Hay muchas dietas diferentes
que sirven para muchas opiniones diferentes sobre la nutrición. Una de ellas es
la dieta de alimentos crudos, y aunque hay varias ventajas de comer alimentos
crudos y no procesados en su forma más natural, nos gustaría añadir nuestros
consejos al respecto. Cocinar los alimentos tiene grandes ventajas. Por
ejemplo, ayuda a la digestión al ablandar las fibras. Pero hay algo más que la
textura y el sabor. Algunas verduras tienen un mayor valor nutricional cuando
se cocinan. Además de los valores nutricionales, consumir ciertos alimentos
crudos entraña algunos peligros.
Tomates
Los tomates y otros frutos
rojos como la sandía, el pimiento rojo y la papaya contienen un antioxidante
muy potente llamado licopeno. Algunos dicen que es incluso más potente que la
vitamina C. El licopeno reduce el riesgo de cáncer y de ataques al corazón. El
licopeno en los tomates aumenta hasta un 35% cuando se cocinan a 190 grados
Fahrenheit (88 grados Celsius) durante 30 minutos. El calor rompe esas duras
paredes celulares, ayudando al cuerpo a absorber los nutrientes de forma más
eficiente. También puedes simplemente asar u hornear los tomates con un poco de
aceite de oliva. De hecho, esta puede ser incluso una opción más saludable que
cocinarlos en agua, ya que el agua es responsable de la pérdida de gran parte
de la vitamina C de los tomates. Esto se debe a que la vitamina C es soluble en
agua. Simplemente se deshace. Pero ten en cuenta que es una vitamina mucho más
fácil de conseguir que el licopeno. Y como en todo, el equilibrio es la clave.
Espárragos
La cocción de los espárragos
aumenta su actividad antioxidante entre un 16 y un 25%. Al igual que los
tomates, muchos de los nutrientes de los espárragos son solubles en aceite, lo
que significa que se absorben más fácilmente en el cuerpo cuando se consumen
con grasas. Considera la posibilidad de cocinar tus espárragos en aceite de
oliva, o de servirlos con algunas semillas tostadas.
Espinacas
La cocción al vapor de las
espinacas puede reducir el contenido de ácido oxálico de las espinacas, que
interfiere en la absorción del hierro y el calcio por parte del organismo, en
un 53%. Las espinacas cocidas también ofrecen más calcio, magnesio y hierro que
cuando están crudas.
Champiñones
Cualquier forma de calor
ayudará a potenciar las actividades antioxidantes generales de las setas. En mi
opinión, también son mucho más sabrosas cuando se cocinan. También tienen
niveles más altos de potasio, niacina y zinc que los crudos.
Apio
La capacidad antioxidante del
apio sólo aumenta cuando se utilizan determinados métodos de cocción. Se trata
de la cocción a presión, la cocción a la plancha, la fritura, el horneado e
incluso el microondas. Lo que todos ellos tienen en común es el uso de poca o
ninguna agua durante la cocción. Al igual que con los tomates, el agua
descompone la vitamina C del apio. Al hervirlo, esta verdura perdió el 14% de
su actividad antioxidante. Si te gusta echarlo en tu olla de sopa de pollo para
darle sabor, está bien.
Zanahorias
El betacaroteno es un
carotenoide que se encuentra en las zanahorias. Es un antioxidante que el
cuerpo convierte en vitamina A, y es lo que da a la zanahoria su tono naranja.
La cocción de las zanahorias aumenta tus niveles de betacaroteno. Esto ayuda al
crecimiento de los huesos, mejora la visión y refuerza el sistema inmunitario.
Incluso se utiliza como un poderoso ingrediente antienvejecimiento en el
cuidado de la piel, conocido comúnmente como retinol. Aumenta la renovación
celular y potencia la producción de colágeno. La cocción de las zanahorias
puede triplicar su actividad antioxidante. Al cocinarlas, mantén la piel. Puede
asarlas o hervirlas o utilizar cualquier otro método de cocción, pero no
freírlas. Esto reducirá los niveles de carotenoides en un 13%.
Habichuelas
Las habichuelas son la
verdadera sorpresa de la lista. Freírlas es uno de los mejores métodos para
aprovechar su valor nutricional extra. Las cocinadas al vapor también tienen
mayores beneficios para reducir el colesterol. Las habichuelas verdes al horno
también tienen mayores niveles de antioxidantes. Si buscas valor nutricional,
evita hervirlas o cocinarlas a presión. Ten en cuenta que no hay nada
perjudicial en ello, pero estos métodos no te ayudarán a desbloquear los
beneficios adicionales.
Coles de Bruselas
Cuando se cocinan, las coles
de Bruselas contienen un compuesto llamado indol. Se ha descubierto que mata
las células precancerosas. Cocinar las coles de Bruselas también puede ayudar a
la digestión, minimizando la hinchazón y los gases.
Alcachofas
¿Sabías que la cocción al
vapor de las alcachofas multiplica por 15 sus niveles de antioxidantes? Una
locura, ¿verdad? Al hervirlas sólo se multiplican por 8, pero también podemos
conformarnos con eso. JQR
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