El cerebro es una parte de nuestro cuerpo, por lo
que puede estar conectado e influenciado por el mismo. Y si bien esta
suposición básica está definitivamente en el centro de los hallazgos que discutiremos
aquí, las formas en que nuestro cerebro está interconectado con los otros
órganos y sistemas de nuestro cuerpo pueden ser bastante inesperados, con cosas
como el nivel de hidratación y los alimentos específicos que tienen una
influencia profunda en nuestra mente. Pero no solo nuestro intestino o sistema
cardiovascular pueden influir en el funcionamiento de nuestro cerebro: nuestras
experiencias y hábitos son tan importantes para nuestra salud mental y nuestro
rendimiento cognitivo.
Estos descubrimientos neurocientíficos ilustran cómo nuestro cerebro, nuestro cuerpo y nuestras experiencias están interconectados de manera significativa y tienen un fuerte efecto en nuestra salud y bienestar.
Estos descubrimientos neurocientíficos ilustran cómo nuestro cerebro, nuestro cuerpo y nuestras experiencias están interconectados de manera significativa y tienen un fuerte efecto en nuestra salud y bienestar.
1. La salud y el funcionamiento de tu cerebro dependen de tu salud
intestinal
La idea de la conexión intestino-cerebro ha
existido por un tiempo, pero cuanto más aprenden los científicos sobre las
formas específicas en que nuestros intestinos influyen en nuestro cerebro, más
entendemos la importancia integral de una dieta saludable. Más específicamente,
ahora sabemos que una dieta pobre contribuye a las enfermedades mentales,
particularmente la ansiedad y la depresión,
pero también puede alterar nuestras capacidades cognitivas. Por ejemplo, se
demostró que una dieta alta en azúcar perjudica nuestra capacidad cognitivas a
corto plazo, causando confusión mental. Los efectos a largo plazo del azúcar no
son menos alarmantes, ya que hay evidencia que vincula la depresión y una dieta
alta en azúcar. En una nota más positiva, se demostró que una dieta saludable
tiene un efecto beneficioso sobre la depresión.
2. Las tareas mentales y las nuevas experiencias pueden mejorar la salud
cerebral
Uno de los descubrimientos de neurociencia más importantes
de la última década es la idea de que nuestro cerebro es maleable y que las
nuevas experiencias, capacitación y aprendizaje pueden mejorar su
funcionamiento. En neurociencia, esta noción se conoce bajo el término
'neuroplasticidad' y, como es de esperar, el cerebro humano es más flexible en
la infancia, pero continúa siendo moldeado por nuestras experiencias a lo largo
de nuestra vida. Es por eso que leer, jugar, escuchar música, la
pintura y muchos otros tipos de entrenamiento mental son muy
beneficiosos para nuestra salud cognitiva y nos ayudan a mantener una mente
aguda durante más tiempo. Más interesante aún, la investigación científica
reciente centrada en las formas en que podemos usar la neuroplasticidad para
nuestro beneficio también mostró que podemos mejorar nuestra memoria
simplemente participando en nuevas actividades agradables y probando cosas
nuevas.
3. Tanto el sueño excesivo como el insuficiente pueden afectar tu
cognición
El sueño es uno de los temas favoritos en
neurociencia, con numerosos estudios que sugieren que no dormir lo suficiente o
dormir demasiado puede afectar nuestra memoria, creatividad y tareas
cognitivas, como la concentración y la resolución de problemas. El estudio de
sueño más grande jamás realizado se realizó en 2017, con más de 10,000
participantes evaluados, y concluyó que la hipótesis anterior era cierta y que
el sueño afecta nuestra toma de decisiones y concentración incluso a corto
plazo. Sin embargo, el mismo estudio concluyó que la memoria el rendimiento NO
se ve afectado por el sueño, aunque es cierto que no observaron los efectos a
largo plazo del sueño. Aún así, es mejor dormir un promedio de 7 a 8 horas cada
día para mantenerte en forma.
4. Cuerpo sano, mente sana: los efectos del ejercicio en nuestro cerebro
Tu cerebro necesita ejercicio, lo discutimos en el
segundo punto, pero resulta que el ejercicio regular también puede mejorar tu
salud cognitiva y ayudar a mantener una mente aguda en tus años de vejez. ¡Un
estudio incluso sugirió que el ejercicio ayuda a retrasar la demencia
en 15 años! Además de ser una excelente medida preventiva del Alzheimer y la
demencia, sin embargo, el ejercicio también puede ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento
cognitivo y nuestras habilidades de pensamiento. En
cuanto al tipo de ejercicio en cuestión, los expertos sugieren que una
combinación de cardio, entrenamiento de flexibilidad, entrenamiento de fuerza y
resistencia le dará el mayor impulso cognitivo, pero siempre que hagas
ejercicio regularmente, cualquier entrenamiento que disfrutes también
beneficiará a su cerebro.
5. El estrés crónico puede encoger tu cerebro
Probablemente escuchaste que un poco de estrés es
útil para nuestro cerebro de vez en cuando, y puede ser cierto, pero la mayoría
de nosotros no nos estresamos un poco, ¿no? Y ese es exactamente el problema.
Cuando estamos estresados día tras día, nuestra corteza prefrontal, el volante
de nuestro cerebro, se ve afectada, haciéndonos menos alertas y peor en la
realización de tareas cognitivas, todo debido al cortisol, la infame hormona
del estrés.
Otra área cerebral afectada por el estrés es el
hipocampo, que nos ayuda a aprender
y recordar cosas. Finalmente, el estrés crónico puede incluso
causar cambios de humor, irritabilidad,
enfermedades mentales (p.
ej., ansiedad, depresión,
adicción) e incluso se descubrió que
contribuye a la enfermedad de Alzheimer. En casos extremos, incluso se demostró
que el estrés constante puede reducir el volumen del cerebro, particularmente
la corteza.
6. La atención plena puede ayudar a mantener tu cerebro más joven por
más tiempo
El entrenamiento de la atención plena es el tema
candente en psicología y neurociencia hoy en día, pero no es una invención
nueva, ya que tanto el yoga como la meditación dependen en gran medida de la
idea de la autoconciencia y la atención plena. Hay una gran cantidad de
investigación que muestra que la atención plena puede hacerte más resistente
al dolor, ayudarte a lidiar con enfermedades mentales e incluso prevenir
la degeneración cortical causada por la demencia y el envejecimiento.
7. Tu consumo de agua afecta tu cerebro
Un cerebro deshidratado es un cerebro lento, uno
que puede dificultarte concentrarte, mantener la atención y participar en tareas de resolución
de problemas. Un estudio de 2018 descubrió que perder tan solo el 2%
del peso corporal de los adultos puede afectar instantáneamente todas estas
facultades mentales. Ten en cuenta que perder esa cantidad de agua no es
infrecuente, especialmente en el clima de verano. Además, los niños y las
personas mayores corren un mayor riesgo de sufrir deshidratación. La conclusión
es simple: siempre ten a la mano una botella de agua llena, especialmente si
pasas tiempo al sol, pero tampoco te excedas. ¿Por qué? Esto se debe a que
beber demasiada agua es tan peligroso como la deshidratación, ya que puede diluir
tu sangre y, en casos graves, puede hacer que tu cerebro se hinche, lo que
puede ser letal. ¿Cuánta agua deberías beber? Los médicos generalmente
recomiendan beber alrededor de 2 litros de agua por día
para un adulto promedio, que es aproximadamente 8 vasos de agua,
pero esto puede variar según tu peso y dieta. JQ
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