sábado, 7 de diciembre de 2019

Pablo Yun Ji-Chung y Jaime Kwon, Beatos

Mártires, 08 de Diciembre
Martirologio Romano: Beatos Pablo Yun Ji-Chung y su primo Jaime Kwon, laicos, asesinados por odio a la fe en Corea. ( 1791)
Fecha de beatificación: 15 de agosto de 2014, junto a otros 122 mártires coreanos, por S.S. Francisco.

Pablo Yun Ji-chung nació en el año 1759 en el seno de una renombrada y noble familia de Janggu-dong, Jinsan, Jeolla. Su nombre adulto era Uyong. Francis Yun Ji-heon, quien fue martirizado en Jeonju durante la Persecución Shinyu de 1801, era su hermano menor.
Pablo Yun, era inteligente y digno de confianza, se dedicó a estudiar desde muy pequeño Aprobó el primer examen del estado en la primavera de 1783. Fue en alrededor de esa época en la que Pablo Yun conoció sobre la fe católica por medio de su primo John Jeong Yak-yong, hijo de la hermana de su padre.
Comenzó a leer libros acerca de la fe y finalmente fue bautizado por Peter Yi Seung-hun en 1787, luego de haber estudiado la doctrina católica por tres años.
Pablo Yun le enseñó el catecismo a su madre, a su hermano más joven Francis Yun y a Jaime Kwon Sang-yeon, primo suyo por el lado materno, introduciéndolos así a la Iglesia Católica. También, junto con Augustine Yu Hang-geom -un pariente político- intentó proclamar el Evangelio.
El Obispo de Pekín, A. Gouvea, en 1790, publicó un decreto prohibiendo la práctica de los ritos ancestrales, Pablo Yun y su primo Jaime Kwon quemaron la tableta ancestral. Cuando su madre -tía de Jaime Kwon- murió en el verano del año siguiente, se realizó la ceremonia fúnebre según el rito católico en vez del rito confuciano. Esto fue también deseo de su madre.
Muy pronto se esparció la noticia de que Pablo Yun no había ofrecido el rito fúnebre ancestral y que había quemado la tableta ancestral. Cuando el rumor llegó a la corte real causó enojo. Al cabo de poco tiempo la corte real ordenó al magistrado de Jinsan arrestar a Yun Ji-chung y a Kwon Sang-yeon.
Al conocer la noticia Pablo Yun se ocultó en Gwangchoen, Chungcheong-Hace y Jaime Kwon en Hansan, Chungcheong-Hace. Entonces, el magistrado de Jinsan ordenó arrestar al tío de Pablo Yun en lugar de a ellos. Cuando Pablo Yun y Jaime Kwon oyeron estas noticias, dejaron sus escondites, y se entregaron al magistrado de Jinsan. Esto ocurrió alrededor de mediados de octubre de 1791.
Inicialmente el magistrado de Jinsan trató de persuadirlos de renunciar a su fe. Pero ellos contestaron que eso bajo ninguna circunstancia lo harían, enfáticamente afirmaron que la verdad tan sólo la doctrina católica era la verdadera. El magistrado, al ver que no podía hacerlos cambiar de opinión, ordenó que ellos fueran transferidos a la oficina del gobernador de Jeonju.
Pablo Yun y Jaime Kwon fueron interrogados al día siguiente de su llegada a Jeonju. El gobernador usó todos los medios posibles para conseguir que ellos le dieran nombres de otros católicos, pero su esfuerzo fue en balde. Defendieron su fe con determinación y no pronunciaron palabra alguna que pudiera dañar a la Iglesia o a otros católicos. Pablo Yun, en particular, indicó -artículo por artículo- la irracionalidad de los ritos ancestrales confucianos, explicando a la vez la doctrina de la Iglesia Católica. Esto enfureció al gobernador y ordenó que los sean severamente castigados.
Pablo Yun y Jaime Kwon estaban listos para morir por Dios. Su única respuesta fue; “servimos a Dios como nuestro ‘Gran Padre’, por lo tanto, nosotros no podemos venerarlo desobedeciendo Sus Mandamientos”.
El gobernador de Jeonju por último los hizo escribir sus declaraciones finales y se los sometió a la corte real. Allí los ministros de la corte exigieron que “Yun Ji-chung y Kwon Sang-yeon debían ser decapitados”. El rey aceptó la opinión de los ministros, y por último autorizó la ejecución.
El 8 de diciembre de 1791 (13 de noviembre según el calendario lunar), fueron decapitados por odio a la fe mientras oraban a Jesús y María. Pablo Yun tenía 32 años.

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