también, a quien
recordamos el 13 de julio; algunos piensan que se trata de una simple
duplicación del de hoy, sin embargo es citado por varios sinaxarios griegos
para el 13 de julio y otras fechas (fue el Card. Baronio quien lo fijó en esa
fecha en el primer Martirologio Romano), y relacionado con la breve pero
intensas persecuciones del emperador Septimio Severo, posiblemente en el año
205. De momento el Martirologio actual conserva las dos inscripciones como
referidas a personajes distintos. Hay también otros santos del mismo nombre,
pero que sea por la procedencia, sea por la categoría, se diferencian con
facilidad del de hoy.
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