Unos 5 mil
argentinos son diagnosticados con cáncer de páncreas cada año, uno de los
tumores malignos «más letales» que sólo se detecta en etapas tempranas en el
10% de los casos, alertaron especialistas.
«La incidencia
del cáncer de páncreas en la población es baja, por lo que no sería
costo/efectivo realizar una pesquisa general. Por lo tanto, se deberían
concentrar los recursos en pacientes con riesgo elevado, como patologías
hereditarias, antecedentes familiares directos y procesos inflamatorios
crónicos», señaló Martín Guidi, miembro de la Asociación Científica Endoscopistas Digestivos de Buenos Aires (Endiba).
El
especialista destacó que uno de los obstáculos para la detección temprana es
que la patología no presenta síntomas en sus primeras etapas, y si aparecen
suelen ser inespecíficos -como dolor abdominal, pérdida de apetito o náuseas-,
por lo que la gran mayoría de los casos se diagnostica cuando el cáncer «ya no
puede ser extirpado mediante cirugía y se ha diseminado a otras partes del
cuerpo».
Según
estadísticas del Instituto Nacional del
Cáncer (INC), se detectan unos 5 mil casos cada año en el país (4878 en
2018), y si bien es la cuarta causa de muerte por neoplasia maligna después del
cáncer de pulmón, colorrectal y de mama, «casi todos los casos son mortales».
Asimismo, se
estima que si se detecta en etapas iniciales «la posibilidad de extirpación del
tumor y curación ronda el 35%», aunque «apenas un 10% de los pacientes» recibe
el diagnóstico en este estadio. Una vez que el cáncer se ha expandido, la
supervivencia desciende al 12%, mientras que en etapas más avanzadas (cuando el
tumor hizo metástasis en otros órganos), apenas un 3% tiene alguna posibilidad
de sobrevida.
«La causa de
la mayoría de los cánceres de páncreas es desconocida, aunque existe evidencia
de que factores como la edad, el sobrepeso, antecedentes de pancreatitis,
tabaquismo, alcohol y diabetes pueden incrementar el riesgo de padecerlo»,
detalló por su parte Paula Carfagnini, también miembro de Endiba.
Consultado
sobre los estudios disponibles para detectar la enfermedad, Guidi señaló que lo
indicado es realizar una «ecoendoscopía o ultrasonografía endoscópica», una
técnica de imágenes que combina endoscopía y ultrasonido (ecografía).
«Este estudio
permite, mediante la endoscopía, acercarse al órgano en cuestión y realizar una
ecografía desde corta distancia. Con esta herramienta podemos visualizar
lesiones benignas o malignas para definir su extensión en profundidad, o bien
lesiones que están por debajo de las capas más superficiales del tracto
digestivo, para establecer a que órgano pertenecen», describió el especialista.
RA
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