El brote del nuevo coronavirus
2019-nCOV, que se inició en Wuhan, China, y hasta el 3 de febrero había causado
cerca 17.500 casos en 27 países, “produce una infección respiratoria similar al
resfrío común que puede llegar a presentarse como una neumonía viral en casos
graves”, según explicó a la Agencia CyTA-Leloir Antonio Montero, especialista
en Infectología y Medicina Interna y director científico del Centro de Medicina
Tropical y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Facultad de Ciencias
Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
El nuevo virus pertenece a la
familia de virus Coronaviridae que infectan peces, pájaros y mamíferos. “Los
coronavirus humanos, descubiertos en la década del 60', causan infecciones
respiratorias indistinguibles del resfrío común en niños y adultos”, explicó
Montero, también investigador científico del Consejo de Investigaciones de la
UNR (CIUNR).
En los últimos años, esta familia
viral ganó atención por el descubrimiento de dos coronavirus animales capaces
de infectar humanos y producir epidemias: los llamados SARS-CoV, originalmente
huésped de civetas, y el MERS-CoV, huésped de dromedarios. “Ambos son capaces
de causar infecciones respiratorias graves en humanos, eventualmente capaces de
producir fallo respiratorio y muerte en casos extremos”, destacó Montero. La
epidemia de SARS en 2002-2003 presentó una tasa de mortalidad del 10%, mientras
que la del MERS, detectada en 2012, llega al 35%.
La situación, en ese aspecto, es
más alentadora con el nuevo coronavirus. “No parece ser un patógeno
extremadamente letal, como sería el caso del ébola o la fiebre amarilla. Su
mortalidad ronda el 2% hasta el momento, solo un poco superior a la de la gripe
común. También la tasa de transmisión al personal sanitario es baja, mucho
menor que la del SARS-CoV, lo que sugiere una baja eficacia de transmisión interhumana”,
indicó. Y añadió: “Por supuesto, siempre existe el riesgo de que posibles
mutaciones afecten tanto la severidad de la infección como su transmisibilidad”.
Para evaluar qué tan contagioso es
un patógeno se utiliza el índice llamado el número reproductivo básico o R0,
que orienta sobre cuántas personas puede contagiar cada infectado por un microorganismo
determinado. “En el caso del sarampión, enfermedad muy contagiosa, oscila entre
12 y 18; y en el resfrío común, ronda 7. El R0 del 2019-nCoV parece ser
bastante bajo (entre 2 y 3, según algunos autores) lo que también indicaría una
limitada transmisibilidad entre humanos”, señaló Montero.
¿Cómo teniendo baja
transmisibilidad, puede este virus estar disparando una pandemia explosiva? “La
respuesta a esa incómoda pregunta es que existen infectados con una
contagiosidad 'normal', en quienes el R0 es cercano a 1, pero existen también
personas infectadas que eliminan el virus en grandes cantidades y son
extremadamente contagiosos para sus contactos. Estos individuos son llamados
superdifusores y serían los verdaderos responsables del mantenimiento de la
epidemia”, puntualizó Montero.
Origen e interrogantes
El investigador rosarino señaló
que 2019-nCoV tiene un 96,3% de identidad de secuencia de nucleótidos en su
genoma con el coronavirus de murciélagos BatCoV RaTG13, “por lo que es
razonable suponer que mutaciones le han permitido convertirse en patógeno
humano. Estudios posteriores lo confirmarán”.
Montero también manifestó que la
extrema alarma que fogonean los medios y las fake news de internet “parecen
totalmente injustificadas y las medidas de contención de la epidemia deberían
ser las habituales para limitar la difusión y el contagio de un patógeno
respiratorio de transmisión aérea: identificación de casos y focos y aislamiento
respiratorio de los enfermos”.
En cambio, expresó que no se justifican
medidas extraordinarias, como aquellas indispensables, por ejemplo, en una
epidemia de viruela. El tratamiento es sintomático, y se agregan medidas de
sostén en casos extremos, como asistencia respiratoria mecánica. Laboratorios
del sector público y privado en varios países están realizando estudios para
desarrollar vacunas específicas.
“No es la primera
nueva infección que aparece ni será la última. Y ciertamente, no será la que
extinga al género humano de la faz de la Tierra”, atemperó.
Contener el virus
Para el especialista rosarino, en
el escenario actual la prioridad es contener la epidemia y “de ser posible,
eliminar completamente todo contagio interhumano, para lo cual resultarán más
útiles las medidas de aislamiento y cuarentena que cualquier solución
tecnológica más avanzada”.
En la Edad Media, una aldea típica
europea tenía unos 500 habitantes y llegar hasta la siguiente demandaba un par
de días de viaje en carreta. “Actualmente un Airbus 380 puede llevar hasta 800
pasajeros y llega a cualquier parte del mundo en menos de 24 horas. La
interconexión global aumenta la dispersión de los patógenos, por eso es
fundamental que las autoridades sanitarias de todos los países trabajen de
manera coordinada y tengan protocolos de detección y seguimiento de los casos”,
afirmó Montero. BP
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