domingo, 21 de noviembre de 2021

Un estudio sostiene que la COVID larga podría ser psicológica…

Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA), una de las principales revistas médicas en el mundo, afirma que el Covid persistente, que se caracteriza por la permanencia de los síntomas en un paciente infectado hace meses, “podrían frecuentemente estar asociado a la creencia de estar infectado” del virus. Es decir, que es un síntoma más relacionado con la psicología de la persona que con el virus en sí.  
El estudio, coordinado por Cédric Lemogne, jefe del servicio psiquiátrico del hospital Hôtel-Dieu de París, da a entender que sería una cuestión psicológica y no una secuela física del contagio, luego de investigar a casi 27.000 personas atendidas durante meses por la sanidad pública francesa.  
Por un lado, estos pacientes respondieron a cuestionarios en los que explicaban si habían estado enfermos y si todavía notaban síntomas tiempo después. Por otro lado, para estudiar si habían estado enfermos, estas personas se sometieron a tests serológicos que permiten confirmar a posteriori si la persona ha pasado el virus. 
La mayoría de los investigados no tenían anticuerpos de Covid-19 y habían dicho que no habían estado enfermos. De los alrededor de 1.000 que dieron positivo, solo 450 creían haber contraído el virus. Pero además, unas 460 personas con resultado negativo en el test serológico creían que habían pasado el Covid. 
Comparando las respuestas de todos estos grupos, el estudio señaló que las personas que creían haber sufrido la enfermedad, independientemente del resultado del test, eran más propensas a identificar síntomas duraderos. 
“Una evaluación médica de estos pacientes puede ser necesaria para asegurar que los síntomas de otra enfermedad no se estén atribuyendo erróneamente al Covid persistente”, indicaron los autores. 
Críticas al estudio 
Las asociaciones de pacientes de esta enfermedad acusaron a los investigadores de negar la realidad de su problema al darle una explicación únicamente psicológica y algunas incluso pidieron la retirada del estudio. 
Por su parte, la asociación francesa AprèsJ20 consideró que el informe da pie a interpretaciones “estigmatizantes, peligrosas y perjudiciales” para los enfermos. Las críticas también llegaron del campo científico, con numerosos investigadores mostrándose escépticos ante la metodología empleada. 
“Un test serológico (...) no es fiable como marcador de una infección precedente”, juzgó el virólogo británico Jeremy Rossman, citado por el organismo Science Media Center, como principal objeción a este estudio. En este sentido, subrayó que “un test serológico tiene más posibilidades de no detectar un contagio real que de constatar uno por error, lo que sesga los resultados”. 
La postura de los investigadores y más cuestionamientos 
Los autores del estudio, citado en Le Monde, dijeron que su estudio mostraba una asociación entre una infección real y un síntoma duradero: la pérdida del olfato. Según ellos, esto es la prueba de que el método permite distinguir qué síntomas del Covid persistente, están realmente vinculados a una infección. 
Esta dolencia está vagamente definida y la polémica muestra las dificultades de las investigaciones sobre la cuestión. El controvertido estudio incluye más de una docena de síntomas, desde fatiga y mareos, a dolor muscular o déficit de atención. 
“Tenemos que reconocer que los síntomas vagos conducen a diagnósticos vagos”, sostuvo el doctor estadounidense Perry Wilson, profesor en Yale. Y agregó: “Sin criterios más estrictos, numerosas personas se arriesgan a recibir la etiqueta de Covid persistente cuando no es lo que sufren en absoluto”. 
Aun así, este médico advirtió del peligro de que este estudio sea “utilizado para argumentar que esto (el Covid persistente) no es un problema real”.

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