Uno de cada 4 casos de hemorragia subaracnoidea, o
aneurisma cerebral, se diagnostica mal, según un estudio con más de 400
pacientes realizado en España, por médicos del Hospital del Mar e investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM),
que acaba de publicar la revista Stroke.
La hemorragia subaracnoidea es una patología
cerebrovascular grave, con una elevada mortalidad y gran probabilidad de dejar
secuelas, en la cual la rapidez en el diagnóstico puede suponer la diferencia
entre un buen y un mal pronóstico para el paciente.
Los principales síntomas de esta patología son un
dolor de cabeza súbito y de gran intensidad, que a menudo se puede confundir
con una migraña, así como rigidez en la zona cervical del cuello. De hecho,
este y la contractura cervical son los diagnósticos que más a menudo reciben
los pacientes con un diagnóstico inicial incorrecto.
La mayoría de los errores diagnósticos iniciales se
producen fuera del hospital (más del 60 %) y un 5% de los pacientes llegan a
consultar hasta en 5 ocasiones a un profesional médico antes de recibir el
diagnóstico correcto. Hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, la
única manifestación inicial puede ser este dolor de cabeza de inicio brusco.
Dado que esta es una consulta médica muy frecuente
y que la prevalencia de los aneurismas cerebrales es baja, identificar a los
pacientes con riesgo no siempre es fácil. Además, implica derivarlos a un
servicio de urgencias hospitalarias para la realización urgente de una
tomografía computarizada o TC. El
retraso medio en recibir tratamiento fue de hasta 7 días en los casos de
diagnóstico inicial incorrecto, y menos de 1 día en los correctamente
diagnosticados.
Mejorar el
diagnóstico para mejorar el pronóstico
El primer firmante del estudio, Dr. Ángel Ois,
médico adjunto del Servicio de Neurología
e investigador del Grupo de investigación
Neurovascular del IMIM, apunta que «mejorar el porcentaje de pacientes correctamente
diagnosticados en la primera visita médica, mejoraría su pronóstico. El
diagnóstico erróneo en la hemorragia subaracnoidea es una oportunidad perdida
para una buena evolución en aquellos enfermos con situación clínica menos
grave. Incrementa el tiempo de admisión hospitalaria desde el inicio de los
síntomas, con consecuencias, en determinadas ocasiones, dramáticas para el
pronóstico».
Hay que tener en cuenta que, en el total de los
pacientes analizados, menos de la mitad, 4 de cada 10, sufrieron secuelas por
la enfermedad, mientras que en los que fueron mal diagnosticados inicialmente,
esta cifra se elevó hasta al 60%.
El retraso en la identificación de la patología
hace que los daños provocados por la rotura del aneurisma en el cerebro se agraven,
provocando más secuelas, que pueden ser más graves o, incluso, la muerte.
Ante estos datos, los autores del trabajo apuntan
que hay que concienciar a la población y a los médicos y médicas ante esta
patología. Tener en cuenta los síntomas y utilizar criterios diagnósticos para
diferenciarlos de los habituales en otras enfermedades.
En este sentido, el Dr. Jaume Roquer, jefe del Servicio de Neurología y del Grupo de
investigación Neurovascular del IMIM y último firmante del estudio, asegura
que «a pesar de que el dolor de cabeza es una queja muy común y, generalmente,
no es un síntoma de un proceso grave, hay toda una serie de signos de alarma
que tienen que hacer pensar en la posibilidad que el dolor de cabeza sea
causado por una hemorragia subaracnoidea: un dolor explosivo de inicio muy
agudo, habitualmente definido por el paciente como el 'peor dolor de cabeza
sufrido en su vida'. En estos casos la realización de una TC urgente es
imprescindible».
La
hemorragia subaracnoidea
Se trata del cuarto trastorno vascular cerebral más
frecuente y, a diferencia de otros, puede ocurrir a cualquier edad, incluso en
niños. Tiene una incidencia estimada de 9-10 casos por cada 100.000
habitantes/año, y en Cataluña se estiman entre 700 y 750 casos anuales, a pesar
de que no hay registros oficiales. Tiene un elevado riesgo de secuelas graves o
muerte. Se trata de una hemorragia en el cerebro provocada por la rotura de un
aneurisma vascular, que se trata por medio de una arteriografía (cateterismo) o
de neurocirugía para resolver la hemorragia y evitar un resangrado.
Los pacientes pueden presentar diversos síntomas,
pero el más común es un dolor de cabeza súbito y muy fuerte. De todos los
pacientes con cefalea y criterios de alarma, se estima que solo un 3% serán
debidos a una hemorragia subaracnoidea. La Dra. Elisa Cuadrado, neuróloga
responsable de la Unidad de cefaleas del
Hospital del Mar, lo confirma.
«Lo que hemos visto en nuestro estudio es que
muchos pacientes con hemorragia subaracnoidea, cuando consultan al médico,
tienen un dolor de cabeza que no es muy intenso, porque han mejorado con la
medicación tomada inicialmente. Esto hace que no se sospeche de una causa grave
y que no se les hagan las pruebas diagnósticas urgentes. Es necesario tener en
cuenta otras características del dolor de cabeza muy sugestivas de hemorragia,
como es la forma de inicio, el hecho que pueda verse acompañada de un dolor en
la nuca intenso, y la falta de episodios previos similares, más que en la
intensidad del dolor».
La hemorragia subaracnoidea es una enfermedad de
muy alta complejidad y solo algunos centros sanitarios están preparados para
tratarla. Por este motivo, en Cataluña existe un sistema de guardia, por el
cual siempre hay un centro especializado en su tratamiento preparado para
recibir a los pacientes afectados. BP
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