La Administración Nacional de Medicamentos,
Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó en Argentina la indicación de la
combinación de dabrafenib y trametinib como tratamiento adyuvante contra el
melanoma, es decir, para contribuir a prevenir o demorar la recaída del cáncer
luego de la cirugía, en pacientes con compromiso de ganglios linfáticos, que no
han desarrollado metástasis (estadio 3) y cuyo tumor evidencia una alteración
genética (mutación del gen BRAF), que en nuestro país está presente en cerca de
la mitad de los casos. Éste es uno de los tipos de cáncer de piel más
agresivos. Según reportes del año 2015 de la Dirección de Estadística e
Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, mueren cerca
de 600 argentinos por año a causa del melanoma, lo que arroja un promedio de
más de 10 decesos semanales.
La Dra. Gabriela Cinat, médica oncóloga, Jefa de la
Unidad de Melanoma y Sarcoma del Instituto de Oncología ‘Ángel Roffo’,
Universidad de Buenos Aires, explicó que “salvo en casos muy puntuales, la
cirugía es la opción de elección para los estadios tempranos de la enfermedad y
se alcanza la curación en un porcentaje elevado de pacientes. En quienes
presentan alto riesgo de recaída luego de la extirpación quirúrgica completa de
la enfermedad, estaría indicado tratamiento adyuvante para intentar evitar o
demorar la recurrencia del cáncer. En este escenario existía una necesidad
insatisfecha porque hasta el momento contábamos con opciones terapéuticas muy
limitadas para estos pacientes”.
“Esta aprobación como tratamiento adyuvante es la
primera que se realiza en melanoma en nuestro país desde la llegada de las
drogas que han cambiado la historia de la enfermedad metastásica”, agregó la
especialista. El estudio COMBI-AD incluyó a 870 pacientes con melanoma de
estadio III que presentaban la mutación BRAF V600E/K. Luego de haberles
realizado una resección quirúrgica completa, a un grupo se le administró
dabrafenib y trametinib y al otro, placebo.
Tras una mediana de seguimiento de casi 3 años, se
observó que el tratamiento con la combinación redujo de manera significativa el
riesgo de recurrencia de la enfermedad, en un 53%, al compararla con placebo.
También se registró mejoría en la sobrevida global en el primer análisis
interino realizado.
Nuevas drogas inmunomoduladoras también han
mostrado recientemente resultados positivos en esta indicación, pero aún no se
encuentran aprobadas para este uso en nuestro país. Estos interesantes
hallazgos posicionan a la combinación de estas terapias dirigidas como un nuevo
tratamiento estándar adyuvante para los pacientes con melanoma estadio
locorregional BRAF mutado que realizaron tratamiento quirúrgico.
La Dra. Cinat explicó que el estudio mostró que
quienes recibieron las drogas y tuvieron una recurrencia, lo hicieron más tarde
que quienes habían recibido placebo. Además, y lo que es muy importante, en el
seguimiento que se tiene hasta el momento, menos pacientes que recibieron este
tratamiento murieron por la enfermedad que quienes no lo recibieron. Por lo
tanto, podría tener un impacto en la reducción del riesgo de mortalidad por
melanoma. Esta misma combinación de drogas ya venía utilizándose en estadios
más avanzados, cuando el tumor ya había migrado a otros órganos.
Prevención
y tratamiento del melanoma
El melanoma es uno de los tipos de cáncer de piel
más agresivos, pero afortunadamente en buena medida es prevenible evitando los
daños a la piel que ocasiona la exposición nociva al sol en horarios de alta
radiación y, fundamentalmente, entre septiembre y abril. El uso de camas
solares también daña el ADN celular y puede favorecer el desarrollo de esta
enfermedad.
Una vez que el melanoma aparece, es muy importante
poder tratarlo adecuadamente y a tiempo. Por eso, la Dra. Cinat insistió en que
la solución para mejorar su abordaje radica en educar, educar y educar:
“Primero, a la población general, para que acuda al médico y chequee el estado
de sus lunares con frecuencia, prestando particular atención a eventuales
cambios en su color, localización, textura, tamaño y bordes”.
Luego, continuó, “es importante que los
profesionales de la salud estén capacitados para detectar a tiempo la
enfermedad, de manera de realizar el diagnóstico pertinente y su derivación a
un especialista, si fuera necesario. Aquí, fundamentalmente, debe trabajarse en
la formación de los dermatólogos y médicos generalistas”.
Por último, concluyó la Dra. Cinat, “es
indispensable que los médicos que van a tratar el melanoma conozcan los pasos
que deben dar para brindar el mejor tratamiento posible a cada uno de sus
pacientes de acuerdo con el tipo de enfermedad y el estadio en que se encuentra
para lograr los mejores resultados”. BP
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