Todos los
días estamos en contacto con cientos de objetos que podrían estar repletos de
gérmenes, que nos exponen a alergias, infecciones u otros problemas de salud.
Detéctalos y conoce cómo ponerte a salvo.
1. Dispositivos
móviles
En varias investigaciones se señala a los teléfonos
móviles como factores de riesgo para la infección, y en gran parte tenemos en
nuestras propias manos la culpa, ya que nuestras manos casi nunca están
limpias. Se recomienda apagar el aparato una vez a la semana y desinfectarlo
con un paño especial.
2. Tu
computadora del trabajo
Según el Dr. Peter Wilson, de la Escuela Universitaria de Londres, un
teclado contendría hasta 5 veces más gérmenes que un inodoro, entre bacterias y
virus. “Las computadoras y áreas comunes en la oficina podrían ser una de las
principales fuentes de enfermedad entre los trabajadores”, explica el Dr.
Wilson. Kim Komando, experta en tecnología, recomienda limpiar teclados,
ratones y teléfonos con toallitas desinfectantes. ‘Apaga el dispositivo y
límpialo con una toallita, pero evita los desinfectantes a base cloro, ya que
dañarían los aparatos. También es importante tener cerca gel antibacterial y
utilizarlo con frecuencia para tener las manos limpias y no dejar (ni recoger)
más bacterias’.
3. Las
llaves del grifo
“Si te ensucias las manos, vas y te las lavas, pero
antes de tocar el jabón o el agua está el grifo, y entonces tienes un grifo
sucio”, explica el Dr. Dennis Rhoades, del Doctor's
Care de North Myrtle Beach, “Cuando terminas de lavarte vuelves a tocar la
llave del grifo y entonces te ensucias de nuevo”. “La humedad hace de las
llaves del grifo un lugar excelente para los gérmenes. Lo ideal sería utilizar
grifos y dispensadores de jabón automáticos, sin embargo, como no siempre es
posible, puedes utilizar una toalla de papel para cerrar la llave luego de
lavarte las manos y para abrir la puerta al salir, de este modo evitas el
contacto directo con superficies sucias”, explica el Dr. Rhoades.
4. El
gimnasio
“Varias personas utilizan los aparatos del gimnasio
en un solo día, una tras otra, y cada una deja ahí sudor y gérmenes que traen
en las manos o en los zapatos”, explica el Dr. Philip Tierno, de la Universidad
de Nueva York, “Por eso, una ducha es necesaria luego de entrenar, así evitarás
cargar con algún germen peligroso”.
“Siempre estamos expuestos a millones de virus y
bacterias”, destaca el Dr. Aaron Glatt, del Hospital
New Island, en Nueva York. “Pero nuestra piel nos protege de muchos de
ellos; el mayor problema se da cuando los gérmenes entran a nuestro cuerpo, por
ejemplo, si comemos o nos tocamos los ojos o la boca con las manos sucias”.
5. Carrito
de supermercado
Los carritos de supermercado estarían contaminados
con E. Coli, Salmonella y otras bacterias. “Un carrito tendría más bacterias
que el baño del supermercado”, explica el Dr. Gerba, “Las bacterias llegarían
ahí por la gente que utiliza el carrito con las manos sucias o por los niños
que se sientan en la canasta; luego esas bacterias irían a nuestras manos o a
nuestros alimentos”.
6. Bolso o
mochila
De acuerdo con el Dr. Tierno los bolsos y mochilas
pueden cultivar hasta millones de gérmenes. “Los poros en la tela de los bolsos
los hacen ideales para alojar bacterias y virus; además, en el fondo de los
bolsos y mochilas suele acumularse basura que estimularía el crecimiento de
estos microorganismos”.
7. Mascotas
De acuerdo con la Dra. Patricia Mail, directora de
la Asociación Americana de Salud Pública,
“Las mascotas, como perros y gatos, cargan con miles de bacterias y parásitos.
Puedes contraer diversos gérmenes de tus mascotas si no te lavas las manos
luego de estar en contacto con ellas o luego de haber limpiado sus desechos”.
No podemos apartarnos de los gérmenes, pero sí
podemos reducir el riesgo de que nos afecten. Para el Dr. Glatt, “Lavarse las
manos es la manera más efectiva de limitar la exposición a bacterias y gérmenes
peligrosos; para que el lavado sea efectivo tenemos que frotar las manos con
jabón por al menos 20 segundos y enjuagar bien”.
8. Tu
cepillo de dientes
“El cepillo puede contener bacterias que recoge de
la boca o que llegan a él por otras vías, y el principal peligro sucede cuando
nos provocamos una herida o laceración durante el cepillado, ya que las bacterias
podría entrar y causar una infección o algo peor”, explica el Dr. James Song de
la Universidad de Wisconsin.
Para que tu cepillo no se convierta en una amenaza
biológica, sumérgelo cada siete o 15 días en una solución con 50% agua y 50%
peróxido de hidrógeno, y déjalo ahí por algunos minutos. Asimismo, es
importante que lo mantengas lejos de otros cepillos, y que no te cepilles muy
fuerte, para no provocar lesiones en las encías.
9. El
fregadero de la cocina
“El fregadero de la cocina tiene muchas más
bacterias que muchos baños: cerca de 5 millones por pulgada cuadrada”, explica
la Dra. Kelly Reynolds, de la Universidad
de Arizona. Además del fregadero, las tablas de picar y la esponja o el
trapo que usas para limpiar también son lugares donde se almacenan millones de
gérmenes.
Los CDC recomiendan lavar con cloro, o con agua muy
caliente, los paños, jergas y esponjas que utilices para limpiar tu cocina;
asimismo, aconsejan limpiar las superficies con una solución desinfectante para
evitar que las bacterias permanezcan ahí y contaminen los alimentos o los utensilios.
10. La
lavadora
“Toda la ropa contiene cantidades considerables de
bacterias, especialmente la ropa interior la cual posee siempre partículas
pequeñas de materia fecal”, explica el Dr. Gerba. “Al lavar la ropa interior,
las bacterias pueden quedar atrapadas en la lavadora, pasando luego a otras
cargas de ropa, lo que haría de nuestra ropa 'limpia' un depósito de gérmenes”.
Para Dr. Tierno, “Muchas veces no bastan el
detergente ni el agua caliente para aniquilar a las bacterias. Una opción es
lavar la ropa más sucia por separado y con alguna solución de cloro o peróxido;
también hay que desinfectar la lavadora una vez al mes realizando un ciclo de
lavado sin ropa y sólo con una solución antibacterial y agua”. HD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario