Científicos
de la UBA y del Malbrán comprobaron que 'ordeñar' ejemplares puede ser el mejor
modo para obtener el veneno necesario para producir un antiveneno o antisuero
para la picadura potencialmente letal del escorpión o alacrán Tityus
trivittatus. De amplia distribución en casi todas las provincias del centro y
norte del país, incluyendo el sur de la provincia de Buenos Aires, se calcula
que este arácnido pica cada año a 8000 personas y causa dos muertes.
«El
escorpionismo (o alacranismo) es un problema sanitario que está incrementándose
en Argentina. La prevención de las picaduras es la mejor estrategia, pero, al
mismo tiempo, es importante mejorar la producción de antivenenos en nuestro
país para tratar a los pacientes», afirmó a la Agencia CyTA-Leloir el Dr. Adolfo de Roodt, de la Primera Cátedra de Toxicología de la
Facultad de Medicina de la UBA y responsable del Laboratorio de Toxinopatología del Centro de Patología Experimental y
Aplicada de esa facultad.
Las
toxinas del escorpión son particularmente peligrosas en ancianos, niños y
pacientes con HTA, cardiopatías, diabetes y otras condiciones crónicas.
El
antiveneno se produce inoculando dosis bajas de veneno del alacrán a equinos
para que produzcan anticuerpos. Posteriormente, se les extrae sangre y tras la
aplicación de técnicas de laboratorio, del plasma del equino se aíslan
anticuerpos a partir de los cuales se obtienen unos fragmentos, llamados F(ab')2,
que se unen al veneno y lo neutralizan.
Pero
el cuello de botella de ese proceso puede ser la obtención del veneno de
escorpión, una tarea difícil porque en Argentina son menos abundantes que en
latitudes más cálidas. La técnica más difundida y usada por productores en el
mundo consiste en sacrificar al escorpión, cortar el segmento que contiene a
las glándulas productoras de veneno (llamado telson) y extraer todo su
contenido.
Sin
embargo, en un trabajo publicado en la revista Toxicon, el Dr. de Roodt y sus colegas comprobaron que
el veneno 'ordeñado' del escorpión mediante estimulación eléctrica con
electrodos tiene mayor pureza y potencia. Y con la ventaja de que se conserva
la vida del arácnido, por lo que puede ser aprovechado para producciones
posteriores.
Los
investigadores compararon 26 lotes de veneno obtenidos mediante 6.900
procedimientos basados en la técnica mecánica y 37 lotes provenientes de 6.900
'ordeñes' eléctricos. «El veneno de los últimos lotes producía una inmunización
más rápida de los equinos, con una potencia neutralizante 100% mayor respecto a
la potencia histórica», destacó el Dr. de Roodt, quien también integra el Instituto Nacional de Producción de
Biológicos de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud
'Dr. Carlos G. Malbrán', que depende del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación (MSAL).
«Además
de la producción de antiveneno, es importante educar a la población para
prevenir picaduras y capacitar a los equipos de salud en su tratamiento»,
concluyó el Dr. de Roodt.
Según
la página web del ANLIS, el escorpión Tityus trivittatus habita en ámbitos
urbanos, como galerías subterráneas, sótanos, cañerías, túneles, oquedades de
paredes y lugares de características parecidas; y su picadura produce un
intenso dolor agudo en el sitio del cuerpo afectado y en ciertos casos, la
muerte. BP
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