Un estudio publicado en el Journal of the
American Medical Association (JAMA),
una de las principales revistas médicas en el mundo, afirma que el Covid persistente, que
se caracteriza por la permanencia de los síntomas en un paciente infectado hace
meses, “podrían frecuentemente
estar asociado a la creencia de estar infectado” del virus. Es
decir, que es un síntoma más relacionado con la psicología de la persona que
con el virus en sí.
El
estudio, coordinado por Cédric Lemogne, jefe del servicio psiquiátrico del
hospital Hôtel-Dieu de París, da a entender que sería una cuestión psicológica y no una secuela física
del contagio, luego de investigar a casi 27.000 personas atendidas durante meses por la sanidad
pública francesa.
Por
un lado, estos pacientes respondieron a cuestionarios en los que explicaban si
habían estado enfermos y si todavía notaban síntomas tiempo después. Por otro
lado, para estudiar si habían estado enfermos, estas personas se sometieron a
tests serológicos que permiten confirmar a posteriori si la persona ha pasado
el virus.
La
mayoría de los investigados no tenían anticuerpos de Covid-19 y habían dicho
que no habían estado enfermos. De los alrededor de 1.000 que dieron positivo,
solo 450 creían haber contraído el virus. Pero además, unas 460 personas con
resultado negativo en el test serológico creían que habían pasado el Covid.
Comparando
las respuestas de todos estos grupos, el estudio señaló que las personas que creían haber sufrido la
enfermedad, independientemente del resultado del test, eran más propensas a
identificar síntomas duraderos.
“Una
evaluación médica de estos pacientes puede ser necesaria para asegurar que los
síntomas de otra enfermedad no se estén atribuyendo erróneamente al Covid
persistente”, indicaron los autores.
Críticas al estudio
Las asociaciones de pacientes de esta enfermedad
acusaron a los investigadores de negar la realidad de su problema al darle una
explicación únicamente psicológica y
algunas incluso pidieron la
retirada del estudio.
Por
su parte, la asociación francesa AprèsJ20 consideró que el informe da pie
a interpretaciones “estigmatizantes,
peligrosas y perjudiciales” para los enfermos. Las críticas también
llegaron del campo científico, con numerosos investigadores mostrándose
escépticos ante la metodología empleada.
“Un
test serológico (...) no es fiable como marcador de una infección precedente”,
juzgó el virólogo británico Jeremy Rossman, citado por el organismo Science
Media Center, como principal objeción a este estudio. En este sentido, subrayó
que “un test serológico tiene más posibilidades de no detectar un contagio real
que de constatar uno por error, lo que sesga los resultados”.
La postura de los investigadores y más cuestionamientos
Los
autores del estudio, citado en Le Monde, dijeron que su estudio mostraba una
asociación entre una infección real y un síntoma duradero: la pérdida del
olfato. Según ellos, esto es la prueba de que el método permite distinguir qué
síntomas del Covid persistente, están realmente vinculados a una infección.
Esta
dolencia está vagamente definida y la polémica muestra las dificultades de las
investigaciones sobre la cuestión. El controvertido estudio incluye más de una
docena de síntomas, desde fatiga y mareos, a dolor muscular o déficit de
atención.
“Tenemos
que reconocer que los síntomas vagos conducen a diagnósticos vagos”, sostuvo el
doctor estadounidense Perry Wilson, profesor en Yale. Y agregó: “Sin criterios
más estrictos, numerosas personas se arriesgan a recibir la etiqueta de Covid
persistente cuando no es lo que sufren en absoluto”.
Aun
así, este médico advirtió del peligro de que este estudio sea “utilizado para
argumentar que esto (el Covid persistente) no es un problema real”.
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