Regularmente las
personas podemos tener entre 10 y 40 lunares en el cuerpo, algunos no se ven
tan fácilmente por su tamaño.
La mayoría de ellos
son benignos, es decir que no impactan negativamente la salud.
Es importante
conocer las características principales de los lunares, pues al detectar
cualquier anomalía, se debe revisar el lunar.
El color. Regularmente los lunares son marrón,
cafés, negros o hasta rojos. Es indispensable que detectes si el color cambia,
pues podría ser una señal de que algo no anda bien.
Forma. Regularmente son ovalados y redondos y su textura puede
tener un poco de relieve, peor cuando cambian repentinamente, es importante
acudir con un especialista.
El tamaño regularmente
son pequeños, se les compara con el tamaño de una moneda, si el tamaño cambia o
el lunar es más grande es cuando se debe prestar atención.
Pueden presentarse
en cualquier parte del cuerpo, pero cuando se esto sucede en la adultez podría
ser maligno.
Para identificar
los lunares que podría ser cancerígenos es necesario conocer la clasificación
ABCDE.
A: se refiere a la asimetría, si el lunar es muy diferentes
cuando se parte a la mitad es una señal de que algo no anda bien.
B: se refiere a los bordes irregulares o el cambio en el
relieve.
C: se refiere a crecimiento y el cambio de color, lo cual
también podría ser una mala señal.
D: se refiere al diámetro del lunar, si este cambia es
necesario acudir con un especialista.
E: se refiere a la evolución. Es decir, todo en conjuntos,
observar el lunar día con día.
Para evitar
complicaciones y lograr detectar el cáncer de piel a tiempo es necesario acudir
con un dermatólogo cada año y usar protector solar todos los días.
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