Ejercicios para prevenir el dolor en túnel carpiano

La prevención es la mejor cura para cualquier enfermedad, y este dicho no podría ser más cierto cuando se trata del síndrome del túnel carpiano. Esta condición terriblemente dolorosa e incapacitante afecta al 5% de la población y es muy difícil de tratar. Cualquier persona, pero particularmente los trabajadores de oficina, artistas y operarios de manufacturas pueden verse afectados por esta dolencia.

El síndrome del túnel carpiano ocurre cuando el nervio mediano (el nervio que conecta la muñeca y la palma) se comprime como resultado de la fricción o cualquier inflamación de los ligamentos, tendones o la bursa de la mano.

Para distender estos tejidos y que no presionen el nervio, hoy te presentamos varios ejercicios, que sin duda pueden ayudar a prevenir el síndrome del túnel carpiano: 

Ejercicio 1: Flexionar y Extender

Paso 1. Sostén tu brazo recto frente a ti, con las palmas hacia abajo.

Paso 2. Flexiona tu muñeca hacia abajo para que los dedos apunten hacia abajo. Usa la otra mano para aumentar el estiramiento.

Paso 3. Mantén durante 15-30 segundos.

Paso 4. Relaja y extiende los dedos.

Paso 5. Ahora haz lo mismo en la otra dirección. Doble tu muñeca hacia arriba para que tus dedos se dirijan hacia el cielo, usando la otra mano para realzar el estiramiento.

Paso 6. Mantén durante 15-30 segundos.

Paso 7. Relaja y extiende los dedos.

Repite 10 veces. Puedes repetir el ejercicio hasta 3 veces al día.

Ejercicio 2: Entrenamiento del tendón

Paso 1. Dobla tu codo, pero mantén tu muñeca recta, tus dedos juntos y apuntando hacia arriba, y tu pulgar relajado.

Paso 2. Enrosca tus dedos para hacer un puño exagerado, de modo que las yemas de los dedos toquen el interior de la palma.

Paso 3. Endereza los dedos y convierte tu mano en forma de L invertida.

Paso 4. Cierra tu mano con los dedos rectos, haciendo un puño plano con el pulgar ahora metido por dentro.

Repite 10 veces, hasta 2-3 veces al día.

Ejercicio 3: Ejercicio de resistencia de muñeca

Paso 1. Siéntate en una mesa.

Paso 2. Descansa tu brazo izquierdo en la mesa, el codo doblado, la palma de la mano hacia abajo.

Paso 3. Pon tu mano derecha sobre los nudillos de la mano izquierda en un ángulo de 90 grados (tus manos forman un signo más).

Paso 4. Levanta la mano inferior hacia arriba, pero mantenla en su posición con la mano de arriba.

Repetir unas cuantas veces al día.