XIV Papa, 28
de Julio
Martirologio Romano: En Roma, san Víctor I,
papa, africano de nacimiento, que fijó para todas las Iglesias la celebración
de la fiesta de Pascua en el domingo que sigue inmediatamente a la Pascua judía (c.
200).
Natural de África. Hijo de Félix. Sucedió a san
Eleuterio en el 189. Será el primer papa que afirme la existencia de un
magisterio moral del obispado de Roma sobre los otros obispados de la Iglesia y
comienza a sustituir el griego utilizado en la liturgia por el latín, aunque la
misa seguirá celebrándose en griego hasta el año 230.
Durante su pontificado, Víctor sentó las bases para
la celebración de los concilios al ordenar a los obispos del orbe cristiano que
se reunieran en sínodos para considerar -confiaba él- la condena de la
celebración de la Pascua según la costumbre judía que la celebraba el día 14
del mes de Nisán aunque no coincidiera en domingo.
Los obispos de Asia Menor, encabezados por
Polícrates obispo de Éfeso, rehusaron abandonar la práctica que, según ellos y
tal y como le expresó Polícrates al papa en una carta que le envió hacia 190,
esta práctica, conocida como “cuartodecimal” fue la de los apóstoles Felipe y
Juan, y la de los santos Policarpo de Esmirna y Melitón de Sardes. Como
respuesta, Víctor envió una carta a los obispos declarando excluidos de la
comunión a las iglesias de Asia. Esta decisión trajo un gran revuelo entre los
obispos. Entonces intervino san Ireneo de Lyon y, después de afirmar que él
personalmente mantenía el domingo para la celebración de la Pascua, le rogaba
al Papa Víctor a seguir la posición de sus predecesores y que aceptara la
duplicidad de costumbre. Parece ser que Víctor
quiso imponer su voluntad sobre la celebración dominical de la Pascua, pues
Blasto, que era un fuerte defensor de la práctica cuartodecimal se separó de la
Iglesia creando un cisma.
Aproximadamente en el 198, Víctor excomulgó a
Teodoto, un curtidor de Bizancio por practicar la doctrina adopcionista, aunque
no pudo impedir que sus discípulos siguieran propagando sus ideas en Roma. Por otra parte, estableció que, en casos de
emergencia, se pudiese utilizar cualquier agua para el bautismo, sin necesidad
de estar bendecida.
Mantuvo relaciones con la casa imperial a través de
Marcia, catecúmena cristiana que era la concubina del emperador Cómodo. Víctor
le entregó una lista de cristianos condenados a las minas en Cerdeña y
consiguió su liberación. Le sucedió san Ceferino.
San Víctor murió antes de que comenzase la
persecución de Septimio Severo, pero las persecuciones que debió sufrir por su
enérgico celo para defender la fe, le merecen el título de mártir. Según San
Jerónimo, este santo fue el primero en celebrar los sagrados misterios en
latín.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario