miércoles, 4 de diciembre de 2019

Factores por los que no logras perder peso

El camino hacia la pérdida de peso es uno de los viajes más arduos que puedes realizar. Está lleno de antojos, cambios en la dieta y entrenamientos intensos. Para empezar, puedes ver algunos resultados rápidos a medida que el cuerpo elimina algo de su exceso de peso rápidamente, pero luego puedes llegar a una meseta y descubrir que perder peso más allá de ese punto es extremadamente difícil. ¿Por qué pasa eso?
1. Estás viendo la métrica incorrecta
Muchas personas parecen tener la impresión de que nuestro peso consiste en toda esa grasa que queremos quemar, pero eso está muy lejos de la verdad, ya que el agua ocupa gran parte de nuestro peso, al igual que el tejido muscular. Al hacer ejercicio regularmente, es posible que tu peso cambie muy poco, si es que lo hace, pero eso no significa que no estés quemando grasa. Más bien, lo que esto significa es que está convirtiendo todo ese peso de grasa flácida en una masa muscular más compacta. Por estas razones, usar el peso como una herramienta para medir la pérdida de grasa podría presentar una imagen falsa. Si deseas una mejor métrica para sus esfuerzos para quemar grasa, debes medir la circunferencia de la cintura.
2. Necesitas aumentar la dificultad de tu entrenamiento
Una de las razones por las que podrías haber alcanzado una meseta es que tu régimen de entrenamiento actual ya no es lo suficientemente difícil para ti. Si te estás enfocando en cardio, intenta alargar tu ejercicio o agregar resistencia o inclinación, si estás usando una máquina de ejercicios como una cinta de correr o una máquina elíptica. Si estás haciendo entrenamiento de resistencia, agrega más pesas, repeticiones o técnicas más difíciles.
3. Necesitas más proteínas
La proteína es la parte más importante de cualquier dieta destinada a transformar el cuerpo. Inhibe las hormonas del apetito, ayuda al cuerpo a retener la masa muscular mientras quema grasas y promueve un metabolismo más rápido. Los alimentos populares ricos en proteínas incluyen: 
·        Huevos
·        Almendras
·        Pechuga de pollo (pero ten cuidado con las líneas blancas)
·        Atún
·        Salmón
·        Casi todas las legumbres
4. Estás comiendo demasiada sal
La sal es una adicción global. Comemos alimentos ricos en sal porque nos gusta su sabor salado, pero la sal tiene dos formas nefastas que afecta el peso de nuestro cuerpo. Es posible que hayas escuchado que comer alimentos salados puede deshidratarte. Bueno, eso está mal, ya que comer sal en realidad hace que el cuerpo conserve más agua, no menos. Esta es la razón por la cual las personas deshidratadas a menudo reciben alimentos salados. La otra cara de esto es que puede hacer que el cuerpo retenga más agua de la que realmente necesita, lo que puede explicar una gran cantidad de peso que parece no puedes librarte.
Otra forma en que la sal puede estar saboteando tu programa de pérdida de peso es haciéndote sentir más hambre. El proceso de conservación del agua se está agotando en el cuerpo, por lo que te encuentras comiendo más para satisfacer los requerimientos de energía de tu cuerpo. Y una vez que dejes de comer esos bocadillos salados, a menudo te encontrarás buscando equilibrar la sal con un dulce o una bebida.
5. Necesitas dejar el alcohol
La mayoría de las bebidas alcohólicas son altas en calorías y bajas en valores nutricionales beneficiosos, pero eso no es lo peor de ellas. El alcohol elimina notablemente el control inhibitorio de uno, que incluye tu sentido de moderación y fuerza de voluntad. En consecuencia, a menudo beberás más de un vaso y te encontrarás comiendo pretzels, papas fritas o nueces mientras tomas bebidas.
Además, varios estudios han demostrado que el consumo de alcohol deteriora la capacidad del cuerpo para desarrollar masa muscular después de un entrenamiento. Beber un vaso de vez en cuando puede no arruinar tu dieta completa, pero tendrás que estar extremadamente atento a la cantidad que bebes y con qué frecuencia, y no dejar que el alcohol lo dicte por ti.
6. No estás bebiendo suficiente agua
No hace falta ser un genio para saber que el agua potable es importante, pero no muchos necesariamente saben que puede tener un efecto beneficioso en tu dieta. Varios estudios sobre el tema han demostrado que cargar agua antes de las comidas puede hacer que te sientas más lleno, lo que te permite luchar contra el deseo de limpiar tu plato.
También hay alguna evidencia de que beber más agua y el agua fría, en particular, aumenta el gasto de energía mientras descansas, ya que promueve un metabolismo más rápido. JQ

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