Un
estudio británico ha analizado el impacto de estas dos variantes del
coronavirus en Inglaterra, si bien destaca que la mayoría de los casos
incluidos en la investigación corresponde a personas que no estaban vacunadas.
El riesgo de acudir al hospital para recibir atención de urgencia o de ser
ingresado en un plazo de 14 días por COVID-19 tras la infección con la variante
Delta del coronavirus también fue una vez y media mayor en comparación con la
variante alfa (1,45 veces más), según un estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases.
Este nuevo estudio es el primero que informa sobre el riesgo de
hospitalización para las variantes Delta y Alfa basándose en los casos
confirmados por la secuenciación del genoma completo, la forma más precisa de
determinar la variante del virus.
Gavin Dabrera, uno de los autores principales del estudio y epidemiólogo
consultor del Servicio Nacional de Infecciones de Salud Pública de Inglaterra,
indica que “este estudio confirma los hallazgos anteriores de que las personas
infectadas con Delta tienen una probabilidad significativamente mayor de
requerir hospitalización que las que tienen Alfa, aunque la mayoría de los
casos incluidos en el análisis no estaban vacunados. Ya sabemos que la
vacunación ofrece una excelente protección contra Delta y, dado que esta
variante representa más del 98% de los casos de COVID-19 en el Reino Unido, es
vital que quienes no hayan recibido dos dosis de la vacuna lo hagan lo antes
posible. Sigue siendo importante que, si tiene síntomas de COVID-19, se quede
en casa y se haga una prueba de PCR lo antes posible”.
La variante Delta se notificó por primera vez en la India en diciembre de
2020 y los primeros estudios determinaron que era hasta un 50% más transmisible
que la variante de COVID-19 que había ganado predominio en todo el mundo,
conocida como variante Alfa, identificada por primera vez en Kent (Reino
Unido).
En el presente estudio, los investigadores analizaron los datos sanitarios
de 43.338 casos positivos de COVID-19 registrados en Inglaterra entre el 29 de
marzo y el 23 de mayo de 2021, incluyendo información sobre el estado de
vacunación, la asistencia a urgencias, los ingresos hospitalarios y otras
características demográficas. En todos los casos incluidos en el estudio, las
muestras del virus tomadas de los pacientes se sometieron a la secuenciación
del genoma completo para confirmar qué variante había causado la infección.
Durante el periodo de estudio, hubo 34.656 casos de la variante Alfa (80%)
y 8.682 casos de la variante Delta (20%). Mientras que la proporción de casos
de la variante Delta en el periodo de estudio fue del 20%, creció hasta
representar alrededor de dos tercios de los nuevos casos de COVID-19 en la
semana que comenzó el 17 de mayo de 2021 (65%), indicando que había superado a
la variante Alfa para convertirse en la variante dominante en Inglaterra.
Alrededor de uno de cada 50 pacientes ingresó en el hospital en los 14 días
siguientes a su primera prueba positiva de COVID-19 (2,2% de casos con la
variante Alfa, 764/34.656; 2,3% de casos Delta, 196/8.682). Después de tener en
cuenta los factores que influyen en la susceptibilidad a la enfermedad grave
por COVID-19, incluyendo la edad, el origen étnico y el estado de vacunación,
los investigadores encontraron que el riesgo de ser admitido en el hospital era
más del doble con la variante Delta en comparación con la variante alfa (2,26
veces más riesgo).
Varios estudios han demostrado que la vacunación completa previene tanto la
infección sintomática como la hospitalización, tanto para la variante Alfa como
para la Delta. De hecho, en este estudio, solo el 1,8% (794/43.338) de los
casos de COVID-19 (con cualquiera de las variantes) habían recibido las dos
dosis de la vacuna; el 74% de los casos (32.078/43.338) no estaban vacunados, y
el 24% (10.466/43.338) estaban parcialmente vacunados.
Los autores señalan que, por lo tanto, no es posible extraer conclusiones
estadísticamente significativas sobre las diferencias en el riesgo de
hospitalización entre las personas vacunadas que posteriormente desarrollan
infecciones Alfa y Delta. Por lo tanto, los resultados de este estudio nos
hablan principalmente del riesgo de ingreso hospitalario de las personas no
vacunadas o parcialmente vacunadas.
Anne Presanis, una de las autoras principales del estudio y estadística
principal de la Unidad de Bioestadística del MRC de la Universidad de Cambridge
(Reino Unido), señala que este “análisis pone de manifiesto que, en ausencia de
vacunación, cualquier brote de Delta supondrá una carga mayor para la
asistencia sanitaria que una epidemia de Alfa. La vacunación completa es
crucial para reducir el riesgo de infección sintomática por Delta de un individuo
en primer lugar y, lo que es más importante, para reducir el riesgo de
enfermedad grave e ingreso hospitalario de un paciente Delta”.
Los autores señalan varias limitaciones del estudio. Algunos grupos
demográficos pueden ser más propensos a buscar atención hospitalaria, lo que
podría haber sesgado los resultados, y puede haber habido cambios en la
política de admisión hospitalaria durante el período del estudio, aunque el
ajuste por demografía y tiempo de calendario debería haber minimizado dicho sesgo.
Además, los autores no tuvieron acceso a información sobre las condiciones
de salud preexistentes de los pacientes, que se sabe que afectan al riesgo de
enfermedad grave por COVID-19. Para ello, utilizaron indirectamente la edad, el
sexo, el origen étnico y el nivel estimado de privación socioeconómica. BP
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