Las muertes vinculadas al sida y las nuevas
infecciones por VIH cayeron el año pasado a nivel mundial 33% y 16%,
respectivamente, en comparación con 2010. No obstante, se observa que el
descenso en esas cifras, así como el incremento en el número de personas que
acceden al tratamiento y el avance en general en las medidas para poner fin a
la epidemia se están desacelerando, tal como advierte el último informe global
anual de Onusida, que entre otros claroscuros destaca grandes diferencias entre
las distintas regiones.
De acuerdo a la Actualización
Global del SIDA del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida
(Onusida), 37.9 millones de personas viven con VIH en todo el mundo (1,7
millones son menores de 15 años) y el 62% de ellas accede al tratamiento, según
datos de 2018. En total, unas 23,3 millones de personas recibieron terapia
antirretroviral el año pasado, en comparación con los 7,7 millones de 2010. A nivel mundial, alrededor de 1,7 millones de
personas se infectaron con VIH el último año, una caída del 16% desde 2010 y
del 40% respecto del pico de 1997. Entre 2010 y 2018 también cayeron un tercio
las muertes relacionadas con el sida (el estadío avanzado de la infección) y
más del 55% en comparación con 2004.
“Se progresa, pero cada año menos”, advierte el
informe, que pone el acento en la caída de los recursos destinados a avanzar
hacia el fin de la epidemia. «Por primera vez desde el 2000, los recursos
disponibles para la lucha global contra el sida bajaron», alertó Gunilla
Carlsson, responsable de Onusida, en el marco de la presentación realizada en
Eshowe, Sudáfrica, de la que también participó el vicepresidente de ese país,
David Mabuza.
Es que, en 2018, los recursos globales disponibles para la respuesta al sida fueron 19.000 millones de dólares, 1.000 millones menos que en 2017 y 7.000 menos que la suma que se considera necesaria para 2020 (26.200). El informe muestra una imagen mixta, con algunos países que logran ‘avances impresionantes’ mientras que otros experimentan un aumento en las nuevas infecciones por VIH y las muertes vinculadas a la enfermedad.
Es que, en 2018, los recursos globales disponibles para la respuesta al sida fueron 19.000 millones de dólares, 1.000 millones menos que en 2017 y 7.000 menos que la suma que se considera necesaria para 2020 (26.200). El informe muestra una imagen mixta, con algunos países que logran ‘avances impresionantes’ mientras que otros experimentan un aumento en las nuevas infecciones por VIH y las muertes vinculadas a la enfermedad.
Mientras que Sudáfrica, por ejemplo, logró reducir
las nuevas infecciones por VIH en más del 40% y las muertes relacionadas con el
sida en alrededor del 40% desde 2010, ‘todavía queda mucho camino por recorrer’
en África oriental y meridional, la región más afectada por el VIH, destaca el
informe. También se registraron ‘aumentos preocupantes’ en el número de nuevas
infecciones en Europa oriental y Asia central (29%), en Oriente Medio, en el
norte África (10%) y en América Latina (7%).
Casi la mitad de las nuevas infecciones de
Latinoamérica se produjeron en Brasil. De hecho, si se descuenta a ese país
(que acumula a un tercio de la población total de la región), la tasa para ese
mismo período habría descendido un 5%. Proporcionalmente, sin embargo, no es el
país que más ha empeorado sus datos.
Entre el período 2010-2018, los nuevos casos
crecieron un 34% en Chile, un 22% en Bolivia, un 21% en Brasil y Costa Rica y
Uruguay 9%. En Argentina, la suba fue del 2%, con 6.500 nuevas infecciones el
año pasado. Según Onusida, en el país viven unas 140.000 personas con VIH y el
año pasado 1.700 personas murieron por causas relacionadas con el sida (lo que
representa un aumento del 3% respecto de 2010).
En el lado positivo, durante los últimos 8 años El
Salvador logró una notable reducción del 48% en el número de nuevas
infecciones. También Nicaragua (-29%), Colombia (-22%), Ecuador (-12 %) y
Paraguay (-11%). A nivel mundial, de acuerdo a los datos de 2018,
casi 8 de cada 10 (79%) personas que viven con VIH conocen su estado (todavía
8,1 millones no saben que están infectadas), el 78% de ellas acceden a la
terapia antirretroviral y, entre ellas, el 86% presenta carga viral
indetectable (que implica que tampoco transmiten el virus mientras están en
tratamiento), con muchas diferencias regionales y todavía lejos del ambicioso
objetivo planteado por la ONU para llevar todos esos porcentajes al 90% para
2020 (a través de la estrategia 90-90-90).
En cifras
Según los datos del informe de Onusida, en 2018:
37.9 millones de personas vivían con VIH en todo el
mundo
23,3 millones accedían al tratamiento
1,7 millones se infectaron con VIH
770.000 murieron por causas vinculadas al sida.
6.200 mujeres de 15 a 24 años se infectan con VIH
cada semana. ‘Esto sigue siendo inaceptable’, destacan desde Onusida.
El 82% de las embarazadas que viven con VIH
tuvieron acceso a medicamentos antirretrovirales para prevenir la transmisión
del VIH a sus hijos. El 54% de las nuevas infecciones por VIH a nivel mundial
se producen en poblaciones clave (hombres que tienen sexo con hombres, personas
que utilizan drogas inyectables, trabajadoras sexuales y personas transgénero).
En América Latina ese porcentaje llega al 65%. BP
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