Tu oído consta
de tres partes: un oído externo, medio e interno. El oído medio tiene un
tubo de drenaje llamado trompa de Eustaquio, que normalmente tiene una pequeña
cantidad de moco en el interior. Sin embargo, el drenaje de líquido de
otras partes de la cabeza, como la nariz, puede provocar la acumulación de
líquido en este compartimiento. Esta aparición puede ser causada por una
serie de virus o incluso por deformidades del oído que complican su condición.
A continuación
vamos a explicarte por qué sientes presión en los oídos siempre que te
resfrías. La presión suele ser temporal y no dar problemas mayores mientras
dura el resfriado. Si esa presión empeora o no te permite tener una buena
calidad de vida, tendrías que acudir al médico para que pueda evaluar el estado
de la presión en tus oídos y cómo te está afectando. De
esta manera podrá escoger el tratamiento que más se ajuste a ti.
Rinovirus
El rinovirus
es un tipo de virus que normalmente se transmite a través de partículas de
aire, como cuando una persona con un rinovirus estornuda. Cuando respiras
estas partículas de aire, también puedes infectarte. El virus
generalmente comienza cuando la nariz se llena de líquido, lo que genera
presión y causa una secreción o congestión nasal. Debido a que la trompa
de Eustaquio del oído medio se conecta a la parte posterior de la garganta, la
acumulación de líquido del rinovirus también puede llenar este tubo.
Esto significa una
condición conocida como otitis media con derrame. El
resultado puede ser una dificultad auditiva o un ruido en el oído que suena
como olas oceánicas o agua corriente. También puede ocurrir picazón en los
oídos. El dolor no es típico de este tipo de infección, y la infección
suele curarse por sí sola. Sin embargo, el líquido y la presión pueden
estar presentes durante un mes o más, que en caso de que te incomode demasiado
o incluso si tienes mareos, deberás acudir a tu médico.
Virus de la gripe
Cuando el oído
se infecta con el virus de la gripe, una afección conocida como otitis media
aguda produce una acumulación de líquido y presión en el oído que puede causar dolor,
fiebre, enrojecimiento en el oído y drenaje de pus. Esta condición difiere de un
rinovirus porque los rinovirus generalmente no causan dolor además de la
presión.
Si bien los virus causan resfriados y gripe, el
virus de la gripe es más grave porque infecta el sistema respiratorio y las
articulaciones, además del canal auditivo. Una gripe que se complica puede
causar serios problemas de salud a la persona afectada y necesitará un
seguimiento médico exhaustivo.
Disfunción
de la trompa de Eustaquio
Si bien un virus del resfriado o la gripe puede
hacer que se acumule líquido, una deformidad de la trompa de Eustaquio puede
complicar aún más la presión y la acumulación de líquido, lo que prolonga el
tiempo de recuperación. Cuando se realiza correctamente, las trompas de
Eustaquio se abren y se cierran cuando estornudas, tragas o bostezas. Sin embargo, si las trompas de Eustaquio no
funcionan correctamente, se pueden tapar fácilmente. Cuando los virus
crean un exceso de mucosidad en el cuerpo, es posible que sus tubos no se abran
y cierren correctamente. Los niños son especialmente propensos a este tipo
de disfunción porque no tienen tubos completamente formados; sus tubos tienden
a ser más cortos y rectos, lo que hace que la vía sea más adecuada para los
virus. Fumar puede dañar los cilios que alejan el moco de las trompas de
Eustaquio y causan disfunción.
Todas estas causas pueden provocar presión en tus
oídos, y como ves, normalmente es temporal, pero si ves que empeora, necesitarás
la evaluación de un médico. JRP
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