El Día Nacional de la Enfermería se celebra cada 21 de noviembre desde
1935, con motivo de la fundación de la Federación de Asociaciones de
Profesionales Católicas de Enfermería, que nombró como patrona a la Virgen de
los Remedios. Asimismo, cabe destacar que la formación en enfermería hace
varias décadas surgió fuera del espacio universitario. En sus principios, tenía
un carácter más bien benéfico, ya que estaba relacionado con la necesidad de
contar con su aporte frente a guerras, catástrofes y plagas.
Actualmente, esta vocación cuenta con aproximadamente 4 profesionales
por cada 10.000 habitantes en Argentina, pasando a ser una de las profesiones
más solicitadas. «Nuestro país, sin dudas, necesita más enfermeros. Esto quedó
demostrado gracias a la pandemia del COVID-19, en la que la enfermería cobró
gran protagonismo, ya que fueron los encargados de contener, acompañar y apoyar
a miles de personas que padecieron el virus», remarcó el Lic. en enfermería
Jeronimo Wigger, y añadió «como bien sabemos, la enfermería fue y es, una de
las claves frente a situaciones adversas».
En este sentido, desempeñar las tareas de un enfermero no es una misión
sencilla. Es por eso que requiere de cualidades dignas de admirar, ya que sus
funciones principales son la promoción, recuperación y rehabilitación de la
salud y la prevención de enfermedades. «El enfermero es el experto y
especialista en el ‘arte de cuidar’. Donde cada caso es único e irrepetible,
aunque la patología sea la misma. El profesional se centra en la persona que
transita un evento de salud, y no una patología en un paciente», enfatizó el
Jefe de Enfermería del Centro Médico Integral Fitz Roy.
Asimismo, los profesionales de la enfermería cumplen un rol esencial a
la hora de asistir a un accidentado. Muchas veces su labor queda en el silencio
y no es reconocida. Sin embargo, muchas personas, tienen en cuenta que es una
profesión muy sacrificada y que no es una tarea fácil. «Para ejercerla, es
necesario ser fuerte tanto mental como físicamente, ya que es un trabajo en el
que hay que hacer frente a situaciones difíciles, tales como la muerte, o el
sufrimiento de los que padecen enfermedades. Hay que tener mucha capacidad para
que no afecte el desempeño y poder seguir brindando atención a quienes lo
necesitan, ya que el cuidado de los pacientes es la esencia de la profesión de
enfermería», detalló Wigger y añadió: «De todas maneras, y sin ninguna duda,
esta vocación es una de las más lindas, nobles y gratificantes que existen, ya
que además de asistir a los enfermos, permite ser apoyo emocional en los
momentos más críticos de las personas».
Esta conmemoración nos permite reflexionar sobre el esfuerzo que
realizan diariamente todos los enfermeros, dedicándole largas horas del día
para acompañar a todas aquellas personas que padecen enfermedades y accidentes.
Es una fecha para homenajear y reconocer a quienes son elementos clave en la
recuperación de los pacientes, y entregan su vida para mejorar la del resto.
Celebrar este día permite, también, motivar a aquellas personas que sientan el
llamado a esta vocación para que cada vez haya más profesionales. BP
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