Las dosis de refuerzo que son aquellas que se dan más allá del esquema
inicial de vacunación y que comienzan a aplicarse en la Argentina -en principio
a personal de salud y mayores de 70 años-, son una de las estrategias que
utilizan diferentes países que atraviesan una nueva ola de coronavirus para
mitigar su impacto por la evidencia de que la respuesta inmune empieza a
declinar después de los 6 meses.
“Es importante distinguir la tercera dosis de la dosis
de refuerzo; la tercera dosis es un adicional al esquema primario que está
indicada para determinadas poblaciones que tienen menor capacidad de respuesta
inmune (de cualquier edad y con cualquier vacuna) y en el caso de la Argentina
se indicó a los mayores de 50 años que hubieran recibido Sinopharm”, explicó la
médica infectóloga Florencia Cahn.
“Cuando hablamos de tercera dosis significa que para
considerar que una persona tiene el esquema completo debe tener las tres dosis,
mientras que la dosis de refuerzo se da al menos seis meses después de
completar los esquemas primarios y tiene que ver con que en todas las vacunas
con el paso del tiempo la respuesta inmune va disminuyendo”, añadió.
El 10 de noviembre el Gobierno nacional anunció que el personal de salud
y las personas mayores de 70 años que recibieron la segunda dosis hace más de 6
meses recibirán una dosis de refuerzo.
“El objetivo es proteger lo antes posible al personal
de salud y a los adultos mayores que hayan completado su esquema hace más de
seis meses, para luego avanzar con el resto de la población en forma escalonada
y simultánea en función de cada plan provincial”, indicó el subsecretario de
Estrategias Sanitarias, Juan Manuel Castelli, durante el anuncio. La administración de una dosis de vacuna, en estos
casos, se debe a que es probable que la respuesta inmunológica disminuya con el
tiempo, sostuvo el texto oficial.
La
inmunización, la clave ante un posible repunte de casos
Consultado sobre si el momento de aplicar esta dosis es oportuno, el
médico infectólogo Lautario De Vedia afirmó que “ante un escenario de posible
repunte de casos es mejor que nos encuentre con la mayor cantidad de gente bien
inmunizada. Esto
es porque, como decimos siempre, la importancia de la inmunización no es sólo
la protección individual sino reducir la circulación del virus; entonces,
cuanto mayor protegidas están las personas menos posibilidad de que el virus
circule”. Ambos especialistas señalaron
que todavía no está claro con qué periodicidad habrá que aplicar los refuerzos
a futuro.
“Varios estudios demostraron que la inmunidad cae a
partir de los 6 meses. Esto no necesariamente implica que de aquí en más
tendremos que vacunarnos cada seis meses contra el coronavirus”, indicó la Dra.
Cahn. En ese sentido, explicó que “hay
vacunas con un esquema primario de 3 dosis como la quíntuple o la de la polio y
después hay un refuerzo que no hay que dar necesariamente cada equis cantidad
de tiempo; o la doble adultos (que cubre contra difteria y tétano), por ejemplo,
hay que darla cada 10 años”.
En el mismo sentido el Dr. De Vedia señaló que “no se sabe aún si habrá
que vacunarse cada 6 meses, hay que seguir reuniendo evidencia científica,
porque no es una conclusión lineal la que se puede sacar. Cada estímulo
antigénico aumenta la capacidad no sólo de anticuerpos sino también de la
memoria inmunológica, entonces hay que ver cómo se comporta el organismo con el
paso del tiempo”, añadió el infectólogo.
La dosis de refuerzo anunciada esta semana se suma a la tercera dosis
que el Ministerio de Salud ya había indicado en octubre para personas
inmunocomprometidas (sin importar el esquema primario recibido) y mayores 50
años que hubieran recibido las dos dosis de Sinopharm. Además, en el último
lineamiento de recomendaciones para tercera dosis se incluyeron también a las
personas con enfermedades autoinmunes y con insuficiencia renal crónica que
estén en diálisis.
La
situación en Europa
Más allá de la tercera dosis a poblaciones inmunocomprometidas, las
dosis de refuerzo (o booster) también se está dando en todo el mundo, donde
algunos países -sobre todo en Europa- se encuentran atravesando desde hace
semanas un nuevo incremento sostenido de casos. En este contexto, el 11 de noviembre Pfizer y BioNTech
anunciaron que presentaron una solicitud para enmendar la Autorización de uso
de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados
Unidos (FDA) para una dosis de refuerzo de su vacuna que incluya a todas las
personas de 18 años o más.
Por su parte, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó el 4 de
octubre la dosis de refuerzo a quienes recibieron la vacuna de Pfizer para “todas
las personas mayores de 18 años, al menos seis meses después de la segunda
dosis”.
“Es interesante evaluar el comportamiento de la curva
de casos en otros países. Hay dos cosas que quedan claras cuando uno mira
Europa y es que en España y Portugal, si bien están aumentando los casos, el
crecimiento es menor al resto, probablemente porque tienen un porcentaje mucho
más alto de vacunados y sostienen uso de barbijos y otros cuidados”, dijo el
bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del
Conicet, Rodrigo Quiroga. Y continuó: “El
otro tema que queda muy claro es la relación entre cantidad de personas no
vacunadas y muertes; a menor porcentaje de inmunización mayor cantidad de
fallecidos. Esto se ve con claridad en Bulgaria, Croacia y Hungría”.
Quiroga señaló que “otra cosa que estamos observando es que superando el
85% de la población vacunada las hospitalizaciones y muertes son muy bajas y
también son menores los casos, como pasa en España y Portugal; en cambio con el
70% o 75% pueden seguir habiendo muchos contagios si se relajan los cuidados,
como ocurre en Reino Unido. Es decir que la mejor solución parece pasar por la
combinación de sostener cuidados y tener la mayor cantidad posible de la
población vacunada”, concluyó Quiroga. BP
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