¿Alguna vez
pensaste cuál podría ser el dolor más terrible que pueda sufrir una persona?
Tal vez dolores de muela o cabeza, quemaduras, rotura de huesos o ligamentos,
golpes en los testículos o incluso un parto. Sin embargo, estas opciones
subyacen a lo que muchos profesionales consideran como el peor dolor del mundo:
la neuralgia del trigémino. Aquí te explicamos de qué se trata.
¿Qué es?
La neuralgia del trigémino es un tipo de dolor
crónico que afecta la zona de la mandíbula, alrededor de la nariz y por encima
de los ojos. Generalmente afecta un solo lado de la cara y se caracteriza por
un ardor repentino que surge como consecuencia de una irritación sobre el
nervio trigémino, uno de los más grandes en la cabeza.
¿Por qué ocurre?
Los investigadores
señalan que la irritación que causa este trastorno se debe al contacto entre un
vaso sanguíneo sano (puede ser una arteria o vena) y el nervio trigémino,
provocando un mal funcionamiento de este último. También existe evidencia que
señala como responsable la presión por parte de un tumor, sufrir esclerosis
múltiple, o tener hipertensión.
A quiénes
afecta
Los especialistas estiman que cada año alrededor de
150,000 personas son diagnosticadas con neuralgia del trigémino. Aunque se trata
de un trastorno que puede ocurrirle a cualquier persona y en cualquier edad,
las mujeres mayores de 50 años son el grupo más vulnerable. Otro factor
determinante pueden ser los antecedentes familiares, específicamente en la
formación de ciertos vasos sanguíneos.
Cuáles son
sus síntomas
Este trastorno, también conocido como ‘tic
doloroso’ se caracteriza por episodios de dolor graves y espontáneos, que
pueden durar desde segundos, hasta minutos u horas. Este puede surgir a partir
de ciertas acciones, como tocarse el rostro, afeitarse, comer, beber,
cepillarse los dientes, maquillarse o incluso hablar y sonreír.
Trastorno
cíclico
Los profesionales explican que la neuralgia del
trigémino tiende a transcurrir en ciclos. Por ejemplo, los pacientes pueden sufrir
largos períodos de ataques frecuentes, seguidos de semanas, meses, o incluso
años de poco o ningún dolor. Sin embargo, el patrón habitual es que los ataques
se intensifiquen con el tiempo acortando los períodos sin dolor.
Detección
Debido a que muchas afecciones pueden causar dolor
facial, no existe una prueba única para diagnosticarla. El chequeo regular y la
información de síntomas a los médicos es la mejor opción. Ellos examinarán tu
rostro, realizarán pruebas de reflejos e imágenes por resonancia magnética, con
el objetivo de conocer el origen exacto de los dolores.
Medicamentos
Al momento de tratarla, se recetan medicamentos
anticonvulsivos, como clonazepam, fenitoína, gabapentina, lamotrigina u
oxcarbazepina. Sin embargo, distintos ensayos clínicos coincidieron en que la
carbamazepina sería la opción más eficaz.
Cirugía
Si los fármacos no muestran resultados positivos o
producen efectos secundarios, se puede recurrir a una cirugía. Estas incluyen
descompresión microvascular, un procedimiento mediante el que se reubican o
eliminan los vasos sanguíneos afectados, radiocirugía estereotáctica, se aplica
una dosis de radiación en la raíz del nervio trigémino, o inyecciones de
glicerol.
Otra opción
En los últimos años se desarrollaron diferentes investigaciones
que estudiaron nuevas opciones para aliviar el dolor causado por la neuralgia
del trigémino. Entre ellos, se destaca el uso de inyecciones de toxina
onabotulínica tipo A, mejor conocido como bótox, para el dolor en las
mandíbulas. Sin embargo, son necesarios más estudios que expliquen los
mecanismos detrás de este vínculo. HD
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